Freitag, 1. Juni 2018

EL LABERINTO PARTE II BISTRITA SI CARTE II







El sueño trasatlántico

 


La puerta del compartimento se abrió lentamente y entró una rubia con ojos azules, no excesivamente alta, delgada, muy Hermosa, que se parecía a la actriz Gwyneth Paltrow.

El tren era el lugar donde siempre me encontraba con personas interesantes. La última vez que viaje de Cluj, me encontré en el compartimento con Ricky Dandel, un famoso cantante, que me sorprendió con una agradable conversación. Era una persona simpática, inteligente y modesta, al mismo tiempo de ser una estrella reconocida, el presentador del festival internacional “Ciervo de Oro”. Me habló de su vida en Alemania, de su profesión, lo diferente que era de su pais. Era graduado en filología inglesa. Su intención era de continuar sus estudios en el extranjero, en economía, sus sueños para el futuro siendo trabajar en ese domeniu, directie.

- Hola, ¿Cómo está? ¡Hacía mucho tiempo que no nos veíamos! –dijo la joven.

- ¡“Servus”, Jenny! –respondí con el clásico saludo de Brasov, utilizado entre antiguos colegas, aunque sean profesores o directores de cualquier banco u otra institución.Pero ¿Cómo está usted? –le pregunte sonriendo, como de costumbre.

- Me voy a Canadá. Puede que esta sea la última vez, que nos veamos – me dijo con un tono frío en voz, que la caracterizaba.

- Pero, ¿Por qué la última? –exclame yo sorprendida.

- Me voy definitivamente y no mantendré el contacto con nadie de este país –dijo Jenny.

- ¿Con tus hermanas tampoco? –continué preguntándole, sabiendo que Jenny se llevaba muy bien con ellas. Eran mujeres muy guapas e inteligentes. Entre ellas existía una relación especial. Se consultaban todo cuando tenían problemas y se ayudaban siempre.

- No, con ellas tampoco. Nni con sus maridos e hijos, es decir, mis sobrinos –dijo Jenny.

- Pero, ¿Por qué? –pregunté yo, todavía más sorprendida.

- Esta es una de las condiciones que me impusieron. Yo he vendido la casa, el coche y he depositado todo el dinero en una cuenta bancaria en Canadá. He pagado el alojamiento en un hotel por seis años. Tengo que poder mantenerme, por un periodo de ocho años si no encuentro trabajo. Creo que esto no sucederá. Recientemente realice el “Tofel”.

- Yo sabía que Jenny no había estudiado inglés en la escuela, pero era muy inteligente, ambiciosa y diligente. Pensé que aprendió gracias a la constancia y logró aprobar el examen.

- Y ahora yo leer libros de estoy estudiando informática. Descanso solo dos o tres horas por la noche, para aprender más. No quiero perder el tiempo. Quiero dar la talla a la empresa IT, cuando llegue allí. Mis papeles están en orden. He firmado los documentos, para donar mis órganos, en caso de sufrir un accidente.

- -¿Pero, algo así es obligatorio? – le pregunté a mi novio, que me acompañaba.

- Por supuesto, así es en Occidente, no como aquí,. Allí todos lo hacen. Solo las personas de aquí, son atrasadas y no saben esto -dijo Jenny con convicción. ¡Lo hago por el bien de la humanidad!

- Si, has pagado el hotel por un periodo tan largo., ¿Cómo lo llamas? –continué preguntando, sorprendida.. ¿Tienes seguridad, con la cuenta donde has trasferido esta elevada suma de dinero?

- Solo sé que el avión va a despegar y que me esperará una persona desconocida que me llevará al hotel. En un primer momento, yo no tendré identidad. Voy a ser solo un número. Va ser un largo periodo hasta que me gane la confianza. A medida que trascurra el tiempo en suelo extranjero, no tendré ningún nombre, tendré que trabajar durante varios años, siete u ocho, para demostrar de lo que soy capaz. Solo entonces tendré la posibilidad de que me den un permiso de residencia. Hasta entonces, tengo pagado mi alojamiento con dinero, para poder subsistir por mí misma.

- ¿Pero, estás segura? ¿Y si te llevan a un prostíbulo? –le pregunté pensando que cabía dicha posibilidad, dando de la frumusetea de mi amiga. Lo había visto en películas y oído casos reales.

- Es una empresa de confianza. Es a través de la universidad, todos los jefes de promoción, ayudantes y profesores universitarios de Brasov han pasado por allí –dijo la joven, con absoluta confianza.

- Si, también estuvieron Papuc y Ionescu –exclamé yo. Pero ellos no dicen como. Papuc ya está en Canadá y cría corderos, en una gran pradera. También trabaja en IT. Era uno de los especialistas más cotizado. Pero los que se fueron inmediatamente después de la revolución, como Marius, está trabajando como ingeniero en una empresa estadounidense.

- Marius obtuvo la máxima nota en “Electrónica”. Papuc tenía tres tías, maestros y compañeros con mi madre, en la escuela, que se entregaban al máximo. Papuc  no ha trabajaba nada en la casa, pero aprendía muy bien. Se graduó como jefe de promoción en la universidad. Me pregunto ¿Cómo llego a criar ganado si no estaba acostumbrado a realizar un trabajo físico? –me pregunté desconcertada. A lo mejor, así es en el extranjero, allí en la tierra prometida.

- Si todo va bien. Mis hermanas y sus familias también irán, para estar conmigo –dijo Jenny. En la Universidad ya no se puede estar tras la revolución. Los hombres de la Antigua seguridad comunista, no dejan que los demás vivan en paz.

Mi hermana fue profesora universitaria y el jefe de Departamento no les deja las llaves de las aulas, donde se imparten los cursos. Ella no tiene donde colocarlos y tampoco no puede reclamar. Su marido se encuentra en la misma situación. Tuvieron que dejar la universidad, a pesar de que eran profesores, dentro la división gubernamental en la Universidad, debido a que se graduaron par los primeros, con matrícula. Se han adjudicado una firma de ordenadores y son representantes de Microsoft. Pero es difícil. Honestamente no se puede trabajar. La ex seguridad tiene todo el monopolio allí.

- Razvan se fue a Alemania, dado que su novia está allí. Además el habla alemán perfectamente. Asistió al Colegio “Johannes Honterus”, pero no encontró ningún trabajo en Alemania. Ha regresado al país y se reunió con el Señor. Papornita, en la Facultad de Electrónica. Ahora, tras la revolución, existe una gran corrupción y contrataba a quien quería sin que fuera siquiera un graduado en electrónica. Papornita fundó la facultad con dicha especialidad, siendo el único maestro graduado en dicha rama specialidad. ¡Pero así están las cosas actualmente! Los miembros de la ex seguridad pueden hacer lo que quieran. Ni siquiera deben graduarse en una specializare adecuada para ser profesor, si está dentro de la seguridad.

- Razvan, trabajo durante un tiempo para la seguridad–dijo Jenny. Tiene esta ventaja.

- Y Eugene se marcho a Alemania El quería prepararse un poco con el alemán –explique yo. Su hermana es profesora y colega de mi madre en la misma escuela y me dijo que en Alemania Eugen limpia los aseos y aquí en Rumanía, había sido nombrado profesor de “electrónica” por el Señor Papornita en la universidad, a pesar de que era graduado en “mecánica”. Eugen no se quedó mucho en Alemania, se marchó a los Estados Unidos, donde conoció una mujer asiática  y se unió a una secta religiosa. Ahora es su líder para Rumania.

- Por supuesto, de hecho Eugene era graduado en Ingeniería Mecánica –confirmó Jenny.

- Sí, pero si tienes conocidos, ni importa la especialidad de los profesores universitarios. Una antigua colega nuestra era investigadora y realizó el doctorado en mecánica, porque fracasó en matemáticas, y ahora es lectora en la Facultad de Matemáticas. Y un ex empleado de administración en la escuela de mi madre, sin solvencia, de la escuela comunista “Stefan Gheorghiu”, llego tras la revolución y de inmediato fue nombrado profesor académico e incluso decano de la facultad –le expliqué.

A Jenny la conocí en la Universad, donde trabajamos juntas, tras la Universidad. Además estábamos en la division gubernamental, porque ambas éramos estudiantes universitarias y estábamos entre las primeras, gracias a nuestras buenas notas. Éramos las únicas mujeres de la cátedra. Habíamos tenido que estudiar mucho y trabajar duro, para demostrar que estábamos preparadas, igual que cualquier colega masculino. Estudiamos todas las tareas con el ordenador, cuando los PC apenas acababan de introducirse. Era necesario para nuestras actividades. , pero yo era una de las primeras del país en utilizar estos ordenadores.

-Mi hermana mayor, Ángela, era profesora universitaria en el grado de lectora y fue jefa de promoción en mecánica fina. Consiguió la adjudicación gubernamental en dicha cátedra, lo mismo que su marido, jefe de trabajo, pero en el departamento de máquinas –dijo Jenny.

Ángela vino un día de visita a el cabinetul unde lucram la Universidad y Jenny me la present. Se parecía mucho a ella, tenían los mismos ojos azules, el pelo rubio, corto y un poco rizado. Era un poco más rellenita, con las formas redondeadas, comparada con Jenny que era más delgadita. Tenía un comportamiento más difícil, comparada con Jenny, que también era severa y muy seria de carácter.

A Simona, la hermana pequeña, la conocía antes. Era morena, con el pelo muy largo, con unos bellos rasgos faciales, de estos que rara vez se dan, impresionaba por su fisonomía, con la piel blanca, unos ojos negros muy grandes, boca y nariz pequeñas. Tuvo tres hijos y su marido, hijo de la un trabajador de la seguridad comunista era moreno, con el pelo rizado.

Pasé cinco años. Yo finalizó el examen de doctorado y buscaba un ordenador operative.   probablemente el que podia obtener rápidamente, tenía poca garantía y una baja posibilidad de ser reparado, porque no había donde reclamar, había una gran corrupción. O, si reclamabas, no se resolvía nada, ni siquiera si tenías razón con un montón de pruebas, en cualquier ámbito, desde 1990. Después empezó a buscar, en todas las empresas que vendían ordenadores, recordé que Ángela la hermana de Jenny era representante de Microsoft. Ella dirigía la compañía junto a su marido. Ya no mas eran profesores de la Universidad. La empresa tenía su sede en una villa enorme, construida por su padre, un zapatero durante el comunismo.

- Este es un equipo para la compañía de gas –me dijo Ángela.

- Dámelo –le dije. Llo necesito urgentemente para finalizar la tesis doctoral.

- Su precio son 13.000 euros y no quiero “lei” (moneda rumana). Tengo la intención de irme a Canadá, como Jenny, con toda mi familia. Simona y sus hijos ya se fueron y su marido permanece en el país, porque no pudo finalizar el contrato de trabajo en la firma donde trabajaba. El será el último en marchas con su hermano, pero mando antes a su esposa e hijos.

-¿Y Jenny? ¿Tienes alguna notica de ella? ¿Y Simona es sola con los niños? ¿Cómo están? ¿Cuándo se va a reencontrar con su marido, si no tiene permiso de contactar con ninguna persona del país? –pregunté yo con curiosidad.

- Jenny está muy bien, está trabajando en una firma de IT. No he hablado con ella, dado que no está permitido. Pero el hombre de conexión entre Brasov y Canadá, me enseño una foto de ella en el trabajo. Se encarga también de Simona para cuando su marido llegue allí. Luego iremos nosotros, mi marido, los niños y yo.

- La cantidad de dinero que pidió Ángela por el ordenador era un poco elevada, especialmente porque el computer no era de última generación. Me robó, pero al menos funcionaría bien durante muchos años. El software del sistema, Microsoft, nunca cayó hasta que un colega de mi hermana, profesor y ex coronel, me dióun CD con un virus.

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Habían pasado dos años, cuando un día paseando por la calle, pase por la villa de las tres hermanas y sede del concesionario de Microsoft de Ángela. Estaba totalmente abandonada, solitaria. Entendí que se había marchado con la familia, en Canada.

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Después de diez años de la marcha de Jenny, me encontré durante mis vacaciones con el marido de la hermana menor de Jenny. Estaba con su hermano, que también había enviado su esposa e sus hijos a Canadá. ¿Qué habrá pasado con ellos? Me pregunté, pensando que no iba a tener la oportunidad de enterarme nuca. Nos saludamos, pero no conversamos, porque observé que tenían prisa.

Me fui a casa y encendí el televisor. En las noticias se veían algunos rumanos, que habían sido liberados de los piratas africanos, dentro del buque donde trabajaban, después de varios años. Vi la mirada de un médico militar, que era el marido de una maestra, compañera de mi madre en su escuela y vi como su hija había ido a recibirlo.

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- Hola, dijo un hombre robusto, sin llegar a ser gordo, de altura mediana, castaño con algunos rizos rebeldes, ojos azules y bigote grueso.

- Hola ¿Cómo estás, Teo? –le pregunté.

-Mira, con trabajo, ¿Usted no quiere ir a Canadá? –me preguntó. Yo trabajo en una empresa que se encarga de la emigración de estos lugares.

- No quiero, yo trabajo como profesora en Alemania y estoy en vacaciones –le respondí.

-¿No quiere cambiar el continente? –me tentó Teo, con su nueva propuesta.

-Parece demasiado lejos. No soy tan valiente, para dar ese paso. Pero admiro a los que lo hacen. ¿Pero qué haces?¿Cómo están tu padre, tu madre y la abuela? –le pregunté.

-Todos murieron, uno tras otro –respondió el hombre. Me quede solo.

- ¿Y todavía vives allí? –le pregunté, sabiendo que vivía en una casa en una de las calles principales del centro histórico de Brasov, que conducía a Puerta Schei.

- No, vino el propietario y me desalojó –contó Teo.

- Ahora, ¿Dónde vives? –continué con la conversación.

- No tengo casa. Me quedé abandonada, como la gente sin casa, sin hogar. Con mi salario no puedo comprar un apartamento, ni siquiera un estudio barato. Con el dinero que gano, no puedo pagar ni una habitación.

Teo era ingeniero electrónico. Terminó electrónica en Bucarest, con matrícula y fue jefe de la promoción, con gubernamental de distribución y recibió una doble repartitie investigación universitaria. Su padre fue ingeniero jefe de una gran fábrica. Su madre era una mujer húngara que era ama de casa, pero tenían dinero suficiente para llevar una vida decente. Siempre compraban electrodomésticos de última generación.

Teo tenía una gran biblioteca de cintas de video, de vez en cuando me prestaba una. Era una persona bromista, contando chistes e historias de terror, después reía y nos animaba. “No hay necesidad de pensar en lo dicho. Es realista y no hay que tener miedo” – nos aconsejó.

Cuando celebraba su santo en la universidad, nos invitaba a los demás primero pollo frito y luego ancas de rana y todo servido con placer.

-¿Ya sabéis, que habéis comido hoy? –nos preguntó, riendo como de costumbre.  ¡Ancas de rana!

-¿Qué? ¿Qué eran las ranas? –le pregunté por curiosidad.

- ¡El frito! –respondió él. Para que veáis, lo que me paso el otro día en St. George. Yo entre en una cafetería y pedí un pastelito. La camarera, una mujer húngara, que habló con un joven y no me presto ninguna atención. Me enfade y la insulte. Yo conozco húngaro, porque mi abuela era de dicha nacionalidad. Y ella me sonrió amablemente e inmediatamente me preguntó que pastelito quería.

-¿Pero si fuera yo, que haría? –dijo Doru, otro colega. Yo no sé hablar húngaro. ¿Pasaría hambre?

-En realidad no –le respondí. Yo estaba allí y también me habían servido y siempre que iba a las estaciones de esquí, en los restaurantes de la zona, porque me gustaba la cocina húngara y como me servían.

- Si deseas abandonar Alemania e ir a Canadá, te dejo mi teléfono. Es simple. Lo vendes todo, depositas todo el dinero en una cuenta bancaria, donas los órganos por el bien de la humanidad y una persona desconocida te espera allí y te llevará a un hotel. Al principio no vas a tener identidad, vas a comenzar con un número. Para los primeros siete u ocho años y pagas el alojamiento en un hotel.

“¿Por qué no vas allí Teo? Especialmente si no tienes a nadie en el país, ni nada que te ate aquí”, pensé yo desconcertada. “No tienes nada que vender, ¿o es un problema si no tienes dinero?

Pensé involuntariamente a mi amiga Jenny y a sus maravillosas hermanas, con sus hijos, deseando de todo corazón que, como eran todos simpáticos e inteligentes y habían marchado a una tierra extranjera, de cumplir sus sueños, como lo merecían.



El laberinto de los enigmas

 

 

             Julián abrió el periódico y estuvo leyendo los artículos aburridos, solo uno de ellos le llamó su atención. Una hermosa y famosa cantante rumana que actuaba en la Opera de Viena, fue encontrada muerta en el baño con una bolsa de plástico en la cabeza. En el artículo, venía escrito que su marido no trabajaba y que vivía del dinero de su esposa, gastándolo en los clubes además de tener numerosas aventuras con mujeres. Ahora tendría una impresionante riqueza debido a su esposa. “Se consideraba que había sido un suicidio”- decía el siguiente artículo.

             Andrés, su hijo, cogió el periódico y leyó vorazmente el artículo con satisfacción.

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             Julián, su esposa Alina y su hijo Andrés, iban rápidos en la autopista dirección Múnich. Apenas habían salido del túnel, cuando su esposa Alina le dijo :

–Detente, tengo que ir a un sitio, yo he tomado esta mañana mucha agua mineral, té y café.

            Julián detuvo el coche de repente, Alina descendió y caminó hacia el campo, regresó al cabo de cinco minutos.

           Estaba detrás del coche y quería cambiar de lugar, quería llegar a su asiento al lado del conductor del coche delantero.

            De repente Julián dio marcha atrás de improviso con el coche. Alina quedo inmediatamente atrapada sin ninguna posibilidad de sobrevivir. Por detrás acababa de llegar un camión enorme, que pisó el cuerpo caído en un segundo.

           El conductor detuvo el vehículo asustado, descendió y llegó hasta Julián rápidamente.

- ¿Qué ha hecho? ¿Había alguien en el suelo? –preguntó el hombre alemán.

- Mi… mi esposa… murmuró Julián titubeando.

            La policía local llegó rápidamente y después la ambulancia.

             Colocaron a Alina en la camilla. Y a Julián se le dejo que explicase lo que había ocurrido. Andrés, su hijo, permanecía en estado de shock, estaba con la mirada fija desde que ocurrió, el amaba mucho a su madre y no entendía lo que había pasado. Sólo sabía que él estaba sin ella y que su madre iba en una ambulancia.

- Debes aguantar y superarlo, Andrés. ¡Se fuerte! –le dijo Julián.

           Entonces Julián llamó a su suegro, que adoraba a su hija, la amaba. Necesitaba dinero para repatriar el cadaver desde allí.

- Soy Julián. Estoy cerca de Múnich, pero tuve un pequeño accidente y Alina fue la víctima.

- ¿Está en el hospital? – dijo el anciano asustado- Mando dinero para salvarla.

- No ha sobrevivido. Ya está en el depósito de cadavers y no tengo dinero para regresar a casa, por favor envíame dinero haciendo un giro en el banco. Es muy caro –explicó Julián.

- Pero, el chico, Andrés, ¿Cómo está él? –preguntó el abuelo, conmocionado con lo ocurrido.

- Está bien, no le ha pasado nada –dijo Julián.

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                Julián era feliz. Él se había convertido en un ídolo de las mujeres conocidas, sobre todo entre las estudiantes de la Universidad, donde era profesor, de sus vecinas, de todas las mujeres conocidas. Era atlético, alto, sin afeitar, con poco pelo en su cara, siendo permanentemente un hombre sufriendo apuros tras el fallecimiento de su esposa Alina, el amor de su vida. Él encontraba consuelo con cualquier mujer que encontraba, impresionado que en esta época existen hombres que aman intensamente como en las películas clásicas de amor…

              En su estudio de pintura, estaba Andrada, rubia, con el pelo largo y suave, flexible, con un vestido ceñido tan desgastado que se trasparentaba de color rosa, con una camisa de color magenta de diseño recortado. Le miró lánguida, con sus pestañas postizas largas y a menudo exageradas, parpadeando.

- Llegué al laboratorio, señor profesor –dijo la joven con voz suave.

- Tenemos que seguir adelante con sus clases. Pero ¿dónde están sus compañeros? –dijo el hombre.

- ¿Cómo voy a saberlo? Soy una estudiante muy concienzuda, respondió con su forma habitual. Quiero aprender tanto… de ti –dijo la joven- haciendo énfasis en su última palabra.

La puerta se abrió de golpe y entró Andrés.

- ¡Oye papá! ¡Terminé las clases por hoy! Estudié historia, nos abandonamos al placer.

- Pero, si lo diste la semana pasada –dijo Julián.

- Si pero es un maestro muy severo, y el muchacho le dio la explicación completa.

- Tengo que esperar a terminar el seminario –dijo Julián.

- No hay problema, me gusta estar aquí, también aprendo algo sobre pintura. Preparándome para cuando vaya a ser estudiante de aquí –dijo el muchacho – si alguna vez me convierto en uno…                               Tú me has dicho que la sección tuya es la más fácil, con pintura religiosa.

             Estaba oscuro. Debían salir juntos, Julián y Andrada salieron primero del edificio. Andrés los siguió en silencio, ellos estaban a una distancia aproximadamente de cien metros.

- Aquí estoy –dijo Andrada- ¿No sube conmigo a mi habitación? Por favor, por favor –dijo ella con una voz que no se podía rechazar- Tomamos un café y una tarta hecha por mí.

- Pero, ¡Yo estoy con Andrés! –dijo el hombre liado.

- Deja papá, me voy a casa solo, soy mayor –dijo el chico.

- Pero… es peligroso –continuó Julián indeciso.

- ¡Vamos! Estoy seguro de que puedo llegar –asintió Andrés – Adiós papá. Nos vemos pronto en casa.

            Julián miró a la joven. – vamos y nos sentamos, debemos subir a pie, el ascensor está roto.

            La casa estaba cerrada y emanaba un olor desagradable a chucrut, subieron las escaleras en la oscuridad.

- Esta es mi casa –dijo Andrada- abriendo una puerta

fea, de madera prensada, pintada de blanco. Y se precipitó con sus brazos alrededor del cuello del hombre, besándole apasionadamente.

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             Julián llegó tarde a casa.

             Andrés lo estaba esperando nervioso.

- ¿Qué te pasó? – le preguntó al hombre. Hubiese sido mejor venir contigo.

- No es nada, estoy bien –dijo el hombre bruscamente, mientras se lavaba las manos que chorreaban continuamente un líquido rojo – vete a la cama.

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              Ya por la mañana, Julián encendió la radio, era la hora de las noticias.

              “Cerca de la Universidad de Bellas Artes, una asistenta encontró el cuerpo de una joven estudiante, muerta asfixiada en el baño, con una bolsa de plástico en la cabeza” –dijo la voz del presentador.

              Cogió el periódico de la mesa de la cocina y un artículo le llamó la atención. Un millonario murió en un accidente náutico, su amante salió milagrosamente ilesa, fue esta quien heredó su imperio financiero y se convirtió en la reina de las salchichas. El hombre había sido un camarero antes de la revolución, pero con la actividad que realizó de alta seguridad para ésta, le ayudó a comprar la antigua fábrica de embutidos casi gratis, siendo socialista en su ciudad de residencia emprendió negocios rentables utilizando las relaciones que había hecho entre las personas de la “Securita”. Él se había divorciado de su esposa y su amante actual fue ex colega de la camarera.

             Andrés le pidió el periódico.

- Quiero leer el artículo –le dijo el chico mirando a su padre.

             Desde la Plaza Romana donde ellos tenían el apartamento llegaban rápidamente a la Universidad. Era viernes y el fin de semana se aproximaba.

              Al final del pasillo, Julián se encontró con la nueva asistenta de la Universidad, delgada, morena, siempre con una gran sonrisa.

- Iré a hacer cabotaje en el río con mi barco. ¿No vendrá usted y el Sr. Ginaca?- le pregunto la bella joven a su antiguo compañero, el eterno triste e inconsolable viudo tras la muerte de su esposa.

                El hombre pensó que no tenía nada especial que hacer para los próximos días.

- Tengo que cuidar a mi hijo, usted sabe que estoy viudo –le explico Julián convincentemente.

“Que hombre más fiel y sensible”, pensó la joven impresionada por el comportamiento de su colega.

-Puede venir –dijo la chica- Vamos en coche hasta Calarasi, allí mi familia tiene un barco, para navegar por el Danubio, es muy agradable.

- Esta bien, pero en mi coche –dijo Julián- ¿A qué hora quieres que vaya a recogerte?

- Estaría bien que no fuera más tarde de esta mañana, tenemos tiempo suficiente para hacer todo lo programado –dijo ella.

                Llegaron a Calarasi rápidamente, el camino no estaba demasiado atascado.

- Nos detendremos en la mina. Tomamos el barco, un tabernáculo, porque pasaremos toda la noche en la isla, hay mucha comida, mi madre nos ha preparado muchas cosas buenas; hablé con mi padre y nos ha preparado todo lo necesario para el viaje.

- Venga, venga, señor. Adela nos dijo que sería agradable para usted, nosotros lo admiramos mucho. ¡Usted ha amado tanto a su esposa y todavía le es leal!... Claro, con tanto amor, con el carió de su hijo… Pero, sírvase y tome el desayuno, hay café con tortas caseras y una tortilla de huevos con tocino y queso. Esta mañana cogí en el jardín algunos tomates, pepinos, pimientos, cebolla, hojas de albahaca aromáticas y frescas con las que prepare una ensalada.

- No quiero molestar demasiado, usted es muy amable…-dijo el hombre.

- No hay problema, me alegra mucho, he hecho unos deliciosos pasteles para el camino –dijo la mujer, encantada.

- Y yo he preparado el barco, la tienda y todo lo necesario para este pequeño viaje –dijo el padre de Adele, un hombre fornido con barba espesa – tenga cuidado, el peligro está por todas partes del Danubio.

- Podemos irnos –dijo la chica- He ido contigo a la isla y he cruzado el Danubio en barco muchas veces.

             El padre de Adele los llevó al embarcadero del Danubio cerca de donde estaba amarrado el barco.

- Debemos remar todos, si usted quiere que tengamos un buen rendimiento y el chico puede hacerlo –dijo el hombre, mientras empujaba el barco al Danubio. Yo prepare las cosas necesarias para el viaje.



             Julián, Adele y Andrés saltaron felices al barco, era algo nuevo para ellos.
             Adele tomó los remos y empezó a remar con fuerza.
- Así se debe remar, fijaos bien en mí –les dijo.
             La mujer vestía completamente de blanco con una camiseta y un pantalón corto, con la piel morena ya que estaba bronceada y a Julián le parecía atractiva. Llevaba la melena recogida en una cola de caballo y tapada con una gorra blanca con visera.
- Es un poco difícil –dijo Andrés, al intentar, sin éxito remar en fila.
- Si no remas con más fuerza en el agua, no llegaremos a la isla –dijo la mujer.
             No tardaron mucho llegar a la zona de aguas tranquilas, a su alrededor no había nada más que agua, la tierra estaba lejos y durante bastante tiempo no era visible, pero no tenían tiempo de admirar el paisaje, ellos debían de remar para avanzar y llegar a su destino.
- Estoy cansado de tanto remar –se quejó Andrés.
- Ya es suficiente –dijo Adele- ¿Estás aburrido? ¿No te gusta? ¡Todo es tan atractivo y fascinante!
             Remó por inercia cada vez más y más, la tierra no se veía.
- Parece un espejismo. ¿Llegaremos alguna vez a la isla?–preguntó Julián exhausto.
- Inmediatamente. ¡Ya queda muy poco! –Adele les animó– Remad duro, ¡Sois atletas!
              Cuando se vio algo verde en el horizonte, Julián preguntó alegremente: ¿Qué es?
- ¡Por fin! ¡Llegamos! Es el bosque de la isla –dijo alegre.
              Observando el oasis de tonos verdes aunque los dominios estaban lejos. El suelo arenoso que limitaba con la extensión del agua hizo pronto su aparición. E inmediatamente a algunos metros se encontraba un bosque denso con abundante vegetación como si fuera una selva. Parecía un lugar enigmático donde lo imposible parecía posible, donde el bosque y la playa se unían, donde el día y la noche se tocaron por un momento, el sol y la luna se miraron a los ojos durante un segundo.
             Ellos descargaron el equipaje y Adele comenzó a preparer las cañas de pescar.
- No sé pescar –dijo Andrés.
- No pasa nada, aprenderás ahora, Cogí cañas para todos, hoy comeremos pescado cogido por nosotros.
            La mujer trajo una gran red de pesca.
- Ven a ayudarme a montarla –dijo la mujer a Julián- yo sola no puedo.
            Una vez que se extendía en el Danubio, les enseñó cómo utilizar las cañas de pescar.
            Estuvieron sentados durante media hora sin hablar, Adele les había dicho que no debían asustar a los peces.
-¿Muevo las cañas? –preguntó Julián.
- Cógela –dijo Adele.
- Mira, pescamos un pez pequeño –dijo el hombre.
- ¡Es un Rudd! Lo pondremos en el fuego y nos lo comeremos, pero necesitamos coger más, debemos conseguir tres peces dado que nosotros somos tres.
             Pronto Adele pescó un pez algo más grande, parecía una cabaña, a continuación una más pequeña.
- No entiendo, ¿Por qué no pesco nada? –dijo Andrés triste.
-Ten paciencia, vendrán hacia ti, solo debes estar tranquilo, no hables tanto y no te preocupes.                  Los peces notan cuando estas nervioso –explicó Adele.
- Mira, cojo, cojo y saco la caña –dijo Andrés- ¿Pero qué es esto? ¡Una serpiente! –comentó enojado.
- ¡Es una anguila! También es un pez. Es muy bueno –le aseguró Adele – Eres un gran pescador, lo has hecho a la primera. ¡Bravo! Podemos parar ahora –dijo- mientras que sacaba la caña de pescar del Danubio, con un gran pez.
- ¿Qué es? –preguntó Andrés con curiosidad.
- No sé cómo se llama, pero está bueno para comer, una vez lo comí con mi familia –dijo Adele- ahora haremos fuego y haremos la barbacoa, prepararé una ensalada con el pescado, tomate, pimienta, albahaca y cebolla, vais a ver que está delicioso.
            Julián le dio la vuelta a los pescados en la parrilla, mientras Andrés estaba jugando en el Danubio, tirando piedras al agua y corriendo feliz sobre la arena.
- No vayas al bosque, no sea que salgas lastimado, no sea que haya algo malo, no sabemos qué peligros pueden existir en él –dijo Julián.
             Adele tomo la caldera con agua y le fue añadiendo harina de maíz. Se las arregló para aumentar el fuego con la ayuda de Julián.
- Veréis que polenta más deliciosa voy a hacer –dijo la muchacha – Nunca habréis comido una tan buena.
            A Julián y a Andrés les parecía increíblemente delicioso el almuerzo.
- Me siento como si fuera Robinson Crusoe –exclamó Julián.
- ¡Qué bueno estaba mi pescado! Pero no estoy lleno, quiero comer más, por suerte tienes pescados más grandes que los míos –le dijo Andrés a Adele.
            Estaba atardeciendo y necesitaban montar la tienda de campaña para pasar la noche. No era moderna y tampoco sofisticada, así que las operaciones para montarla eran muy simples.
¿Pero cabremos todos en la tienda? ¿Cómo vamos a dormir? –preguntó Julián.
            La noche es muy fría en la isla –dijo la mujer- dormiremos juntos. Y puso los colchones. Andrés estará en el medio, para protegerlo, por encima nos pondremos la ropa de deporte y con mi chaqueta de cuero nos taparemos.
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             Por la mañana en la radio se estaba dando la noticia del día: “Una mujer ha sido encontrada muerta tras un accidente nautico en el Danubio”.
              Julián cogió el periódico y lo leyó cuidadosamente. Una artista conocida fue encontrada muerta en su casa, se cree que la causa habría sido la ingesta de veneno, estaba sola en casa al atardecer, se considera que tuvo una depression suicida, su marido en ese momento estaba con otra mujer.
- Me lo darás para leerlo cuando hayas terminado –dijo Andrés, exigiendo el periódico.
- Por supuesto, espera un minuto –dijo el hombre- tengo que ir hoy a la escuela, tu maestra de alemán quiere hablar conmigo, se que quiere decirme.
-¿Qué te quiere decir? ¡Creo que le gustas, papá! Gira sus ojos cuando te ve igual que cuando veo luciérnagas en la noche –dijo el chico.
              Julián tenía sólo dos horas de seminario. Desde la Universidad hasta el colegio de Andrés no había mucha distancia, llegó en un cuarto de hora.
- ¡Ay! Voy ya señor Ginica, ¡Qué bien que haya venido! –exclamó la maestra encantada- Tiene un muy buen chico, pero necesita estudiar más, me ofrezco para darle unas horas extras en mi casa de forma gratuita.
- Señora, pero no se debe de molestar –dijo Julián cortésmente.
- No supone ningún problema para mí cuando se trata de usted… y para Andrés, por supuesto.
             La maestra, es una señora de mediana edad, simpática, con el pelo teñido de negro y liso, la piel muy blanca arrugada por la edad.
             Ella tenía una barriga enorme sin ser demasiado gorda.
-Puede venir y traérmelo, yo vivo en el bloque sobre el boulevard en la esquina del supermercado Mega. Les espero mañana a las cuatro de la tarde, no voy a aceptar que lo rechace –dijo la mujer.
             Julián sabía que sus suegros, los padres de Alina, sabían perfectamente alemán y siempre se habían ocupado de ello con el muchacho para que aprendiese muy bien el idioma, pero no pudo rechazar los deseos de la maestra, Andrés dependía de ella y debía observar especialmente el paso en los exámenes de la escuela secundaria para terminar el bachillerato, así que fue con el niño a meditación.
             Julián encendió el televisor para escuchar las noticias de la mañana. Una maestra había sido encontrada muerta en su apartamento en el boulevard, como vivía sola supuestamente se suicidó, la noticia del día era que habían encontrado a una chica muerta con un cuchillo por su ex novio celoso.
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              El hombre se bebio el cafe y acompano como de costumbre a Andres a su colegio y desde alli rapidamente llego a la Universidad. Hoy tenia muchas horas de clases y distintos cursos, con pausas, los llamados descansos pero debia de terminar el programa esta noche. En sus clases asistieron increiblemente muchos estudiantes, casi todos, ya que se acercaba el final del semestre. Al final de la practica de laboratorio, quedaba Irina, una chica alta, pelirroja, con los ojos azul claro.
- Queria preguntarle como puedo realizar el trabajo para aprobar.
               Julian le dio un poco de tiempo para darle las explicaciones, aunque ya era tarde.
- Vamonos juntos, ya que son peligrosas estas calles a esta hora –dijo Julian y salieron juntos a traves del edificio de la Universidad. Andres les aparecio delante.
- Pero, .Que haces aqui a estas horas? –le pregunto Julian.
- He venido a buscarte –respondio el muchacho – para que no estes solo en casa.
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             Julian se desperto mas tarde de lo habitual, abrio su ordenador portatil y empezo a leer las noticias del dia. La noticia decia que fue encontrada apunalada una mujer joven
en una calle cercana a uno de los edificios de la Universidad de Arte.
             Julian fue como de costumbre, al mediodia, a recoger a Andres al colegio para ir a comer en la Facultad de Ciencias Economicas. Alli era donde su esposa era profesora antes del accidente y sabia que podian comer bien y barato.
             Apenas sabia cocinar y no mucho interes por aprender. Si queria algo especial, iba a comer a casa de su madre, o a alguno de sus admiradores, quienes felizmente hacian alarde de su talento gastronomico para conseguir algo de el, como era el caso de la profesora de historia de Andres, que lo invitaba a la misa dominical. Pero ahora, en la mesa de enfrente habia una joven estudiante de ACE, era rubia, delgada con unos ojos grandes y una mirada penetrante que se lo comia con los ojos de forma voluptuosa, presentandose y los ojos iban poco a poco hablando y parpadeando a la vez, como si quisiera mostrar unas pestanas excesivamente largas y gruesas. Tomo el almuerzo y no tardo en llegar a la mesa donde estaba ella, pasando como en una pasarela de un desfile de moda.
- ¿Usted es profesor nuestro? – pregunto la chica insistentemente manteniendo el contacto visual con el hombre.
- Soy profesor, pero no de esta facultad sino de Arte. Mi ex esposa si lo era –dijo Julian en voz baja.
La estudiante se emociono mucho mas. La reaccion del hombre iba mas alla de sus expectativas.
- !Aaaah! En arte, que bello –dijo la joven sonadora. !Eres musico! Me hubiera gustado ir alli… para estudiar diseno de moda. Durante mi tiempo libre soy modelo. Te puedo invitar a un desfile de moda pero las dos invitaciones se las di a dos jovenes.
- ¿Es su hijo? –continuo la estudiante con preguntas, mientras que ella lo estudiaba con interes. El chico tenia algo que le producia escalofrios y emociones negativas. Parecia un hombre de mas de cuarenta anos, bastante feo, con el pelo demasiado largo abriendose entre grandes granos con pus, el pelo largo como cables, aspero, sin cortar, de un color marron claro, rubio, fornido y alto como su padre, pero no se parecian fisicamente entre ellos.
- Si –respondio Julian a la muchacha.
- ¿Y tu esposa? –continuo la muchacha con las preguntas.
- Murio en un accidente de trafico en la autopista en Alemania. Se fue a orinar y cuando volvia a subir al coche, un camion –explico Julian cuando le pregunto.
            La estudiante estudio al hombre cuidadosamente. Penso que era extrano que diese estas explicaciones. Estaba sorprendida por el accidente, tal vez la mujer era muy aficionada a encontrar su explicaciones despues de pensar que el hombre que estaba delante de ella era muy
hermoso. Era mucho mejor que todos los companeros que tenia ese ano, incluso de los mayores de los otros cursos.
- Nos vemos en el desfile de moda la proxima semana, soy Andra –se presento la joven.
- Ginescu Julian –dijo el hombre –seguramente iremos.
           La muchacha se fue contoneandose de forma lasciva, mientras Julian la miraba hasta que desaparecio por complete la silueta y se perdio de vista.
Cuando terminaron de comer, observaron que habia un periodico en su mesa y se dispuso a leer la noticia del diario.
            Julian fue a cogerlo para leer hasta que Andres terminara de comer, la noticia del dia era que se habia encontrado un cuerpo descuartizado, en pedazos de una mujer joven.
- Dejamelo para leerlo –dijo Andres tirando del periodico que tenia su padre en la mano. Y leyo con avidez.
          Era viernes y habia decidido descansar y sentarse solo para entrar en las distintas redes sociales informaticas. Julian tenia un monton de admiradores y necesitaba responder, especialmente porque era fin de semana. Era atractivo y divertido al mismo tiempo. Pero sin tener una dependencia no logro dejar el ordenador en el momento que decidio dar es siguiente paso.
           El domingo, Julian se vistio elegantemente, como de costumbre con su camisa blanca y unos pantalones vaqueros.
Andres, aunque estaba vestido, tenia una cara extrana y su viejo aspecto, parecia incluso mas viejo que su padre.
           La profesora se preparo y acicalo de una forma exagerada, se podia ver claramente que queria impresionar a Julian. Preparando un super menu para que Julian y Andres se sintieran mimados con todas las delicias culinarias de lujo que les ofrecia la mujer.
- Yo estaba de nuevo con los chicos para visitar al rey –record Andres- sonriendo mientras que sus colegas se rieron cuando la maestra realizo un discurso pomposo, temblando frente a la cara del antiguo monarca. Para ellos era una gran diversion. Para ellos Rumania era una republica, un rey era una historia que no tenia nada que ver con la realidad.
- Recolectamos ayuda de los chicos que distribuimos en nombre del rey a los ninos pobres de los pueblos vecinos, -continuaba la mujer contando encantada la historia. Pero ahora quiero que prueben mi tarta, soy maestra en hacer la crema de chocolate.
             Estaba en el coche sentado en frente de la vivienda escuchando las noticias de la manana, subio el volumen al maximo.
              “Se ha encontrado una maestra de mediana edad, en su apartamento en el bulevar, descuartizada. Parece que el asesino planeaba trasladar el cuerpo a otro lugar, pero fracaso”-dijo el presentador, y continuo: “En el bosque Ciolpani se encontro, una joven muerta, estrangulada, parece que los animales del bosque habian devorado parte del cuerpo. Se considera que se suicido”.
- ¿Vamos a ir al desfile el jueves? –pregunto Andres a su padre. Nunca he visto algo igual, creo que va a ser supe interesante.
- Curioso. –su padre lo corrigio. Prometiste dejar de usar esa jerga y hablar correctamente.
               A pesar de ir con ropa elegante, Julian y Andres se dieron cuenta que en comparacion a las demas personas asistentes al evento, ellos parecian que iban vestidos a una moda obsoleta. Pero de todos modos Julian se veia bien, como siempre, este hecho podria ser pasado por alto.
               En la pasarela subieron de una en una, las bellezas hacia donde se dirigian todos los ojos, la luz, los colores claros, la musica… todo era tan fascinante que parecia irreal.
 
- !Mira, es Andra! –dijo el nino estupefacto. !Que Hermosa es, padre! ! Maravillosa! !Es como un angel!
              Julian y Andres no querian que terminara nunca el espectaculo que estaban viendo.
Al final Andra se acerco a ellos.
-Ahora vamos al club a celebrarlo- dijo la mujer. !Vamos!
             Julian no habia ido hasta ese momento a un club nocturno.Como profesor que era, si tenia suficiente dinero pero en estos locales era un gasto enorme y se necesitaba una gran cantidad de dinero, donde solo las personas con mucho dinero se lo podian permitir, pero no podia negarse ante Andra. Ademas tenia curiosidad por estar ahi.
- ¿Pero Andres?, no puede quedarse solo –dijo- El no puede pasar alli.
-¿Andres? !No hay problema! Yo conozco a los chicos de la entrada, yo siempre vengo aqui y ademas Andres parece que tiene la edad necesaria para entrar, ni siquiera preguntan a alguien si tiene dieciocho anos –dijo la chica.
             Julian no habia bailado desde la muerte de su esposa. Ahora recordaba sus anos de estudiante, y con Andra todo parecia tan facil. A el le parecia que tenia energia ilimitada y necesitaba consumirla. Bailar era una magnifica solucion. Mas dificil lo era para Andres, con su estructura parecia un oso tratando de moverse.
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              Por la manana, Ginica se sento en la silla de su oficina.
- ¿Has oido?- dijo la vieja profesora- Una estudiante de la ACE fue encontrada estrangulada con una bufanda rosa, a la salida de un club de la ciudad. Se hizo un silencio en la habitacion.
-No hay problema, en nuestro barrio, encontraron muerta a una prostituta, quemada en su apartamento. En las noticias dijeron que se habia quemado sola.
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               Llegaron las fiestas de Pentecostes. Julian y Andres entraron como de costumbre en la iglesia. Y, como siempre, Julian fue asaltado por mujeres que querian consolarlo tras la muerte de su esposa. Ademas una por una. Clementina, una mujer de unos cuarenta anos, morena, con gafas de miopia y la melena recogida en una cola de caballo, no lo
dejaba que se marchara y despues de ir a ver a Julian e invitarlos a su casa.
- Tengo algunas tartas, te van a encantar seguro. El hombre y el nino obedecieron y fueron a la casa de la mujer y entraron.
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             Por la manana, le llamo la vecina del apartamento de al lado.
- Has oido que encontraron a Clementina completamente quemada. !Quemo la casa! ¿Como se le metio eso en su cabeza? Si era una mujer creyente… -dijo la mujer- continuando con su desayuno. Y una mujer policia fue fatalmente herida por una tirolina, !pero Ina, mi hija quiera ir a bajar con la tirolina!
-!No hay ningun problema! El domingo vamos al parquet a disfrutas de sus atracciones, que venga con Andres, nosotros disfrutamos y nos divertimos mucho –dijo Julian.
Ginica y Andres nunca habian estado en un parque de atracciones antes.
-!Queremos ir a la tirolina! –dijeron las dos mujeres -!vamos a hacerlo!
-Parece que no me atrae demasiado, y no quiero correr el riesgo de dejar solo a Andres. Id vosotras dos, nosotros os esperamos aqui, en la entrada.
            La mujer y la nina se pusieron el equipamiento con destreza, se miraron y vieron que ya habian estado aqui, no era la primera vez y parecia incluso que tenian experiencia cuando empezaron y como se movian facilmente, como si volaran sobre el agua.
             En un momento determinado, de repente se oyo un grito desgarrador:
-!Se rompio el cable!!Nos caemos!
               Y al momento siguiente, Julian y Andres vieron como las dos mujeres desaparecian rapidamente, creando ondas en el agua. Se creo la alarma y un equipo de salvacion se dirigia hacia el lugar. Don jovenes atleticos regreso con la chica en sus brazos. Nado hasta la orilla y trato de hacer el boca a boca. La chica no se recupero.
!Por favor, vuelva a intentarlo!, continuando la reanimacion, pero fue en vano, sin resultado.
             El segundo hombre continuo la busqueda, pero no se encontro a la madre. Desgraciadamente desaparecio en las aguas profundas.
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             Un hombre se acerco al lugar donde estaban Julian y Andres.
-Pero, !aqui alguien corto el cable! –dijo el hombre.
-!Ha sido un accidente! Yo he notado esta manana que pasaria algo malo –dijo Julian- y se lo dije a las mujeres, pero ellas no me hicieron caso. Lo bueno es que no han sufrido, es como lo que le sucedio a la mujer policia de la semana pasada. Se entero de la noticia. Incluso un pastor murio custodiando las ovejas cuando fue atacado por un enjambre de abejas silvestres.
Andres llego temprano al colegio. Su colega Manuel, venia desde un pueblo cerca de Bucarest, Glina, susurro
– Ven, te voy a ensenar lo que traigo en la bolsa. !Un enjambre de abejas! Lo encontre en el bosque.
-!Tiralas! ¿No viste que un pastor murio de las picaduras de las abejas? –dijo Andres asustado.
-Pero, .Donde? !Es mentira! Podemos jugar con ellas, dijo el chico.
- Vamos, hoy tenemos que ir con el maestro de piano despues de la escuela para practicar unas horas con el piano –sugirio Andres. Mi padre me dio la mochila para que lo llevara al apartamento del maestro.
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              Julian regreso de la Universidad y como de costumbre despues de la comida, abrio el portatil, leyendo en el con curiosidad la noticia del dia. !Pero esta es la profesora de piano de Andres! –dijo sorprendido mirando la foto publicada.
              La mujer habia sido hallada llena de picaduras de insectos, sufrio un choque profilactico. Luego paso algunas horas conversando con sus admiradoras en internet. Tenia tantas mujeres en la vida virtual como en la real. Sin embargo, el estaba fascinado completamente con todas. Sus fotos y escritos eran increiblemente atractivas, podia conversar con ellas en ingles, frances, espanol o aleman. Tenian conversaciones de lo mas variadas. Con todas se llevaba bien, tan bien… “o al menos eso me parece a mi” –pensaba Julian.
              Conversaciones con mujeres que generaron en el un extasis inexplicable. Sus expresiones poeticas estaban empapadas con un romanticism que podia atraer a cualquier hombre a pesar de que tuviera un corazon de piedra. “Esta chica sabe lo que dice o mas bien lo que escribe” –reflexiono Julian. Me gustaria poder conversar con ella todo el tiempo, pero no era posible. Fue incluso a las horas del seminario que se llevaba su ordenador portatil para poder acceder a el para leer o recibir un mensaje misterioso de una mujer extrana, Andres incluso llego a estar celoso de ella.
-¿Como has olvidado a mi madre? –le dijo en una occasion enfadado.
-¿Como la voy a olvidar? Pero necesito que resistamos juntos para seguir adelante –respondio Julian.
Manuela - asi se llamaba la joven con quien hablaba - era para Iulian el drogo de que él era dependiente para siempre, de que él necesitaba todos los dias.
-Tenemos que vernos cara a cara –el le dijo varias veces a ella- quiero que nos veamos para conocernos y saber como eres en realidad.
- Algun dia sucedera la magia –dijo la mujer respondiendo al mensaje.
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Nosotros podemos encontrarnos durante las vacaciones de verano en Las arenas de oro, en Bulgaria. Mi prima estuvo alli durante la Pascua pero nunca regreso. No tenemos noticias de ella, necesito ir a buscarla, tengo que ir a ver, necesito saber que paso con ella. Ella queria mucho a su familia y no habria decidido desaparecer y dejar de dar senales de vida, yo la queria, para mi era una amiga muy cercana y tenia mucha confianza conmigo. A partir de ese dia ya no habia mas silencios de Julian. El solo pensaba en reunirse con ella. .Como iria?.Donde se reunirian? Probablemente en la playa. “Si” –penso el hombre, alli seria el lugar ideal bajo los ardientes rayos de sol de verano, cerca del mar, las olas rompiendo en la fina arena sin descanso en la orilla, mientras que nuestras fossa nasales dilatadas, hambrientos de poder respirar ese aroma marino milagroso.
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             Era el uno de octubre y el Jefe del Departamento, el Sr. Guiso, pregunto a los profesores que estaban a su alrededor.
-¿Quien sabe algo sobre Ginica? El no ha vuelto a la Universidad.
             Ya se habia iniciado el ano academico. Senor Cucuruz, ustedes eran amigos, acaba de llegar del mismo pueblo…
- No se nada, pregunte en la escuela de su hijo, a la comunidad de propietarios del edificio donde vivia, pregunte al presidente de la comunidad.
La secretaria del Departamento, la senora Pasat, marco el numero del movil del colegio, donde el hijo del senor Ginica estudiaba. Andres no habia estado presente temprano en la escuela, no habia ido a la escuela para el inicio de curso.
- Sr. Turtirica. Nosotros llamamos de la Universidad. ¿Usted sabria que paso con el Sr. Ginica? ¿Donde esta? ¿Que hace? En el supuesto que usted lo sepa.
- No se nada ni de el ni de su hijo desde que comenzaron las vacaciones, no ha pagado el mantenimiento. ¿No dijo nada en el trabajo?
-No, no nos aviso. Si encuentran algo, vamos si tiene alguna noticia…
- Frusino, creo que debemos ir a su apartamento –dijo la esposa del Sr. Turturica. Ginica con su hijo probablemente no regresen.
           En el apartamento de arriba, conocia a la vecina pero se conocio que estaba en un asilo y nunca iba a regresar. Y en el apartamento del Sr. Petrescu, que tenia bien ganado. Sus hijos estaban en el extranjero y no volverian al lugar. .No necesitaba la casa de la anciana? Hico que le inscribiese a su nombre para despues matarla, pero luego lo estropeo. Nadia sabia que le dio para tomar a la vieja. Todo el mundo pensaba que habia sufrido un ataque al corazon porque padecia una dolencia cardiaca. Por otra parte era la mas inteligente de la escalera, le pusieron veneno en la tuberia de agua potable, que nadie controlaba. La encontro muerta la hija de Precupeasca, que tambien habia fallecido el ano anterior y nadie sabia la causa. Solo el diablo  Romanescu no consumo el agua ya que para beber solo tomaba agua mineral que compraba, ahora sabia que era muy Buena para todos. Podrian entrar en su casa del senor Romanescu, aunque nosotros no podamos entrar y no importa como lo intento. !Era muy astuta la anciana! Pero no tuvo mucho tiempo de continuar con ese truco. Estaba obligado por ley a abrir, si se le solicitaba y serian capaces de entrar y por fin matarla.
 
 


El cartero nunca más llama dos veces  


o  Sueños...sueños...sueños...


Nicky entró en su viejo coche Skoda. Pegó su cabeza al volante mientras soñaba profundamente, con los ojos abiertos en su película favorita “El cartero siempre llama dos veces”. Había visto esta película en innumerables ocasiones, cada vez que tenía la oportunidad, siempre la veía con agrado. ¡Le gustaría hacer lo mismo que los personajes principales de la película! Soñaba encontrar una chica joven, hermosa, inteligente, rica, de que él  quería escapar, como en las películas, como en el cine y permanecer él solo en su casa, con todo su dinero.

Él quería más; más dinero, una casa, un coche lujoso, alta tecnología y que todas las mujeres hermosas lo admirasen cuando corría. Amaba la locura, el dinero y los coches caros. Pero el nunca amaría a una mujer. Así era él, Nicky. “A quien le gustase debía aceptarlo tal como era”, pensaba el joven.

 Cuando era pequeño, vió en sus padres, que el amor no tenía ningún valor. Cuando él tenía hambre su madre no había hecho la comida, como de costumbre y él tenía que buscar comida como siempre, en las casas de las vecinas o a las mujeres conocidas.

No tenía compañeras, ya que la mayoría de estudiantes de la Universidad en la especialidad de automotor por carretera eran chicos. Eso era la dirección que quería seguir debido a que a él le gustaban los coches y su padre lo apoyaba. Pero podía visitar a las esposas de sus amigos, cómo era Elena, la esposa de Andrei, trabajadora en el taller de teñido de la fábrica “Bandera Roja”. Era una campesina morena, con el pelo corto, como un hombre, bien hecho, no era pobre, nada de grasa, ella estaba en casa y como siempre se lamentó:

- Andrei está estudiando y trabajando todo el día. Me descuida todo el tiempo, no me siento en absoluto mujer, la mujer continuó inmersa en el pensamiento. Su sueño era todavía un hombre guapo, inteligente, trabajador y leal como Andrei, pero que tuviese relaciones sexuales con ella más a menudo. De la misma manera que había leído en los libros de amor, en su trabajo cuando no había demasiado trabajo pintando coches. Sin embargo su salario estaba bastante bien, incluso ganaba más que su marido, que era estudiante. Pero Andrei necesitaba trabajar duro para obtener dinero con el que mantenerse a él, a su esposa Elena y a su bebé. Su sueño era descansar y no estar fatigado, dormir y ser feliz, como un perrito en su cama tras muchas horas de trabajo agotador.

Andrei era un hombre hermoso, moreno, con cara de actor de Hollywood, de estatura media; muy inteligente y trabajaba duro dado que provenía de una familia de pocos ingresos. Su padre era carpintero y su madre era a casa. Él necesitaba pagar el alquiler de su casa, la casa de un compañero de estudios, de clase adinerada, con una situación financiera mejor. Tenía dinero para el alquiler y también la visión de los videos, porque era la única posibilidad que tenía de ver películas extranjeras, especialmente aquellas de alto contenido sexual y pornográfico.

Las palabas de la mujer no quedaron sin efecto sobre Nicky, era un chico amable, el tenía abundantes talentos y consolaba con alegría a la pobre mujer.

Elena se sentía atraída por la estructura atlética, el físico del hombre alto frente a ella, con su pelo negro, rizado, boca pequeña y labios carnosos; tenía algo infantil y a la vez parecía tan masculino, con la barba sin afeitar. “Voy a darle a cambio un gran plato de sopa de fríjoles”- pensó la mujer feliz.

-¡Qué deliciosa! ¡Eres una cocinera increíble!- dijo Nicky encantado y entusiasmado, sorbiendo ruidosamente el liquido humeante de la cuchara. “Es deliciosa, pero mañana voy a ir a comer con mi padre”-pensó Nicky. “Sera un verdadero placer”.

Su viejo padre, rondaba los sesenta años y tenía unas relaciones más tranquilas con las mujeres. Conoció a una rica húngara, Llona, que vendió una casa. Llona era gorda, de pequeños ojos azules, su pelo casi calvo levemente tintado de rojo como el fuego.

El señor Olive siempre era cortés y amable con las mujeres. Con ese comportamiento siempre había conquistado a las mujeres que había deseado. Con la cara roja permanentemente, alto, corpulento y calvo, con unos pocos trazos de pelo blanco, parecía atractivo a muchas mujeres.

Ilona, su última conquista, tenía un talento especial, como todas las mujeres húngaras para cocinar bien, comida muy picante. Al principio de cada comida servía un vaso o dos de aguardiente de ciruela, posteriormente una deliciosa sopa húngara junto a un goulash picante y apetitoso, las tartas de Ilona al finalizar la comida eran más que unos verdaderos placeres culinarios. “Es fuerte el viejo, me gustaría tener cerca una amante como Llona” –pensó Nicky soñando. “Nunca tuve suerte de conocer alguna así”.

Las mujeres con las que tenía aventuras, vecinas del bloque de su madre, que habían crecido con él, le gustaban las sensaciones fuertes pero no eran demasiado maestras de cocinar. Pensó inmediatamente en la señora Irimia, mujer fuerte pero no muy hermosa. Tenía unos enormes pechos. Cuando cubrían su rostro, estaba completamente fascinado por ellos. Su hija también tenía esos pechos, pero no se fijaba en él. Tenía un novio, compañero de la facultad de Medicina, donde estudiaba. Era la misma con su madre. En la Universidad de Brasov, los estudiantes son demasiado serios –pensó Nicky- especialmente las chicas. Él no tenía ninguna posibilidad con ellas. Consiguió engañar una vez a Ildiko cuando tenía exámenes atrasados de recuperación en otoño y la residencia de estudiantes estaba cerrada. Le ofreció alojamiento en casa de Sacele, donde surgieron unas cuantas noches de sexo loco. Él está convencido que lo que se decía acerca de las mujeres húngaras que estaban dispuestas y eran buenas en la cama, era completamente cierto.

Ilona miró a los dos hombres que estaban comiendo con placer sus delicias, mientras dejaba sus sueños volar, donde se encontraba en una playa con arena y oro fino, donde la brisa del mar acariciaba sus fosas nasales y el señor Oliva la trataba como a una princesa. Una playa de Costa Rica, de la Costa del Sol o la Costa Azul… solo tenía dinero para viajar ella y el señor Oliva. Soñaba vagar por todo el mundo, en los brazos protectores del hombre, cuando ella se había jubilado por fin había encontrado a su alma gemela, aquella que había esperado toda su vida, su gran amor, el señor Oliva. Pero ella no entendía su demora, probablemente el hombre tenía sus razones, su trabajo que todavía tenía que realizar.

-¿Cuándo haremos el viaje a Grecia que habíamos planeado durante mucho tiempo? –preguntó la mujer.

- Cuando tengamos tiempo, ahora no podemos ir. No puedo faltar mucho tiempo al trabajo. El señor Oliva tragó el último trozo de la tarta deliciosa y Llona pidió un poco de brandy. Poco a poco fue sirviéndolo en un vaso de cristal, mientras soñaba ansiosamente que escapaban de Ilona, uno para coger el dinero y encontrar a una mujer joven entre las trabajadoras que venían al pueblo. El señor Oliva era ingeniero del Automóvil a la fábrica “Bandera Roja”. “Voy a aplazar los viajes de Ilona, con su dinero voy a viajar con otra mujer a tierras extranjeras” –continuó soñando el señor Oliva.

……….……………………………………………………………………………………………..-He quedado con una chica –dijo Nicky de pronto al señor Oliva. Dame un poco de dinero, tengo que ir a un local de lujo y cuesta más dinero.

- Aquí tengo poco dinero, creo que va a bastar, respondió el señor Olivo, mientras buscaba el dinero en el bolsillo y se lo entregaba al joven.

- ¡Gracias papá! ¡Ahora tengo que ir rápido al encuentro! ¡Adiós y gracias por la comida! – dijo Nicky, levantándose de la mesa marchándose.

“Con el dinero puedo invitar a ir al local más lujoso de la ciudad “Aro”, o a “La Ciudadela”, pero está en la colina o a “Poiana Brasov” y está un poco lejos” –pensó Nicky. Es mejor ir a “La Cena”, está en el centro histórico, cerca de Aro y es más barato además me quedará algo de dinero –continuo Nicky con su cadena de pensamientos- creo que le gustará a Cristina.

Cristina era una chica rubia, con cara de muñeca, delgada, de mediana estatura.

Nicky siempre se sintió atraído por las chicas más bajas que él. Sentía que con su 1,94 las protegía, así se sentía más masculino. Pero Cristina era demasiado tranquila para él. Era la hija de un maestro, colega de su madre. La chica era buena estudiante en la Universidad además tenía una buena situación financiera. Ella no tenía aún veinte años y sus padres le compraron una casa y un coche. Ella no había empezado su vida sexual con hombre, pero sus compañeros siempre eran a su alrededor y la mimaban como a una princesa.

Nicky hasta ahora había tenido relaciones solamente con mujeres frívolas, con las que se acostaba en la primera noche, pero con Cristina, esto no fue posible.

La muchacha salía de las clases de la Universidad y la esperaba a la salida.

- Vamos a tomar un café y una tarta de un local –dijo el joven, dirigiéndose al Boulevard del centro de la ciudad donde los locales se alinean uno tras otro.

Primero entraron en “Aro”.

- ¡Esta demasiado lleno de gente! –dijo Nicky, volviendo sus ojos a través de los clientes del local, en su mayoría extranjeros. 

“Tengo que demostrar a Cristina que yo puedo ir al local más caro, pero la atmósfera de este no es demasiado agradable, así que vamos a “La Cena”, como había planeado antes, ¡soy hábil! “ –pensó el joven.



 “La Cena” estaba a poca distancia. Entraron en el restaurante y subieron las escaleras. El camarero acudió rápidamente.

- Tráiganos dos cervezas Tuborg – pidió Nicky.

- Yo no bebo cerveza, no me gusta, es amarga –dijo la chica.

- ¡Deja que te enseñe a beber cerveza! ¡Para todo hay un comienzo! – continúo él.

El camarero trajo las cervezas y las sirvió en los vasos.

- La cerveza no se bebe rápidamente, tampoco tan poco a poco como lo haces tú –dijo Nicky a Cristina. Una vez que te acostumbres a ella, dejara de ser amarga y la encontraras deliciosa –dijo Nicky.

- No lo creo –dijo Cristina, mientras apenas estaba bebiendo tranquila de su copa.

Nicky recordaba su infancia. Su madre lo envió con su padre en Sacele para vigilarlo y que no andará con mujeres. La casa de Sacele era un residuo de una ex amante del señor Oliva, que había muerto. Para evitar problemas con su hermano, dado que tenía la mitad de la casa, se la dio a su hijo mayor, Nicky. “ ¡Ve con tu padre, para que cuide de ti y no solo deba hacerlo yo! –decía la señora Oliva, enfadada”.

La madre de Nicky era profesora de matemáticas y se sentía como si estuviera casi todo el tiempo en la escuela. Cuando tenía tiempo libre, ayudaba a los niños con las matemáticas, ganaba mucho dinero y soñaba, que con el dinero, que tenía, era para ir de viaje al extranjero y así visitar todo el mundo: Egipto, Grecia, incluso muchos otros países.

Su padre, sin embargo, no tenía ninguna restricción si era con Nicky. El muchacho observó con curiosidad las orgías sexuales de su padre con las mujeres, que llevaba a la casa de Sacele. A pesar de que en esa época la gente era menos libertina y había pocas mujeres frívolas. Todas estaban obligadas a trabajar o si estaban en casa, debían ser mantenidas por sus esposos.

Su madre estaba deprimida por las aventuras de su marido, además no sabía lo que estaba pasando con sus hijos. Pero ella soñaba con algunas chicas ricas y que fueran médicos, para sus hijos y para su cuidado en la vejez.

De los cinco años de edad, desde cuando Nicky veía las escapadas amorosas de su padre y las escenas eróticas sin pudor, el sexo entro en la cabeza de Nicky para siempre. Estaba obsesionado con figuras, posiciones… ¿Qué haría yo ahora con Cristina? –pensó Nicky y le dijo:

-Como aprendí a leer en la escuela, fui inmediatamente a visitar a mi vecino, el ginecólogo y le pedí que me dejara ver su biblioteca y leí algunos libros. El médico estaba encantado porque pensó que yo era un chico estudioso y me los dejo inmediatamente, porque él creía  que yo quería libros con cuentas para mi edad. Pero yo subí inmediatamente en un taburete para llegar a la última estantería, donde el doctor había dispuesto su libros de perfil sobre su especialidad y elegí uno de anatomía, con imágenes en color para documentarme en el campo que me interesaba y así saber más acerca de lo que hacía mi padre con sus novias.

Cristina miró asombrada a Nicky. Nadie nunca le había dicho eso.

- Y pronto, tuve mi primera experiencia sexual práctica –continuo Nicky- una vecina, profesora de historia. Era una señora mayor, de mediana edad. Me tentó con una tarta de crema y fresas, ¡No pude resistirme a tal oferta! Y este fue el inicio de mi vida sexual. Ella era bastante fea, tenía la piel oscura, delgada y seca, como si tuviera solo piel en los huesos. Parecía como las mujeres mayores de Hawái. Y lo que ella me hizo se lo tenía que hacer a ella, al principio estaba un poco asqueado. ”`Voy a hacer lo que he aprendido –me dijo la mujer, cuando tu ya no puedas estar fuerte, en el poder, sin embargo vas a poder satisfacer a cualquier mujer” –dijo el joven.

Cristina estaba asombrada porque no entendía nada, de lo que hizo Nicky con la mujer.

-¿Cómo era tu vecina? –preguntó ella con curiosidad.

- Mi vecina había tenido durante años un gran sueño, casarse. Como tenía cuarenta y cinco años y era bastante fea, no tuvo la oportunidad. La suerte se apareció cuando menos se la esperaba. Conoció un italiano, más viejo en una discoteca e inmediatamente le pidió que fuera su esposa. En pocos meses se caso y se fue a Italia.

Nicky pensó de forma optimista. “No he perdido nada con la aventura con la mujer. Ni siquiera me gustaba, pero gané en experiencia, porque tuve pronto experiencias con ella y con otras vecinas más. Además se preguntaba : ¿Por qué no tengo éxito con las chicas de mi edad si soy guapo, alto, de casi dos metros, pelo negro y rizado, agradable de cara e inteligente?”

Cristina tenía empatía hacia él, como si hubiera leído sus pensamientos, ¿Por qué este hombre no utiliza su inteligencia para algo útil? Solo tiene los coches y el sexo en su cabeza, como si no hubiera otras cosas.

- La mayor escapada –continuó contándole a Cristina -fue aquí en el restaurante “La Cena”. Conocí dos mujeres esteticistas e inmediatamente se fijaron en mí y no me pude resistir a la tentación. No pude rechazarlas, aunque yo no sabía lo que me esperaba. Esto fue lo más duro para mí, sin embargo. Las mujeres se divirtieron conmigo, se proponían afeitar todo mi cuerpo. Fue una experiencia nueva e inédita para mí –Nicky pensó entonces –mereció la pena, porque se completo una orgía sexual de los tres. Las mujeres estaban desinhibidas sexualmente y con una imaginación extraordinaria, exactamente a mi gusto. Entonces Nicky pensó- esto no se lo digas a Cristina.

- ¿Quieres que vayamos a un video? –le dijo a Cristina-.

Sus compañeros de Universidad, organizaban en sus propios hogares el ver películas especialmente de contenido sexual, dado que era la única forma de hacerlo en esta época.

Repentinamente en el restaurante apareció Vali, el mejor amigo de Nicky.

Vali era un muchacho serio. Cursaba primero ese año, pero a él le fascinaba la personalidad de Nicky, quizá porque era opuesto a él. Su pasión por los coches era la única cosa que tenían en común. Sus padres eran médicos y su padre dirigía un hospital.

Vali era un hombre fuerte, con un bigote grueso y tupido. A los veinte años, era alto, gordo, peludo, con muchos rizos rebeldes y un bigote grueso. Parecía un hombre de cuarenta o cincuenta años. Parecía un pastor de Moldavia, con numerosas ovejas, con una piel de cordero en la espalda. Iba vestido de forma elegante, también tenía un Jeep “Aro“, entonces estaba considerado como uno de los coches más caros e incluso una motocicleta de lujo.

- ¡Que chica hermosa! Si no te casas con ella, yo la quiero –dijo el joven.

- No tienes ninguna posibilidad –respondió Nicky irritado, pensando que podía perder a Cristina.  ¡Tómate una cerveza!

- Quiero una familia con muchos niños sanos, no voy a poner en mi boca esa bebida, para no hacer niños discapacitados –dijo Vali.  ¡Este es mi gran sueño! ¡Porque yo tengo suficiente dinero!

“Sus padres son personas con dinero y pueden comprar lo que quieran“, pensó Nicky.

El sueño de Nicky era de terminar la Universidad, porque le gustaban los coches y quería trabajar con los conductores y ser sus jefe.  Le atraía fuertemente la vulgaridad de esos hombres, le gustaría comportarse como ellos, hablar como ellos… pero era tarde y tenía que ir a casa. Nicky beso rápidamente a Cristina, por protocolo, no para asustarla y ya estaría más con ella.

Durante el camino pensó en Dorin, su hermano menor. Era exactamente lo contrario, pero este lo quería mucho y lo veía como un santo. Todo lo que hacía su hermano mayor le parecía genial. A menudo Nicky trataba de corromper a su hermano, pero no existía ninguna posibilidad.

Físicamente era exactamente igual que su padre, pero débil, un chico lindo, educado y bueno, estudiante. En un viaje a Bucarest lo conquistó una estudiante de Moldavia, versada y más mayor que él, que estaba en el último año de la universidad y con una experiencia sexual rica. Tras su insistencia, trajo a Dorin a su casa de Brasov, para presentársela a su madre y a su hermano.

Su madre, la señora Oliva, sirvió como a todos los huéspedes una taza de café donde poder ablandar una pequeña cucharada mojada, en el tarro con 50 gramos de crema, que le habían regalado y lo servía con grandilocuencia a sus visitantes durante todo el año.

- Voy a servir café frappe y crema –dijo su madre con protocolo. “No es demasiado joven para encajar en mis sueños“ –pensó la mujer. “Es campesina. Yo quiero chicas adineradas para mis hijos. Pero como experiencia, Dorin es buena, incluso Nicky lo había dicho. Dorin tenía que comenzar su vida sexual“.

Por la noche, Dorin durmió con la estudiante moldava. A la mañana siguiente, Nicky se alegro pensando que por fin se había estrenado. Le preguntó con curiosidad:

-Bueno ¿Cómo fue? –preguntó Nicky.

-¿Qué?- Dorin contesto suavemente.

- ¿Cómo qué? ¿Cómo fue la chica? ¿Ella conoce bien el trabajo? dijo el hombre.

- Nada, no hice nada – respondió el joven susurrando.

- ¿Y tu no sientes la necesidad? No era mala la chica, era realmente bueno del todo, dijo el  hermano.

-No, no sentí nada –dijo Dorin.

Nicky recordó cómo le gustaba Dorin, cuando el profesor de órganos, máquinas y mecanismos - que amaba a chicos jóvenes - le tocaba a él su parte inferior, mientras escuchaba en los exámenes, como saber que hacían prácticamente, con todos los estudiantes. Señor Bottomo tenía una esposa y niños, que le ofrecía una tapadera ideal. Le invitó Dorin a su casa para enseñarle, dado que Dorin dejó para la recuperación su disciplina. Y parece que se había preparado bien, ya que saco un diez en el examen.

Dorin no sabía que esto le marcaría toda la vida, pero también se aseguraba el futuro,  aunque fue uno de los últimos de la clase e incluso no soñó en llegar a profesor universitario.

Al finalizar la Universidad, Nicky recibió un trabajo del gobierno – al igual que todos los graduados universitarios en la era socialista - como ingeniero en una fábrica, con el perfil de auto en Medias. No fue de los primeros, pero no había notas de la cola de jerarquía. No podía coger algo cercano a Brasov y con su especialización solo existían dos lugares en el condado y estos estaban ocupados por el primero de la clase, el hijo del rector de la Universidad.

El joven llegó a Medias el 1 de octubre. Había retrasado un mes el comienzo del trabajo, porque no lograba despertar por la mañana para ir en tren. Nicky hablaría con un amigo de Medias, Manuel, para resolver el problema de la vivienda.

- En Medias te conozco a ti, ¿Conoces a alguien que podría llevarme a casa?

- Una conocida mía se casó con un oficial. Ella tiene un niño pequeño, pero el oficial fue adscrito a otra ciudad. La esposa tiene una casa en Medias. Porque el oficial recibió una habitación gratis en el bloque de los oficiales y como ella lo tiene libre, lo puede alquilar.

La mujer lo estudió con cuidado. Era enorme, con una nariz como una trompa de elefante.Su sueño siempre había sido tener un bebe. Ella tenía un buen servicio con la contabilidad y una casa grande y bonita en Medias. Una aventura con un hermoso oficial tuvo como resultado lo que ella quería, se quedó embarazada. Se tuvo que casar con ella, para no dar explicaciones a sus superiores. Pero después del matrimonio y el nacimiento del niño, el oficial se traslado a otra ciudad. Su hogar lo recibió de forma gratuita por parte del ejército y podía permanecer allí de forma libre. La mujer si quería podía usarlo.

Nicky se presento al día siguiente a la fábrica “Automecánica”, donde se le había asignado. El jefe del departamento era un hombre atractivo, alto, delgado, de facciones regulares. Una vez que completó toda la documentación, lo mando al médico de la empresa.

Nicky abrió la puerta y vio con asombro una mujer rubia, de mediana edad y muy bonita. Pensó de inmediato en coquetear con ella. La mujer lo rechazó de inmediato molesta y lo envió urgentemente a hacer un control psicológico.

Al día siguiente Nicky se entera con la sorpresa que la fascinante mujer médico era la esposa de su jefe y que ella le contó el hecho acaecido con el joven aprendiz de ingeniero. Como resultado, el jefe se decidió enviarlo en una delegación durante varios meses cerca de su casa en Brasov, a la fábrica “La Bandera Roja” .

La delegación fue protectora para Nicky. Tenía un lugar lleno de conductores, que hablaban y se comportaban groseramente, como el siempre había soñado. Entre ellos, había una mujer de mediana edad, delgada, con nariz aguileña y mirada intrépida.  

 

  “¡Bueno que  ha aparecido un nuevo hombre por aquí! ¡Yo tomo a todos los controladores seguidos aquí! ¡Para probar y con esto, quizá me case con él! “ soñaba ella, parpadeando. Y lo invito al depósito de colorantes, donde se dirigía con frecuencia con los conductores. Se acerco a Nicky y cuando ella le envolvió con sus brazos alrededor de su cuello, el hombre no espero mucho más. Era como en las películas porno que él veía con placer tantas veces. “Esta mujer vulgar incluso conocía bien su trabajo” pensó Nicky plenamente satisfecho. Y paso el día pensando cómo sería el día siguiente.

El día siguiente el depósito estaba lleno con los controladores que iban a por el anticongelante.

Ana le hizo una señal con el ojo, indicando el inodoro y Nicky comprendió inmediatamente. La vulgaridad de la mujer, estaba completamente loco, el pelo teñido de rojo de la mujer no salía de su mente… lo obsesionaba…

Los conductores solo sabían de mujeres de condición baja. Ana era una puta y no demasiado hermosa. Para ellos no era más que una aventura de una sola noche. De hecho, Ana no se perdía ningún conductores en el trabajo, ella era la única mujer. Siendo tan frívola, no la quería ningún conductor como esposa. Sin embargo, para Nicky, Ana era la encarnación de su sueño, lo satisfacía realmente. Nicky quería una mujer muy versada, con una rica experiencia sexual, con la cual poder satisfacer  todas las fantasías más diabólicas. Esta mujer incluso superó las expectativas. Tomando nota de la debilidad del hombre, Ana obtenía plenamente provecho para ella. Ordenaba a Nicky como un general y él no ofrecía resistencia. “Qué energía fascinante tiene esta mujer sobre mí” –se sorprendió Nicky, al pensar que no había visto nada en su vida como esa mujer.. “¡Su deseo es ley para mí!”.

El hecho que Ana tuviera una niña, le gustó mucho a Nicky. Vivía en una habitación con los padres de Ana. “Tengo la oportunidad de ver no solo desnuda a Ana, incluso a su hija y a su madre, la suegra; y como el baño compartido con más apartamentos, mirando por la cerradura” –pensó Nicky- “podré disfrutar con mis ojos, sin obstáculos, sin molestias, libremente con las vecinas de todas las edades, cuando ellos estén en la ducha”. El inconveniente era del poco espacio para tanta gente, pero Nicky lo vio como algo positivo. Además era el optimista de su manera.

Su mayor sorpresa fue cuando Ana le presentó a su padre:

- Este es mi padre, es mecánico y tiene un taller de coches.

Tal cosa excedió los más grandes sueños de Nicky. No tendría necesidad de ir por la mañana a trabajar, ¿Para qué? Con una empresa, cuando quisiera descansar entre sus coches favoritos, algo así lo vincularía para siempre a Ana, haría dinero con el negocio. Este taller del viejo hombre era pequeña pero rentable.

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La madre de Nicky era una soñadora incurable, solo quería para sus hijos mujeres médicos, muy ricas. Ella buscaba a todas las conocidas para sus hijos. Al fin oyó de una mujer médico quince años mayor que Dorin, Alina, pero que provocaba crisis nerviosas a sus pacientes.  Con un gancho agarrador, ella aullaba, lloraba, gritaba y lanzaba golpes, los hombres huían de miedo. Nadie la quería como esposa, a pesar de que siempre había sido su sueño de casarse. Habían pasado treinta y cinco años y no había ningún aspirante. “Es muy buena para Dorin”-pensó la Señora Oliva. Su hijo, lento y ausente con todo lo que sucedía a su alrededor aceptaría sin problemas las crisis histéricas. Pensó en la médica, esa mujer siendo mayor, necesita tener una situación familiar mejor y lo que hizo fue solicitar al gabinete una visita, con el pretexto de que ella estaba enferma. Entonces habló de su hijo.

-Mi hijo es profesor en la Universidad. Tomó clases del famoso profesor de “los órganos”, el señor Bottomo –explicó.

-¿Los órganos? –preguntó la médica sorprendida.

- Del Departamento de Elementos de Máquinas de la universidad. Mi hijo es un muchacho lindo, en serio y no tiene ninguna novia. Creo que encajarías con el –dijo la mujer.

Alina estaba encantada y de inmediato recibió la invitación de la señora Oliva. No tenía la paciencia e hizo una visita al día siguiente.

La señora Oliva la invito educada y suntuosamente con el café-frappé, como de costumbre, con la cuchara delicadamente mojada en la pequeña taza de crema batida. Alina estaba encantada por Dorin, con su inocente mirada de niño, tímido y lindo.

Alina era una mujer madura, que el paso del tiempo había dejado sus huellas en ella. Arrugó fuertemente su afilada nariz y la alargó más tiempo como si fuera un pico de una cigüeña. “A este lo cogeré inmediatamente de la mano y jugará como yo quiera“ –pensó ella.

-Nos reunimos mañana en “Aro”, ¿No es así? ¡Yo pago! –dijo Alina.

- Pero Dorin tiene dinero –dijo la señora Oliva- le dá dinero su padre, es ingeniero en “Bandera Roja”. No vive con nosotros, tiene una amante – dijo la mujer. Y pensó - “Bueno, voy a tener un poco de dinero, en verano podré viajar a Paris y ver la Torre Eiffel y pasear por los Campos Elíseos… ¡Qué afortunado con esta chica!”.  Aprendió pronto que Alina no tenía nada, ni casa, ni apartamento, ni dinero, pero ya era demasiado tarde. La pareja era finalmente sólida y no tenía ninguna oportunidad de separarlos. “Por lo menos es médica”-se consolaba la señora Oliva.

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Tras unos años, en la estación de gas, de las afueras de la cuidad, Vali se reunió con Nicky. Consiguió ser profesor de la Universidad y se casó con una mujer médico. Vali tenía el último modelo de Jeep y Nicky tenía un jalopy, como del cementerio de coches, un tipo de auto que ya no existe y hace mucho tiempo no está en circulación.

- Nicky, ¿Sabes cuál es el mayor problema de un hombre? Tener un hijo discapacitado. Yo tengo dinero en abundancia, tengo un buen trabajo, un buen salario y un negocio rentable, pero sin embargo, no soy feliz ni nunca lo seré –dijo Vali- ese era mi sueño, tener muchos hijos sanos.

-¿No se puede tratar la enfermedad? – preguntó Nicky con curiosidad.

- Tú sabes que mis padres y mi esposa son médicos, no se puede hacer nada. Dejé a mi hija en el hospital cuando nació.

- ¿No se puede tratar en tu casa? –preguntó de nuevo Nicky.

- No, necesita un tratamiento especial, dijo el hombre.

- ¿Por qué no tienes otro hijo? Mi mujer fue inseminada y tuvo uno. Ella no podía tenerlo, la pobre y yo tampoco. Hoy en día, incluso los jóvenes no pueden tener hijos de manera natural y se inseminan.

- Me temo que pueda nacer con otros problemas. La probabilidad es muy alta y yo estaría peor que ahora. ¿Cómo sabes que es tuyo? Dime, tú que soñabas con dinero y riqueza, ¿qué has hecho? –cambió el hombre de tema.

- Me casé con una mujer diez años mayor que yo –dijo Nicky.

- Incluso sería rica, como la querías –lo consoló Vali.

- ¡De ninguna manera! Es pobre, no tiene ni siquiera una habitación y ella ya tenía un hijo anterior a nuestro matrimonio. Ahora se ha jubilado y nosotros vivimos de su pensión, además necesitamos pagar el crédito que nos dio el banco de 10.000 euros; mi esposa y yo queríamos tener un hijo y como nosotros no podíamos tenerlo, tuvimos que pagar una inseminación in vitro. Ahora tenemos una hija. Eso cuesta mucho dinero, ya sabes cómo son las niñas de hoy. Tú y yo sabemos que nosotros estuvimos solteros durante los años de estudiantes –Nicky no tenía consuelo. Soñó optimista como siempre, que también miraba cuando las compañeras de su hija iban de visita a su casa.

-  Tu hermano, ¿Qué hace? –preguntó Vali.

- Esta bien, permanece como profesor, con el apoyo del antiguo profesor, el señor. Bottomo, que es ahora rector. Es el único que este año está casado, como nosotros –dijo Nicky.

- ¿Y su esposa? Es médico de familia, como la mía, ¿no es así?

- Era, pero es más mayor que mi esposa y se ha jubilado. A él le faltan veinte años para jubilarse y necesita dos hijos que mantener. Debe dar un porcentaje mensual de su sueldo, del 80% al Jefe de Departamento, para conservar el trabajo. Actualmente mi hermano es profesor solamente con el nombre; en realidad vive de la pensión de su esposa. Tú sabes mejor que yo, como es ahora en la Universidad.

- Si, yo soy profesor y Jefe de Departamento. Tuvo la suerte de cuando se creó una nueva Universidad en nuestra ciudad. Me hicieron directamente profesor de ingeniería. Yo recibí una gran proposición inmediatamente de gestión y dirección. No tengo que dar parte de mi sueldo a nadie. Soy yo quien recibe dinero de los profesores, asistentes y estudiantes. Tuve que pagar un soborno, cuando me hicieron profesor y te aseguro que di dinero para mi función –dijo Vali. Ahora doy dos horas en mis cursos y recibo diez salarios mínimos, pero tengo diez clases de veinte horas, que no se hacen todos. Los estudiantes no vienen a cursos, para obtener la licenciatura. Hemos construido una casa con treinta habitaciones, como un palacio, con dinero de los alumnos. Tu hermano puede trabajar en otros sitios, ahora con la autonomía y el soborno, nadie va a la Universidad, ni estudiantes ni profesores. Tienes un montón de tiempo libre, así.

Nicky miró a Vali, cuando eran estudiantes a los veinte años. Vali era alto, gordo, peludo, con muchos rizos negros rebeldes y un bigote grueso, con gruesos pelos. Parecía un hombre de cuarenta o cincuenta años. Ahora el pelo se había vuelta completamente blanco, con un rostro fuertemente arrugado, débil y se asemejaba a Einstein antes de su muerte.

- Pero, ¿Cómo te debilitaste tanto?– preguntó Nicky, tras estudiarlo con curiosidad.

- Estoy mal del estomago, pero sigo un tratamiento. Tengo suficiente dinero para ello. ¿Y tú? ¿Cómo están tus asuntos? Para mí todo está bien, sin problemas. Ahora soy una de las personas más ricas de la parte alta de la ciudad, ¡Soy barón local!

Nicky sabía que Vali había trabajado en la Seguridad Comunista, cuando era estudiante y ahora probablemente. Además sus padres eran médicos y sus empleados leales para la Seguridad, quizás este era el motivo de su éxito ahora.

- Todo mi negocio fracasó –contó Nicky.

-  ¿Y el taller de tu suegro? – preguntó Vali.

- No existe. Y ahora tengo que pagar las deudas. Tuve muchos coches viejos, como si hubiera abierto un cementerio de coches aquí, en el bulevar. Los clientes decían que yo no había arreglado bien los coches y los rompieron. Yo tenía buenas ideas, pero…

- ¿Tu padre sigue vivos? – preguntó Vali.

- Por supuesto –dijo Nicky. Mi padre se casó con una de veinte años y tiene un bebé. Todavía tiene mucho dinero y el apartamento de la mujer húngara que murió. El viejo incluso vio su sueño hecho realidad.

Nicky entra en su coche antigua, de cincuenta años. Ahora cuando cada chico tenía un coche caro, el poseía un cacharro del cementerio de coches de la chatarrería, como su esposa, con diez años más viejos, pobra y fea. No tenía ni siquiera una cámara, pero tenía una boca enorme como una casa. Nicky había soñado tener siempre una villa, el presionó su cabeza con el volante y soñó despierto con su película favorita “El cartero siempre llama dos veces”. Nicky soñó cuando era joven y como entonces, tenía hambre, porque su esposa era tan tacaña como su madre. Su cabello rizado caía de su cabeza, donde permanecían dos mechones de pelo dispersos, por un lado de la cabeza, en forma de pirámide triangular al revés. Veía esa película a menudo, cada vez que tenía la oportunidad. Le encantaría verla ahora, pero igual que sus sueños con Ana fue destrozada y censurada como sus propios pensamientos. Ana era una perra, la misma madre, mala, agarrada y miserable, pero sólo le atraía y lo sometía tanto. Ahora no tenía escape, ahora solo el cartero llamaba una vez, para alcanzar la pensión de Ana.



El Pintor
 


           La puerta del aula se abrió y un joven que parecía venido del  Renacimiento hizo su aparición. En un principio, la profesora tuvo  la sensación de que era una ilusión, pero todo a su alrededor era bastante real - los estudiantes, el aula, la conferencia - solamente el rostro del joven recién llegado parecía que se hubiera teletransportado desde la época feudal. Alto, delgado, con el rostro sin afeitar, realizando sus fuertes características masculinas, como   la estructura de una cara larga con unos pómulos óseos prominentes unos ojos que ocultaban en su mirada un trágico secreto, algo misterioso y doloroso.

            Empática y con una sensibilidad especial, la profesora tuvo el presentimiento de que el enigma iba a ser resuelto pronto.

- ¡Hola! dijo el recién llegado en voz baja.

- El pintor ! Llegó el pintor ! -gritó histéricamente una de las poca  mujeres jóvenes que habla.

- ¿Es usted el pintor? preguntó con curiosidad la profesora, una amante del arte.

- No, eso lo ha dicho una de las chicas, repondió el joven suavemente.
- Con eses sombrero de Rembrandt, cómo lleva el - dijo la joven alegremente. Nuestro colega se llama Leonardo.

           Las chicas saltaban alrededor del joven alegremente, pero este se sentó muy serio en el banco. La reacción del chico incito a las jóvenes a retirarse. Si se hubiera tratado de otro hombre, al segundo siguiente habría tenido a una chica sentada sobre una rodilla y otra colgando del brazo derecho y otra colgando del brazo izquierdo y una subida un su lomo. Como habia observado la profesora esa mañana en la calle, otro estudiante conocido que se acercaban un nutrido grupo de chicas jóvenes, como las abejas acuden a la colmena con miel. Pero el joven se sentó en un banco solitario, aunque no había sucedido nada especial a su alrededor.

             Tras la pausa Leonardo se acercó a la profesora y le preguntó:
- Senora profesora para el próximo trabajo, que vamos a  preparar?
La profesora explicó en detalladamente qué debia aprender el chico y el tomó concienzudamente.

- Así que usted no tiene ninguna relación con la pintura, le dijo la profesora.
- No, pero vivo en un antiguo edificio de la Unión de Artistas, un edificio interesante del centro histórico y todos mis vecinos son pintores y escultores, replicó el joven.
- ¿Y dónde está el edificio en el centro histórico ? -preguntó la profesora con curiosidad.

- En la calle Lipscani, justo al lado del Banco Nacional. Es un edificio nacionalizado después de la Revolución y fue donado a la Unión de Artistas - dijo Leonardo.

- ¿Pero cómo ha llegado hasta allí? - le preguntó la profesora.
- La estancia de alojamiento, a un pintor, recibió la habitación alquilada de la Unión.
El taller está lleno de pinturas, caballetes, lienzos, marcos parece un taller de pintura - dijo.

- Creo que es una buena vida entre los artistas - concluyó la profesora, la Senora Sas.

- Yo no sé qué decirle, mis vecinos son un poco taciturnos, introvertidos, se mueven permanentemente, no tienen dinero ni siquiera para el alquiler. Ellos viven de hoy a mañana y si no pagan deben abandonar la vivienda, explicó el joven.

- ¿Y tu? ¿ Cómo pagas el alquiler? – continuó preguntando la mujer.
-
¿Señora, yo trabajo! Soy cámara de una cadena de televisión
  privada, dijo el hombre.
- Está bien, pero…
¿Y sus padres ? - preguntó  la
profesora.
- Mis padres... Eso es una vieja historia. Mi padre era un piloto, me está yendo muy bien, éramos una familia feliz. Pero murió! Y entonces empezó el calvario de mi vida! Y en la vida de mi hermana! Mi madre conoció a otro hombre que la obligó a vender nuestro apartamento. Un apartamento grande y hermoso, de tres habitaciones, así que mi hermana está en la calle! Mi madre no se preocupa de nosotros! relató el joven .

- ¿Y su madre, qué hace ahora? preguntó la Señora Sas.
- No lo sé, su actual marido la engañó y le quitó el dinero del apartamento - dijo el joven.

- ¿Y no te ayudó ? le preguntó la profesora, pensando en muchas personas que se habían divorciado o que habían avalado con créditos a conocidos, y los habían llevado a la calle, sin hogar a vivir entre los árboles, los arbustos.
- No me interesa, señora! Ella no se preocupa de nosotros - dijo Leonardo.
- Sin embargo,
¿
tu hermana qué hace? - preguntó la mujer.
-Ella vive y está sola, como yo - dijo Leonardo.
- ¿Por
qué no vives en una residencia de estudiantes?

- Señora, porque se necesita pagar mucho, dar grandes sobornos, ¿Cómo para todo hoy en dia, para cualquier cosa! Es mejor alquilar a los pintores. En los bloques te roban los presidentes de asociaciones, antiguos colaboradores o actuales de la Seguridad, como en el bosque. Toman el dinero de sus salarios, para los empleados de la  Asociación como si fuesen propios. Éllos compran alimentos y objetos con dinero de la Asociación y no lo controla nadie. Y en el mantenimiento normalmente se pregunta menos de lo que se  debería. Por lo tanto la paradoja llegó cuando el presidente con cuatro habitaciones calculo que su mantenimiento era mucho menor que un estudio. ¿Robar a lo grande ! – dijo el joven - ellos lo controlan todo, incluso la basura... quieren saberlo todo acerca de todos.

-Pero la peor que me ocurrió fue con la compañía de Internet. Envian a recolectores de firmas por la noche a mi puerta, amenazándome que ahora son los propietarios incluso de mi mismo. Yo tenía un contrato con ellos y no tienen Internet, sólo lo tuve tres días y ahora quieren darle un valor al contrato de veinte millones, para dos años, sin proporcionar nada. Tampoco se puede decir que es la ley, leí un artículo que recientemente se modificó la ley de protección al consumidor, especificando su protección. ¿Qué le parece lo que dice? Si le hace un contrato de proveedor de servicios no está obligado a dar nada, pero usted tiene que pagar todo, además pueden pedir enormes sanciones - incluso como está escrito, señora - y pueden solicitar una indemnización, al igual que después de lesionarse Parson. Y no hay ningún aviso.
                  La profesora se sorprendió por lo que escuchó, a pesar de que había visto muchas cosas últimamente, no había nada que la sorprendiese.                                                                                                                 
Se oyó  la fuerte voz de una chica.

- Déjeme decirle lo que me pasó cuando quería estudiar para el examen. Yo comparto la habitación con mis tres hermanas, sus amigos son de Bucarest, pero ellos viven en una residencia de estudiantes. Y no puedo encender la luz para estudiar. Ellos también son estudiantes de Económicas, pero yo no los visto estudiar... No sé cuándo o cómo se preparan, nunca los he visto hacer nada, pero obtienen notas de diez.

- ¿Y ellos como están en la residencia de estudiantes de la Politecnica ? ¿En  la nuestra no hay espacio para alojarse! dijo un chico rebelándose.

- Sobornado, como se hace todo hoy en dia – respondió la chica – hay que sobornar para cualquier cosa!

- Yo duermo en la litera de arriba, la camas están apiladas y tenemos una bombilla como fuente de luz, cada noche se quema la bombilla. No se puede revisar para el examen, debes bajar como un mono por las barras metálicas verticales de la litera y hay que salir hasta la chimenea que está en el vestíbulo. Del aseo sale un muchacho  desaliñado y ojeroso. “Por favor, apaga las luces del pasillo – le comento. "Ok! Me dice el chico, pero dame un trapo para desenroscar! Quema, está muy caliente! - me dice el chico cortésmente. Entro en la habitación y cojo ropa de una silla que está junto a la cama, que se que dejaré sin ropa. Tomo un poco de tela, la más pequeña para dársela al chico, cuando extendi mi mano me di cuento que había elegido unos bóxers del novio de la hermana mayor. Lo puse sobre mis pantalones vaqueros, pero yo estaba demasiado estresado por el examen, para reaccionar. Así y el muchacho estaba cansado como en un sueño.

- Eso no es nada ", dijo una chica morena con un pelo largo, lacio. Yo me dormí antes del examen, para estar descansada, todavía en la cama de arriba. A media noche yo y mis compañeras de habitación, nos despertamos debido a unos gritos terribles y patadas y golpes en la puerta.

            "Mariaaaaa ... ..! Mariaaaa ......! ¿Dónde estás María! ¿Con quién estas? ¿Por qué me dejaste?, después los golpesen la puerta cesaron y en entró a toda velocidad un chico en el centro de la habitación. "Mariaaaaa ... ..! Mariaaaa ...! ¿Dónde está Maria? Dónde te lo dejó? ". Mi compañera, situada en la segunda litera, se levantó y con una calma perfecta, dijo: "Cariño, tu María no está aquí! Búscala en otra habitación o en la discoteca ! ".
"Dime cómo hacer trampas de cara al libro..." se escuchó en voz baja en la calle, un fragmento de una canción muy escuchada.

- Y nosotros estamos sin puerta en la habitación, sin poder dormir hasta la mañana siguiente - dijo la chica en su historia.

- A míme paso una trágica situación mayor - dijo una muchaca rubia, delgada y baja de estatura. Mi compañera de habitación  tiene más amigos. Ella trajo como inquilino a uno de sus amantes y trasladó durante un tiempo a un novio de Bucarest. Yo estudiaba  muy ocupada, mientras el amigo de mi companera se pasaba todo el dia haciendo flexiones en la habitación. Un día cuando termine el examen y el loco vuelva a beber una botella con agua fría, se la tiraré por mi cabeza, suerte que hace calor.

            Desde los altavoces sonaba entrecortado, otro éxito de moda:  "Esta vida no se sabe qué / pero yo quiero."

       Varios jóvenes hacían el coro lentamente.
- A mi no me importa que las chicas estudien ! ¿Cómo puedo
atrapar a una y tener relaciones sexuales con ella! dijo un joven delgado, moreno con un bello rostro. He hecho tanto en mi vida! Ya estoy cansado !

           “En la sesión, cierro la puerta con llave de la habitación, cuando voy a ir al baño me agarro a una chica tiesa, quiere que  me atrape fuerte y se quede pegada como un palo y no me deje hasta que ella llegue a mi cama. Y mi educación se va por el desagüe ...”

           La profesora recordó que ella tuvo un
accidente desagradable recientemente en la residencia de estudiantes en agosto, antes del inicio del año académico. La residencia de estudiantes estaba prácticamente vacia , solo estaban los estudiantes repetidores. Fue al servicio administrativo para recibir una habitación de alojamiento. Obtuvo rápidamente un lugar en un hostal y fue a ver la
sala, era muy lujosa, como nunca antes había visto un dormitorio y lo encontró un poco aislado. En ese piso no había nadie, le pareció extraño. Fue inmediatamente a ver cuál era la situación.

            El director de la residencia, un joven obeso, de apariencia y  comportamiento mafioso y a causa de su apariencia, parecía diez o quince años mayor. Él respondió travieso con el pasaporte en la mano, justo después de descender de un jeep negro, lujoso.

            La mujer se asustó cuando vio a su documento de identidad en sus manos. "¿Cómo tenía el administrador, el joven con figura de mafioso travieso ¿ ", se preguntó ella.

- Deme, por favor, mi documento de identidad ! Soy profesora! dijo ella.

- Ya te conozco, de hace muchos años, de la residencia ! Tu eres una alumna ! respondió el hombre con agallas. ¿No puedo ver bien, lo que es?
- Me gradué hace mucho tiempo. Soy Doctora ! Pregunte a su jefe, el señor decano Alexa. El me conoce ! dijo la profesora.
Sabía que ella aparentaba mucho menos edad de lo que era, pero no esperaba una cosa asi, incluso en la residencia de estudiantes. "Si uno vive  permanentemente entre jóvenes, los entiende, se llega a actuar como ellos y nunca no hace uno viejo", pensó la mujer.

           El hombre la examinó con incredulidad. Dio sin embargo el documento.
Y ella buscó un lugar en otro hotel, aunque ya había
pagado
, decidió renunciar al dinero abonado.
                                Los recientes recuerdos se escucharon es una canción: "¿Por qué estás aquí / Sólo se dejó cicatrices ... / Me dejaste lleno de miedos."
- Tengo un amigo
de la escuela superior hace cuatro años, reveló una chica de cabello oscuro, excesivamente obesa. Me quedo en casa, cocino y lavo para él y él va con otras mujeres. Cuando él  llega a casa, me rompe en bataille, pero también lo es el amor, duele,  concluyó filosóficamente la chica.

          Cogida por sorpresa, los recuerdos se podían escuchar en voz baja chocó con otro de moda "está el amor tan raro / Amor que no tiene dónde encontrar / sólo pueden historias". Y otros recuerdos con "chica Rushen" inundaron el aula.

- Señora, usted sabe donde están las mujeres más bellas? Las mujeres rusas, señora! dijo un chico alto y delgado.

             La profesora pensó que en Bucarest, siempre la llamaba alguien por la calle "chica rusa" y ella se enojaba. Ahora entendia que realmente se molestaba por nada. Entonces recordó la canción rítmica "Siente la musa / Siente la musa / una rusa que ponga me confusa...", y que a ella le gustaba cantar. Recientemente, cuando salió cansada de la escuela, entró en un supermercado para comprar algo de comida. Un señor de edad, elegante le dijo: "Rusia ... Rusia ...". Molesta y agotada tras un día largo que terminó, la maestra tuvo más ganas de considerar como de costumbre, dijo por cualquier transeúnte y exclamó: "Y tú, hombre serio! ". Pero el hombre respondió, preguntándose: "¿Pero porqué se ha molestado la Señora, las mujeres rusas son las más bellas, solo yo he hecho un cumplido ".

             Las chicas subieron la música al máximo para escuchar otra canción: "A menos que no puedas, puede hacer la chica, si no lo sabe, conoce la chica!" Y las mujeres comenzaron a cantar felices. Dos jóvenes obesos y rubios se molestaron. Tenian más de veinte años y no tenian ningún pelo en su blanca y oronda cara.

- ¿Ghidoveţ, ¿Por qué te enfadas? - dijo un joven delgado y delicadoentre risas.

- Es que uno no puede! respondió una morena obesa, riendo.
- Pero ¿ tú que sabes?
le preguntó malicioso
, otro muchacho alto y delgado.
- ¿Eh ! Y tú , quréis mucho respondió la chica, riendo.

             Los jóvenes comenzón  coro traviesa a cantar otra canción de arriba: "Hoy me siento como si / que te amo!".

- Sólo hoy es bastante raro y apenas te sientes como ... respondió la morena irónicamente.

              "Su novia / me dice que quiere", el nuevo éxito que tanto gustaba a los jóvenes, se escuchó de nuevo. Y entonces la canción "Nosotros dos y una botella de litro", penetró de nuevo en los tímpanos de los que estaban en el aula.

              En la parte de atrás, dos chicas se depilaban los pelos de su bigote. Ellos empezaron a hacerlo durante el curso, lo hacian siempre, curiosamente incluso el apellido de una de ella era “Bigote”.

             "Nombre predestinado," pensó la profesora.

              "Dependiente de forma curva / dejamos que las familias de mi espalda", el coro cantó, otra canción que sonaba en la emisora de radio que rompió el silencio.

               Leonardo miro seguidamente, veía el color de la piel posterior hemisférica transparente de la cadena de su colega, morenas que se extendían sobre el banco después de unas hojas de papel.
              Dos compañeros obesos intentaron moverse, entre ellos subían y tropezaron varias veces a cada paso.

              Uno de ellos tenia  sus padres en Italia, trabajaban allí, le mandaban dinero y el sólo compraba comida rápida.
          La profesora pensó que era como un anciano, no como la gente joven que salía cada mañana del metro y dijo, riendo: "Tengo
ochenta años, voy a ir más rápido que dentro de veinte años! ".

               Leonardo llegó al bulevar. En el coche con la música alta, se detuvo delante de un paso de peatones, se escuchaba la letra de "Los ojos son de color rojo de la fatiga / ¿Cómo hacer que el dinero / atormente  todas las noches." Se puso los auriculares, escuchó la música que le gustaba. De este manera, se le olvidaban las preocupaciones y problemas diarios. "Eso es sólo yo y mis canciones favoritas", pensaba el joven. "Soy como un autista!" "Dum, dum, / con auriculares en la cabeza / Camino solo en la carretera. Dum, dum / ¿le gustaré a alguien? / estar contigo ahora " - sonaban en los oídos recuerdos conocidos. "Sin dinero, ninguna chica me mira, tan sólo en Internet. Debe ser la moda de ahora, eso sí, no hay ninguna mujer de ochenta años, que publique en Facebook, una imagen de una chica de quince años... o... tal vez incluso un hombre... ".

                De todos modos no tengo Internet, pero parodójicamente tendré que pagar lo que debo sino de lo contrario la curación vendrán a amenazarme para cobrar.

               En la calle, de repente, vio un grupo de personas desorientadas,  saliendo de un edificio. Él levantó la cabeza y leyó el panel, escrito en letras grandes: "La representación de la magia." Una joven enorme, con ojos nublados se topo con Leonardo y casi cayó sobre él. "Es obvio que ha habido un efecto mágico", - pensó el joven. "Si se cae, me chafa.

               Él llegó rápidamente a "pasaje latino", el lugar donde siempre había uno o más cantantes con distintos instrumentos. Esto no era tan extraño. Un hombre negro tocaba un instrumento extraño, una especie de tubo largo, muy largo. Pero lo que más le sorprendió fue el sonido que emitia era extraño, espeluznante. Leonardo sentía un hormigueo por mi espina dorsal. Se sentía como en un ritual vudú o en una procesión funeraria, con un mago de la jungla. Al salir sorprendido y aturdido por los recuerdos de ese misterioso sonído. En el lugar habla un anuncio en letras grandes donde se podía leer "Invitamos a la presentación de los tés".

             El joven entró feliz. Tendria la oportunidad de calentarse con un poco de té caliente. En frente, cogiendo tono, un hombre de mediana edad, vestido de forma elegante, llamaba a los clientes para servir, un líquido vivo de intenso color, el vapor flotaba escalonadamente. "Es muy bonito", pensó Leonardo y se dirigió a la mesa de al lado. Una hermosa joven, flexible y amable le ofreció un vaso de plástico con una bebida caliente, roja y fragante.
  - ¿Es rooibos africano, le informó ella.

            Leonardo bebió rápidamente, aunque recordó que había leído en alguna parte que este té no era comestible, pero si el apetito por estas extrañas pociones y estaba apenas abierta. Viajo a través de  los sitios. Por último, le hubiera gustado, pero el sentido común le dijo que lo dejara. Vio la puerta de salida de la habitación y se sentia aturdido, como si hubiera consumido alcohol. Continúó, teniendo los edificios en la acera de la carretera, como una persona intoxicada. "Por lo menos tenía algo”.

           En el callejón de al lado había una feria de comida tradicional: mortadela, salami y pasteles caserros..., también lo podía comprar en las tiendas, pero venden lo vendían al triple de precio.
- Aquí tenemos una pieza que usted puede d
egustar ! dijo a una joven que le acompañaba, sosteniendo un pequeño porción de tarta. No diga, que nunca ha querido un trozo de tarta.

           Leonardo llegó rápidamente a su casa. En frente de la puerta, estaba el hijo de su vecino de  tres años, jugando solo.

- ¿Qué haces Giani? le preguntó Leonardo.
-
Pienso en mi
novia, Susana, dijo seriamente el niño.
- Tienes novia, Giani? – le preguntó Leonardo, divertido.
- Sí, dijo el niño con convicción.
Y tengo una amante, Sorana... cuando Suzana falta a la guardería.

- ¿Y qué haces con amantes?- continuó el joven la conversación.
- Um .. dijo
balbuceando el niño. Yo lo he aprendído de ver las películas que ven mi mamá y mi papá. Nos besamos... y la voz suave del niño pronunció ciertos sonidos que Leonardo no entendia ni se esforzó en entender, y luego continuó un susurro de niño.

…………………………..................................................................................................
          Pronto tendrén el examen. Leonardo se precipitó escaleras abajo y llegó rápidamente a la parada de autobus.

           El autobús llegó lleno como de costumbre, los pensionistas viajan gratis. La mayoría, junto con enormes carros. Muchos caminaron más de cinco o seis horas desde la mañana. Algunos aburridos... pero otros trabajaban...
           En frente  apareció una ex compañera, Ina, que estudiaba con eficacia, era estudiante de medicina.

- ¿Cómo estás ? le preguntó Leonardo.

- Bien, gracias, estudiando sin parar, respondió ella.
- Pero vasa obtener la
recompensa a tu sacrificio - dijo el joven.

- Yo tuve un bachillerato muy difícil, aunque he aprendido mucho, como tu, "dijo Leonardo. Solamente las nuevas ayudas del estado. En realidad, son los que pagan por los exámenes, bachillerato, profesores, es fácil de emplear y pagar el puesto.

            Llegué tarde   el examen. Fue la último antes de la graduación. Termine el trabajo más rápido. Estaba preparandome intensamente como de costumbre, porque me encanta aprender.

           Cuando la profesora enseñó las hojas escritas, ella le preguntó:

- Y ahora, cuando termines, ¿has pensado en tu futuro?

- Me voy a ir del país, señora. Aquí no puedo hacer nada. No espero nada de bueno, me echaron de la televisión. Mi jefe me ha reemplazado por su sobrino, el tonto del pueblo, de un pobre caserío de Moldavia. Nosotros estamos mejor dotados intelectualmente y necesitamos emigrar a tierras extranjeras. Tal vez todavía tenga la posibilidad de tener algo incluso un sueño. Así que nos iremos!

           Al salir del edificio de la Universidad satisfecho con su trabajo, entró en la primera farmacia que encontró, para comprar medicamentos, porque no se sentía muy bien. Tenia síntomas de la gripe. Fue el único cliente en ese momento.
- Voy a servirte un té! Le tentó la farmacéutica con voz dulce.

          El joven reconoció inmediatamente la mujer que los volantes de la calle, él se negó y entonces él les dijo, con agallas, "¿Qué  buen dinero, habría cogido contigo ! ".

Leonardo se sintió penetrado profundamente por un atractivo aroma conocido. Lo identificó inmediatamente. Era similar a la exposición del festival de té. "Ooooh, qué sabroso es ! " le dijo a la joven sintiendo que sus sentidos se volvian locos, todo giraba a su alrededor. De pronto una mujer enorme vestida con una bata blanca, procedente de la habitación de atrás, cerró apresuradamente la puerta de la farmacia. Se volvieron y lo empujaron hasta el espacio de detrás de la despensa. Leonardo era consciente que no era capaz de soportar. Sus sentidos se estaban atrofiandos. Estaba parcialmente paralizado. En cuestión de minutos, sus pensamientos se convirtieron en una nube que iba desapareciendo poco a poco, poco a poco en inmenso horizonte...




Para un amor, hasta el  fin  del  mundo






 
 Ema entró en la aula oscura y húmeda, encantada por el misterio de las antiguas murallas del edificio, con elementos de arquitectura fascinante, se sentó en el primer banco. Era alumna del segundo curso en la Facultad de Geografía en la Universidad de Bucarest. A su lado, estaba sentado un joven moreno, pequeño, delgado, ojos alargados y mirada brillante.

-¿Puedo? ¿Está libre? –preguntó acento extranjero.

Es el chico por Mongolia del segundo grupo –pensó Ema – bajó la vista, discretamente. Él es simpático, amable y educado, no como los campesinos nuestros, groseros, del grupo de compañeros.

¡Qué niña bonita! –pensó Naranbaatar mientras miraba a la chica.

El curso de “Geografía de los Recursos Naturales” comenzó.

Los jóvenes estaban atentos a la conferencia del profesor –un anciano simpático, con su voz lenta- a veces cuando fundido una mutua mirada tímida, uno a otro…

Al día siguiente, cuando Ema entró en el aula, Naranbaatar exclama alegremente:

-Te he guardado un sitio aquí, en el primer banco.

Siempre había peleas por los asientos en las primeras filas, en el anfiteatro donde se llevaron a cabo las clases. La mayoría de los estudiantes llegaban media hora antes, para ocupar asientos de más adelante, para oír mejor las conferencias de los profesores y tomar notas completas, usando las exposiciones escritas en la pizarra.

Ema se sentó alegremente junto a Naranbaatar.

- ¡Gracias! –dijo alegremente.

En los días siguientes, los jóvenes escucharon los cursos

en el primer banco, en asientos contiguos.

El viernes, afuera había una tormenta. Estaba lloviendo con tanta fuerza, que quedaba húmeda hasta la piel.

- ¿Tienes un paraguas? –preguntó Naranbaatar a Ema.

- No, pensé que no iba a llover, hacía una hermosa mañana –dijo Ema.

- Entonces te llevo al hostal. De lo contario te vas a mojar y a resfriar –dijo el estudiante. Y abrió un gran paraguas negro, ofreciéndole el brazo.

Ema lo cogió por el brazo, el viento soplaba fuerte, tratando de arrebatar el paraguas de las manos del joven.

Estaban totalmente mojados. Naranbaatar trató de protegerla tomándola entre sus brazos, pronto llegaron a la residencia y Naranbaatar presentó en la entrada su tarjeta de estudiante.

-No se permite quedarse aquí –dijo severamente el portero - Solo acompaño a la señorita –explicó el joven.

Subieron al segundo piso donde Ema tenía su habitación.

Abrieron la puerta y en el interior había unas chicas que también eran alumnas y cuando vieron a Naranbaatr, sonrieron astutamente.

-No nos has dicho que tenías novio –dijo Andrea, una chica morena y menuda.

- Sí, nosotras te decimos todo lo que hacemos –dijo Alina una muchacha alta y rubia.

-Es mi compañero Naranbaatar –dijo Ema.

-¿Naranbaatar? ¿No eres rumano? –preguntó una pelirroja, pecosa de ojos azules.

-Es de Mongolia, ha venido aquí a estudiar geografía –respondió la chica.

- Entonces me voy –dijo el joven con ganas de marcharse.

-No, no te vayas, queremos hablar un rato más contigo, nos alegramos cuando tenemos invitados. ¿Te gusta Rumanía? –dijo Alina.

-Por supuesto, de lo contrario me habría marchado – dijo Naranbaatar un poco intimidado por las chicas.

-¿Qué te gusta más, el paisaje, la universidad o..?

-O Ema –completó Andrea.

El joven se había puesto colorado.

-Dejadlo tranquilo –espetó Ema a sus compañeras- ¿Por qué le molestáis?

-Estamos bromeando –dijo Andrea -¿Vienes mañana al baile de primer año con nosotras mañana? Te esperamos a las ocho y nos vamos todos juntos.

-Por supuesto –respondió el joven.

El joven se despidió de las chicas y se marchó.

Al día siguiente Naranbaatar llegó puntualmente a la residencia de las chicas.

Las chicas se habían arreglado e iban muy elegantes. El salón de la universidad donde se daba el baile estaba cerca de la casa. El ambiente era estimulante, la alegría de la juventud alcanzó su punto más alto, además con el baile nadie se daba por vencido, Después de los ritmos emocionantes del zorro, Ema invito a bailar a Naranbaatar, bailó con él un blues romántico, sintió sus manos frías con los dedos largos del joven cubriendo las suyas, pequeñas, suaves, como almohadas mullidas, pero su corazón de golpe se calentó.

Los estudiantes estuvieron bailando toda la noche, si no hubiera habido ningún programa impuesto por el regimen de terminar a la diez, para cualquier diversión en bares, restaurantes y por supuesto en las reuniones del curso y los estudiantes, en eventos organizados. Esta limitación, sin embargo, tienen un completo y totalmente efecto distinto al esperado, los jóvenes continuaron con su particular diversión, eso sí, en secreto, todo parecía más atrativo.

Las chicas mareadas por el baile, invitaron a Naranbaatar y a otros compañeros, a jugar a cartas el resto de la noche frente a la chimenea de su residencia. El problema más espinoso era que tenían que pagar al portero, porque tenía prohibido permitir el acceso al edificio a los chicos, porque era solo para las muchachas. Lo consiguieron en un momento de descuido del portero y consiguieron reunirse todos, se rieron y se divirtieron jugando a las cartas toda la noche.

Desde ese fin de semana, Ema y Naranbaatar se veían a menudo, salvo en algunas ocasiones, cuando estaban en los días previos a los exámenes. No se cansaba el uno del otro, querían estar juntos todo el tiempo, la única solución para esto era el matrimonio y la idea partió de Ema.

-Si nos casamos, vamos a tener una habitación en la residencia de familias y niños, es gratuita, donada por el Partido Comunista. Estaremos siempre juntos y vamos a tener unas mejores condiciones de vida.

En abril, los jóvenes se casaron oficialmente en el Registro Civil, tuvieron como invitados solo a algunos compañeros de habitación con sus parejas.

Los padres de Naranbaatar no podían ir y la madre de Ema estaba enferma y el trayecto hasta la capital le habría afectado negativamente a su salud.

Después de la ceremonia oficial, los jóvenes invitaron a sus compañeros en un restaurante cerca de la universidad, un menú que incluía chuleta de cerdo con guarnición, un pastel de chocolate y bebida para satisfacer plenamente a los presentes. El vino “Busuioaca de Bohotin”, rosado y aromático creó buen humor y alegría.

-¿Qué vais a hacer el 1 de mayo? Las entradas para el campamentos están de forma gratuita en los hoteles de lujo, con todo en la mesa, estáis aprendiendo bien y estáis recién casados, si os inscribís, seguro que recibiréis las entradas –dijeron los compañeros.

-¡Vamos a inscribirnos todos! –propuso Ema- creo que iremos.

En unos días, cuando lo tuvieron todo acordado, el Rector recibió las invitaciones de los hoteles y los billetes del transporte en tren.

-Quedamos a las diez de la noche en la plataforma junto a la Oficina de Información –dijo Alina –viajaremos juntos.

-¿En qué vagón tenéis los asientos? –preguntó Andrea a Ema y a Naranbaatar.

-En el vagón dos, lugares 92 y 94 –respondió la chica -¿y tú?

-Todos juntos, pero en otro compartimento, tendremos que ver si otros pasajeros nos lo cambian para poder estar juntos durante el camino.

-La operación duró media hora y los estudiantes pudieron estar juntos, así podrían bromear, charlar y divertirse todo el camino.

Por la mañana cuando llegaron a la localidad, se escuchaban los acordes de música al máximo de los equipos de música de los estudiantes, nadie los detenía porque era propio de su edad.

Los cuatro días fueron divertidos, pero tuvieron que volver a la universidad, finalizadas las vacaciones fue necesario regresar. Para unos estudiantes como Ema y Naranbaatar no era algo difícil, habían obtenido unas notas altas en la universidad, en el país habrían tenido un muy buenos puestos de trabajo a través de la división gubernamental, pero Naranbaatar quería regresar a su tierra natal, el Estado le había pagado su educación y formación y se suponía que desarrollaría su trabajo en la estación meteorologica ubicada en una cima de la montaña y también debía ayudar a su familia y a la comunidad con unas tareas específicas.

Llegaron tarde a la cima de la montaña, los rayos amarillos y brillantes del sol se estaban apagando en la inmensidad azul del cielo. Había oscurecido y el cuerno misterioso de la luna anaranjada cubría el cielo.

-Así que voy a vivir aquí de ahora en adelante –dijo Ema soñadora- ¡Qué romántico es! Un lugar de cuento de hadas, el aire limpio, las montañas, zonas verdes, árboles y flores, sin ningún tipo de estrés, por esto la gente vive aquí. Es imposible enfermar, pero por Naranbaatar no me importaría estar en ningún lugar de la tierra, pero no sola.

El aire frío y limpio de la montaña, pasaba profundamente en la cavidad pulmonar y hacía que cualquiera se sintiera lleno de poder, de juventud, como un niño eterno y su amor parecía más limpio y sincero que nunca. El cielo azul, parecía más azul que en cualquier otro lugar de la tierra, iluminado por el resplandor de la luz de las estrellas y de la luna, todo parecía irreal junto a Naranbaatar, el amor era más intenso que nunca. Cabalgaron durante horas por el bosque, pero los jóvenes no estaban fatigados en absoluto, empezó a anochecer y tenían que darse prisa en regresar.

Los árboles parecían más oscuros, el cielo torno en color azul oscuro y el aire fresco de la noche se deslizó más nítido.

-Coge mi chaqueta –dijo Naranbaatar- No quiero que cojas frío. Tú eres más sensible, yo soy un hombre de la montaña y soy fuerte.

-Yo también soy de las montañas, soy de Brasov –dijo Ema.

-En efecto, pero en la ciudad y no en la cima de la montaña,

no en los picos de Mongolia, aquí el clima es más áspero, Brasov es la depresión, queda poco, llegaremos en seguida –explicó el hombre.

Cuando vieron la primera casa ya era noche cerrada, solo se veían luces en la cocina, donde todo el mundo se había reunido para cenar.

-¡Naranbaatar, por fin has llegado! –dijo la gente cuando lo vieron y corrieron a besarlo y abrazarlo.

Solo más tarde se dieron que no estaba solo, miraban de forma extraña a la mujer joven, rubia y delgada con el pelo cortado como un chico.

-Es mi mujer –dijo Naranbaatar –vamos a vivir aquí con vosotros de ahora en adelante.

-Pero, la vida aquí es muy dura y ¿una mujer delicada como ella podrá vivir en las condiciones que tenemos aquí? –dijo una mujer mayor.

-Soy fuerte y dura –dijo Ema- no tengo miedo a nada, puedo hacerle frente, solo para estar con Naranbaatar.

-Vamos a la mesa –invitó la gente.

Los jóvenes tomaron sus asientos, los platos eran polenta, cuajada, queso y yogur, tenían tanta hambre por el camino recorrido que la comida les pareció increíblemente buena. En Rumanía el queso había desaparecido por complete del mercado y ya no podía comerse desde hacía tiempo.

-¡Que deliciosa está la cuajada! –exclamó Ema encantada.

-Es de cabra, solo se alimentan de la vegetación de la montaña limpia.

-Hoy vais a dormir con nosotros en la habitación –dijo el padre de Naranbaatar, Batzorig- no sabíamos que vendríais, mañana vamos a preparar la habitación en la buhardilla.

Allí se quedaba Naranbaatar antes de ir a la Universidad en Rumanía.

Ahora está llena de polvo y telarañas, sin embargo mañana la limpiaremos y será vuestra vivienda.

Ema pensó que nunca había dormido con tanta gente en una misma habitación, además de los padres de su marido estaban las hermanas, Altantsetseg, Bayarmaa, Bolormaa, Khongordzol y sus hermanos Chuluun y Batu En el dormitorio de la Universidad dormían cuatro en la habitación, pero ni siquiera diez. A Ema esto le pareció muy interesante, único, romántico, como en una película, en la cual ella era la protagonista.

Al día siguiente todavía era de noche cuando todo el mundo estaba despierto, cada hombre trabajaba afanosamente y las mujeres daban de comer a los animales.

-¿Qué miras? –dijo una de las mujeres –debes trabajar, aquí en la montaña la vida es dura, no como en la ciudad.

-Si quieres a Naranbaatar debes ser como nosotros.

Ema miro con cuidado como realizaban las mujeres el trabajo, ella era torpe, había vivido toda su vida en la ciudad y su madre no le daba trabajos de casa. “Toma y aprende, hazte maestra” –siempre le decía su madre- “Yo lo hare todo en la casa, tú debes aprender bien en la escuela”.

Ema era muy buena estudiante en la universidad, aprendía concienzudamente lo que tenía que hacer, incluso si era muy difícil con los animales, ella no había tenido nunca animales cerca y no sabía cómo comportarse con ellas, no estaba acostumbrada al trabajo físico regular y se cansaba rápidamente.

-¿Ya no puedes? –le preguntó con autoridad una mujer de edad similar.

-Con ella, con Nergal se debía haber casado Naranbaatar –explicó Oyunbileg, la madre del joven, pero él no oyó el comentario.

Ema miraba a la mujer y pensó que era un poco fea, pequeña y gorda.

“Tampoco parce demasiado inteligente” –pensó Ema estudiándola con atención.

Parecía como si la mujer le hubiera leído sus pensamientos.

-Soy una de las más trabajadoras de nuestro grupo, ninguna puede darse más prisa en cuidar a los animales o limpiar y cocinar –continuó ella.

“Eso es algo que puedo hacer muy bien” pensó Ema. Pero, ¿Por qué aprendí tanto en la universidad? Necesito hablar con Naranbaatar.

-Pero, ¿Dónde está mi marido? –preguntó a las mujeres.

- Jajaja, está lejos, se fue con los hombres a la montaña con las ovejas y las cabras –respondió la madre de Naranbaatar. Allí está la estación meteorológica donde trabaja.

Cuando llegó el almuerzo, Ema estaba débil de hambre y del cansancio.

Las mujeres pusieron una olla de agua a hervir, espolvorearon un poco de sal en ella y a continuación añadieron el maíz, rápidamente se hizo una polenta de color oro, que la dejaron sobre un círculo de madera.

Oyunbileg trajo un vaso de leche y un plato con queso y cuajada.

Que delicioso le pareció a Ema, había trabajado tanto que hubiera comido cualquier cosa, después de llenarse, quiso descansar, admirar la naturaleza y ver las vistas encantadoras desde la altura.

-Debemos continuar nuestro trabajo –dijo Nergal- tenemos muchas cosas más que hacer hasta el anochecer. Y Ema para demostrar que era una buena esposa para Naranbaatar, continuaba con las actividades en curso, con mucho trabajo, cuando el sol desapareció entre las cimas de las montañas y el cielo oscuro, la joven era agotada. No se había servido la cena y se fue directamente a la habitación del ático, que había conseguido organizarla en el trascurso del día. Entendió que Naranbaatar y los hombres se perdieron durante una época en las montañas con las ovejas y las cabras.

Por la mañana sospechó que podía estar embarazada y lo confirmaba día a día. “Por eso estoy tan cansada y no puedo comer cualquier cosa, tengo que esperar para darle la noticia a Naranbaatar”-pensó Ema. “Y estar segura de esto, si yo estuviera aquí en otra época, creo que en Antigua Dacia llevaría una vida similar a la de ahora, volví unos siglos atrás, a la mejor en la estación meteorological del pico, sería diferente y seguro con Naranbaatar”.

Los próximos días eran siempre igual, Ema empezó a echar en falta a Naranbaatar, a su madre, a la gente y los lugares cercanos que le eran conocidos, el ajetreo de la capital y su ciudad natal, echaba de menos los ritmos, los edificios, su madre le había dicho que era difícil estar entre extraños y que el amor por su marido no sería suficiente. “No escuche su palabra y ahora la sufro” –pensaba Ema- “no sé cómo voy a sobrevivir aquí”. Su madre le puso el ejemplo de una hija de un conocido que se había casado con un estudiante árabe, compañero de estudios, ella le dijo que cuando llegaron juntos a su país, después de la graduación, la vendió por un camello, sin embargo Naranbaatar, no haría eso –pensó ella- pero estas mujeres no sabía si la venderían por una cabra, de Mongolia.

Los hombres regresaron al cabo de cuatro meses, una noche escucharon fuertes ladridos de perros y campanas de ovejas y cabras.

Ema fue a saludar con alegría a Naranbaatar, el embarazo ya era visible.

-Pero, ¿Qué pasó? ¿Estás embarazada? Y yo sin saberlo –dijo encantado por la noticia Naranbaatar.

Esa noche estuvo feliz, como lo fueron todas las que siguieron en su matrimonio, porque estaban juntos.

Por la mañana, Ema se levantó temprano para trabajar como de costumbre.

-Pero, ¿qué haces? –preguntó Naranbaatar- tienes que cuidarte, no vas a trabajar hasta que hayas dado a luz.

-Pero me aburro si no hago nada –dijo Ema- He aprendido aquí tanto, quiero ser útil.

- Vas a enseñar a los niños de nuestro grupo de gente –dijo Naranbaatar- ellos también quieren aprender a escribir y a calcular.

Este trabajo con los niños, le gustó mucho a Ema, Nergal de vez en cuando la miraba con envidia, pero ahora Naranbaatar estaba con ella y ahora podía estar por encima de todos.

Por la tarde salió con Naranbaatar a dar un paseo y mirar los grandes paisajes que tenían a su alrededor, la llevó a una cascada de agua fría, que goteaba rápidamente en las paredes rocosas de la montaña, eran lugares donde jugaba cuando era pequeño, los árboles y las plantas llenaban las áreas de la montaña, parecía sacado de un cuento de hadas, y la vida para Ema parecía un sueño agradable, pero llegó el día que empezaron los dolores de parto.

Naranbaatar quería llevarla al pueblo pero ya era demasiado tarde.

-Todas hemos dado luz aquí, solas, en la casa y no ha habido ningún problema, y no habrá ninguno con Ema – dijo Nergal.

Ema ya no oía nada, tenía un gran dolor, ningún pensamiento que pudiese resistir a tal sufrimiento. Aunque era una mujer fuerte que luchaba con todo el peso.  La alegría del nacimiento de su hijo hizo que lo olvidase todo, era una madre feliz y Naranbaatar estaba tan orgulloso, tenía un hijo que se parecía muchísimo.

Los días felices eran pocos, Naranbaatar se marchó de nuevo con los hombres una vez más.

-Voy a ir contigo, quiero ver la estación meteorológica, quiero trabajar allí también –dijo Ema.

-A partir de ahora debes cuidar del bebé –le dijo Naranbaatar.

Ema entendió que esa sería su vida a partir de ahora.

Pasaron rápidamente cinco años y Ema tenía la sensación que ella desde toda la vida estaba allí, y que el resto de su vida había sido un sueño, un sueño al que quería volver de nuevo. Especialmente por su hijo Temujin, ¿Qué futuro podría ofrecerle si permanecían allí, en las cimas salvajes de las montañas? No podía resistir, tenía que dejar ese lugar cuanto antes posible, incluso si no volvía a ver nunca más a Naranbaatar, a quien amaba tanto como al principio, estaba esperando que se hiciese de noche para coger a Temujin, coger el paquete con ropa, algo de comida y salir a la carretera, ya había aprendido cual era la ruta de descenso, ella podía hacer el viaje con los ojos cerrados, pero tenía que llegar por la mañana al pueblo. El único problema eran los animales del bosque, no tenía ningún arma para defenderse de ellos, en la oscuridad sus gritos parecían espeluznantes. Pero Ema corría bastante rápido, el niño lo tiro todo, era pequeño y caminaba a pequeños pasos, incluso comenzó a lloriquear.

-Pero, ¿Dónde vamos mamá tan rápido? –preguntó el niño.

-Ya lo verás –le dijo ella, tirando de él hacia abajo –pero cállate, los animales salvajes nos oirán y nos atacarán, ¿quieres que nos coman los lobos?

El niño empezó a llorar más fuerte, realmente asustado, vio lo que ocurrió una vez cuando entraron los lobos en el gallinero y los estragos que hicieron, se comieron ovejas y cabras e incluso los perros pastores les tenían miedo.

Llegaron a la aldea al amanecer, en el camino un campesino había dejado un carro lleno de heno y Ema y el niño se escondieron entra la paja apilada.

Todavía era de noche cuando el hombre entro en el camino que llevaba a la estación de tren.

En la estación, Ema busco los trenes que salían de la ciudad, solo había uno, con productos derivados del petróleo, sin embargo no eran apropiados para el trasporte debido a la forma de los tanques, era preferible lo que transportaban grano, por último encontró vagones con trigo, en ellos podrían esconderse con facilidad sin que nadie los viese, pero el viento penetraba a través de la carreta y a disipar el trigo de los ojos, Temujin empezó a llorar de nuevo, pero el viaje no duró mucho tiempo.

La ciudad estaba cerca, cuando el tren se detuvo, se acabó su calvario, bajaron del tren sin ser vistos.

-¿Dónde está el puerto? –preguntó Ema al primer hombre que se cruzó en su camino.

El hombre le explicó cómo llegar allí.

En el puerto había un viejo barco ruso dispuesto para zarpar, Ema subió y se encontró con un hombre gigante, con figura redonda y la cara roja.

-Señor, ¿nos puede llevar en el barco? –preguntó Ema.

-¿Para ir donde?-dijo el hombre.

-A Rumanía, tengo dinero y una botella de alcohol.

El hombre miraba con antojo la botella, Ema entendió y se las arregló para ganar.

-Ven rápido, que no os vea nadie de la tripulación.

Y los llevó junto a los contenedores de transporte de mercancía, estaban llenos de naranjas, aquí pasareis los próximos días, pero nadie tiene que saberlo, debéis permanecer en silencio –dijo el hombre, retorciendo el bigote, tenían comida, naranjas en abundancia, el agua era el problema, pero debían resistir, Ema trato de dejar más agua para el niño, después de dos días, estaba débil por la sed.

“Creo que no aguantaré mucho más” –pensó ella- “moriré sin lugar a dudas, pero ¿qué pasará con el niño?”, trató de dormirse y pensó que si cerraba los ojos no volvería a despertar.

De repente, la puerta del contenedor se abrió y el hombre que la había ayudado a viajar entro lentamente, traía una botella de agua fría y pan.

-No pude traer nada más –dijo el hombre- debo regresar inmediatamente, no sea que alguien sospeche, no quiero crear problemas sino también los tendría yo si se enteran que os ayudé.

-Muchas gracias –exclamó Ema en voz baja- cogió la botella de agua y empezó a beber con avidez, como si fuera una poción mágica dándole la vida, aunque en realidad no era así.

La joven se recuperó inmediatamente, durante los siguientes días, el marinero siempre les llevaba agua, se las arregló incluso para reunir algo de comida sobrante y se la llevó a Ema y al niño.

Llegó el día en que el hombre les trajo la noticia de que llegaba el buque a puerto, Ema respiró animada, el miedo y el calvario que había pasado había terminado, aquí en su patria se sentía segura y que nada malo le podía suceder, estaba de vuelta a la civilización, llegó finalmente al país.

“Estar en casa es lo mejor” –pensó Ema, mientras observaba feliz al niño.

-Lo bueno es que ahora estoy tranquila –dijo la madre de Ema- estaba preocupada por ti todo el tiempo, me preguntaba si estabas bien, si te había pasado algo, si algún día volvería a verte o si llegaría el día de conocer a mi nieto

Epílogo      

                                                                                                                                                               Era una mujer orgullosa, Ema nunca dijo a nadie lo que había pasado en las montañas de Mongolia.

-Tengo que ir a la escuela, hoy viene alguien de la inspección del control de la escuela, seguramente estaré allí todo el día.

- No te preocupes, yo me cuido solo mamá –dijo Temujin- hay suficiente comida en la nevera. ¿Debo de hacer algo ahora que serás la directora de la escuela?

-No, puedo yo sola, ya sabes que las inspecciones de control, se realizan por lo general, cuando se acerca la Fiesta del Cordero de Pascua, para controlar los pasteles, solucionarlo todo, como siempre –dijo Ema. Pensó, en lo profesional, hizo lo que quería, ser profesora de geografía en una escuela cercana a casa, o mejor dicho, la habían nombrado directora. “El trabajo de los años que trabaje para la Seguridad, desde que regresé al país no fue en vano, fue una de las condiciones para ser propuesta y Temujin es mi alegría, el también hizo carrera, más fácil ahora que en mi tiempo, ahora las plazas no son limitadas en los colegios y en las universidades acceden muchos, yo lo puedo ayudar con el trabajo, tiene un puesto de informático en mi escuela, que puedo decir, soy una mujer feliz. Encontré el verdadero amor de mi vida, encontré a mi alma gemela, pocas personas tienen esa suerte de encontrar la felicidad. Tal vez por eso no quiera a ningún otro hombre en mi vida. No querría que me decepcionase. Todo el tiempo lo hubiera comparado con Naranbaatar, y no hubiera sido feliz ni yo ni mi pareja. Así, sola con mis recuerdos, todo parece perfecto y Temujin se parece demasiado a Naranbaatar, a menudo creo que es él. De todos modos, con el trabajo y los problemas de la escuela, no tengo tiempo para pensar, aquí en casa, es el lugar donde más a gusto estoy, tengo todas las comodidades, puedo comprar casi cualquier cosa y vivir con el aire de las montañas en Brasov. Puedo viajar al extranjero en cualquier momento, los viajes al extranjero son baratos, pero después de la aventura vivida, no deseo cruzar las fronteras de mi país –pensó Ema, soñadora y feliz.



 
Destinos  cruzados
 
Los adolescentes entraron en la habitación del sótano, que estaba lleno de verduras para limpiar. No fueron tan afortunados como otros compañeros de clase, que se quedaron para preparar y servir la comida.
Era una habitación oscura, húmeda, extraña… la luz del sol entraba con dificultad por las ventanas pequeñas, adornadas en sus rincones, con pequeñas y dispersas telarañas. En todas partes había bolsas de patatas, zanahorias, cebollas, así como cuencos y cuchillos para limpiar y preparer las perduras.
La antigüedad del edificio creaba una atmósfera misteriosa. Los misterios ocultos tras las paredes sensibilizaba a las personas, que entraban dentro de esos muros, como si quisiera ser descubierto y conocido por ellos. Quizás en otra ocasión o en otra época se trataba de un lugar especial, donde los secretos fueron plenamente revelados a todos.
La sala tocó en aquel instante los acordes sensibles para cualquier ser humano, penetrando en cada alma presente, llevándolos a un solo estado, impulsando inexplicablemente la magia de la confesión; como si entre todos los presentes les hubiera golpeado una conexión secreta.
- ¡Qué pena que el personal de la cocina no haya podido llegar al campamento!  Debido al accidente y la tormenta en la carretera, debemos preparar y cocinarnos nosotros el almuerzo –dijo una chica, corta y débil - Estamos aquí aislados y tenemos que hacerlo nosotros. ¡Pero qué difícil es hacerlo! Dios, ¡que tormenta más espantosa la de anoche! ¿la viste? ¡Era granizo! Los pedazos de hielo que cayeron eran como huevos de codorniz y que relámpago enorme brillo en el cielo oscuro, ¡parecía que llegara el fin del mundo! Incluso el río cercano se desbordó. Por la mañana el concierto de aves en el bosque, no se escuchaba como siempre. Rompió las ramas, vi la imagen desde el balcón de la casa.
- Señor maestro, ¿Qué era este lugar? Parece tan extraño, tan misterioso, siento que no estamos nosotros solos en la habitación –preguntó un chico alto, moreno y delgado.
El maestro, un anciano alto, con una figura cómica, simpático, con el pelo y la barba blanca, esbozó una sonrisa irónica en su cara larga y roja, mientras explicó:
-Aquí estaba un hogar de niños. Durante la guerra, en un bombardeo, una bomba cayó sobre el edificio. Los niños se protegieron en el sótano. No quedo ninguno con vida…
-¡Que tragedia! –exclamo tristemente una rubia adolescente y delicada.
- Mejor olvidemos todos la tristeza, ¿Quién va a tener mala suerte de cortar las cebollas? –preguntó un chico moreno, afeitado y calvo en un lado de la cabeza y del otro el pelo rizado, la última moda para los adolescentes.
- Tú, con tu corte de pelo de caniche, vamos a cogerlas–dijo otro chico rubio, alto, con gomina en el pelo formando picos largos, como almidón en aerosol – Nadie tiene ese placer.
- Pero tú tienes el peinado tipo alfombra, está bien, entremos y el resto que pelen las patatas –dijo el chico moreno.
María, una niña gordita y bonita, le toco el boleto de las cebollas, ¡qué mala suerte para ella!
- Tienes que limpiar un kilo de cebollas, ¡vas a llorar sin querer! –dijo Fernando riendo, el chicho con peinado moderno.
- Otros poneros alrededor de los cuencos, con las patatas y las zanahorias –exclamo Adina, una adolescente alta, morena y mandona - ¡Vamos a terminar rápidamente.
Los chicos se organizaron rápidamente alrededor de las bolsas de patatas, colocándose en sillas de madera. Comenzando a limpiarlas lentamente, una por una.
- Y ahora, para que no nos aburramos, cada uno va a contar su historia, ¿Quién empieza? –dijo Fernando.
- Tú, ya que has tenido la idea –dijo Lorraine, una adolescente rubia.
- De acuerdo, si esto es lo que queréis… Yo tuve una muy buena infancia. Mamá, papá, mis hermanas me amaban y todos éramos felices. En la escuela tuve una maestro maravillosa y a mí me gustaba aprender. Yo estaba entre los primeros de la clase. Ibamos de campamento y excursiones, realizaba todas las actividades extraescolares, hacíamos deporte, tocábamos la guitarra, pero también llegó el día de mi desgracia. El momento en que toda mi vida dio un giro, para siempre. Eran las dos de la tarde cuando mi padre regresó del trabajo. Encontró una nota en la mesa del comedor, la leyó y tuvo un ataque al corazón fulminante. Se lo llevaron en ambulancia. Murió en el hospital en las siguientes horas. Desde ese día desapareció.
- ¿Y la nota, que decía? –preguntó Serena, una niña rubia, bajita y curiosa.
- Mi madre dejo una nota de despedida. Se iba a ir a trabajar a España. Solo mis hermanas mayores sabían esto, pero no se lo dijeron a nadie, porque mi madre les había dejado algo de dinero, cuando se marchó. A mi hermano pequeño y a mí nos llevaron de inmediato al Centro de Protección de Menores. Entonces yo tuve una crisis nerviosa muy fuerte y estuve ingresado varios meses en el hospital. No me podía recuperar. Seguía sin creer, que lo que había ocurrido de verdad pasó. Tuve la sensación de que era una pesadilla, de las cual debía despertar y todo recuerdos, son todos para mí. Solo en ellos encuentro la paz y la felicidad que necesito.
- Y el centro ¿Cómo es? –preguntó el muchacho con el pelo de punta por la gomina, Leonardo.
- Te das cuenta de que no estás como en casa con mamá, papá, mis hermanos y hermanas. Las personas extrañas no pueden ser como ellos. No se preocupan por ti. Es como ir directamente al infierno, nunca voy a ser feliz –dijo el chico con tristeza – en casa hubiera estado contento aunque solo tuviéramos pan, solo quería estar con mi familia.
- Pero yo te he visto en la calle, cogiendo la mano y tomando del cuello a la profesora del centro –añadió Leonardo – deberías confesarte en la iglesia, ¡Es una mujer de 35 o 49 años!
- ¿Qué haces tú con ella? –le dijo enfadada Violeta, una chica morena.
El joven respondio:
- Yo amo a mi profesora, deseo casarme con ella cuando sea mayor de edad. Cuando tu estas enamorado de alguien el día no es importante. Ni el sexo ni su edad. El amor es superior a todo ello, no te interés a lo que hagan los demás, así es ahora.
- Ahora dirá, Violeta, que es el amor de su vida. Tu eres una chica lista y además la más hermosa de todas las chicas de la clase, así lo dicen todos los maestros –continúo el chico.
 – Mi vida ha sido una tragedia desde el principio. Mi padre murió cuando tenía treinta y cinco años, en plena calle. Un extraño lo secuestro y le obligo a beber veneno. Fue lo que encontraron durante la autopsia, en el esófago y en los intestinos, lo tenía completamente quemado.
- ¿Y tu madre? –le preguntó Leonardo a Violeta.
- Mi madre tuvo una depression. Bebió y cayó delante de un tren, que se acercaba rápidamente  –continuó la adolescente hermosa, delgada de rasgos delicados, con unos ojos oscuros brillantes y largas pestañas y rizadas – Me adoptaron unas personas, pero se burlaban de mí. Yo era una diversión para ellos, incluso les gustaba quemarme con los cigarillos. Pero me escape. Estoy en la calle. No tengo miedo de estar en el parquet. Estoy acostumbrada desde pequeña enfrentarme a la dificultad. Tengo que luchar para sobrevivir.
- Así es. No estás bien con las personas extrañas –confirmó un chico de pelo castaño y fornido, Marius. Adrián tiene unos padres con mucho dinero, pero viejos, de más de sesenta años. Al parecer, todo se ve bien. Tiene dinero y puede comprar todo lo que quiera, pero algo sucede con él. No suele hablar mucho con nosotros. No tiene ningún amigo, es nervioso. No puede estar quieto en clase, es violento y golpea a los demás todo el tiempo sin ningún motivo. ¿No os habéis dado cuenta de esto?
- Sí, a mi me golpeó –dijo Cerasela, una chica rubia y tierna.
-Es mejor que Violeta siga con su historia, ¿Cómo es el centro? ¿Por qué faltas tanto a la escuela? Pierdes mucho más y tu eres inteligente para estudiar –dijo Marius.
- No me llevan los maestros. Llevan a la escuela a los pequeños, pero a mí nunca me llevan. Yo vivo en un apartamento que ellos me dejaron. Y a mí sola no me dejan venir –continúo la muchacha.
-¡Que lastima! La profesora de rumano dijo que eres inteligente –dijo un muchacho pelirrojo – tú eres la que pierdes.
- Si mi padre hubiera sido un hombre bueno, yo ahora estaría bien –continuó la adolescente con dolor en su voz- lo tenía todo. Mi bisabuela nos dejó un apartamento de cuatro habitaciones y ella se retiro a un studio. La abuela fue obligada por mi abuelo a vender el apartamento y todo el dinero ganado se lo gastó por los bares. Mi abuelo era el padrastro de mi padre. Él actuaba violentamente con mi padre. Le hablaba mal, le golpeaba y lo echaba fuera de la casa. Y con la abuela también se portaba mal. Para que mi abuela no sufriera más, mi padre se sacrificó por ella y se fue solo, a la calle. Así es como creció, allí por tristeza empezó a beber y a consumir drogas, arruinó su vida. El era un hombre guapo, rubio de ojos azules. Mis hermanos pequeños se parecen a él. Pero de ellos ya no sé nada y no creo que vuelva a saber nada de ellos nunca más. Fueron adoptados inmediatamente después de la muerte de mi madre - dos en el extranjero, uno en Europa y otro en los Estados Unidos. El tercero está en un pequeño pueblo de Rumania. Podríamos saber algo si vamos a un programa de televisión, pero mi abuela no quiere investigar ni averiguar, qué pasó con ellos. Ella dice que no quiere, que todo el mundo sepa, que dio los niños a unos extranjeros. Con su nuevo marido, ella tenía también dos hijos, dos niñas, una de veinte y la otra de veinticinco años. Ellas también tienes hijos. Sin embargo, el abuelo adoptivo murió hace un año y ahora la abuela puede cuidar de mi al menos un poco. Él era el único que no la dejaba. La abuela prometió que me llevaría a su casa mientras ella viva, pero si vienen sus hijas, me echan fuera y vuelvo a la calle. Sin embargo, no tengo miedo, yo sé luchar por mi vida –dijo la hermosa chica con determinación.
- ¿Si te dejara a ti el apartamento? –dijo un adolescente, Andrew.
- De ninguna manera. Sus hijas tienen derecho a él, pero la abuela tiene remordimientos de lo que pasó a mi padre. Ahora en la vejez quiere limpiar sus pecados y ayudarme, aunque ya es tarde –la chica terminó y se fue con tristeza en su voz.
Se hizo el silencio. Durante varios minutos, se escuchaba solamente los cuchillos afilados que cortaban conchas perforadas de varios tamaños y cuerpos redondos de patatas.
- ¿Quién sigue? - Fernando rompió el silencio- yo les conté la tragedia de mi vida.
-Yo no quiero decir nada –grito violenta una chica con la piel oscura, con las cejas pobladas bien juntas y bigote sobre sus labios- Tengo padres, pero me fui de mi casa. Estoy mejor en el centro. Allí tengo de todo, puedo comer y recibir regalos de vacaciones, comida, ropa, todo lo que quieras. Nos dicen a todos que escribamos en un papel, lo que queremos y obtenemos todo lo que pedimos.
La chica tiró a Fernando sobre ella, que se sentó cómodamente en sus brazos y las piernas de ella.
- Pero, ¿por qué no nos cuentas? ¡todos lo hicimos! –se enojo Leonardo.
-¡No quiero! No estoy dispuesta y listo. ¿Te gustaría que te pegara como pego a Anda? La golpee hasta romperla, le arranque pelo y la golpee, la lastimé, ¿Has visto como está? –le espetó la chica.
En la habitación apareció un chico de pelo castaño, con una olla enorme, Gelu.
-Podéis lamer el chocolate que queda. Nosotros lo hemos preparado, ¡es delicioso! Nos acordamos de vosotros como buenos compañeros de clase.
Dentro de la enorme olla había una gruesa capa de chocolate de casi un centímetro. Los niños comenzaron a comer con las cucharas y con verdadero placer el contenido dulce.
-¡Ummm!¡Qué bueno que está! –exclamó Leonardo encantado.
-¡Quita! Déjame a mí también un poco –dijo un chico detrás de él.
- ¿Por qué todos vosotros os quejáis? Yo solo tengo madre y esta se fue a trabajar a Italia. Estoy solo en casa y estoy bien. Mi madre me envía dinero y me compra todo lo que quiero: shaorma, hamburguesas, pizza y cuando quiero voy a las máquinas de juegos.
- ¿Por eso estás tan gordo? –pregunto Negruta, una chica con la piel oscura, como una mulata. Y poco a poco comenzó a tararear el estribillo de una canción de amor.
- ¿Y qué? ¡Soy guapo! –respondió el adolescente – les gusto a las chicas.
- Creo más bien que les gusta tu dinero –dijo la chica.
- Pero no les doy nada. Ellas vienes a mí de forma gratuita. Hoy puedo encontrar miles de disponibles en todas partes. Pero para ser sincero, no tengo muchas ganas de chicas –completó el adolescente – me gustaría jugar todo el tiempo si fuera posible.
- Yo me quede sola, sin mis padres –completo una chica de pelo largo, con formas redondas, grasienta y con bigote en comparación de las compañeras – Mi madre murió y mi padre está en la cárcel. Robó un poco de comida en una tienda, por que no tenía nada para comer. Papá quería trabajar, busco por todos los sitios trabajo, pero nadie le dio trabajo aunque es diligente y hábil. Ahora vivo con mi abuela, ella me cuida.
-Me siento mal, me mareo –dijo lentamente una muchacha bonita, rubia con coletas y que ceceaba al hablar. Ayer mi papá golpeó a mi mama. Es muy malo y yo me siento y tiemblo todo el tiempo, no puedo caminar después y no me he recuperado desde entonces.
- Se lo que es –dijo con un tono simpático otra chica morena con cola de caballo – mis padres hacen lo mismo.
- Dejadme que cuente lo que me pasó a mí en una grabación –dijo una chica de piel oscura, confiada – mi madre me inscribió en el modelaje, quería convertirme en una estrella. Ella pago una gran suma de dinero en cursos y me compró mucha, pero que mucha ropa. Me veía como a una estrella de cine. Cuando se terminaron los cursos nos llamaron para hacer películas con nosotras. Mamá tomo las galas y listo, las dos estábamos en un edificio. Llegó un señor y nos pidieron los documentos de identidad tanto a las madres como a las hijas y los teléfonos móviles. Los cogieron y se fueron con ellos. Dijo que no los necesitábamos y nos encerraron con llave en el edificio. Cuando vimos todo esto, estábamos muertas de miedo, empezamos a gritar, a chillar. Suerte que las otras mujeres también gritaban tanto, que se hubiese podido provocar el derrumbe del edificio. Estuvimos gritando hasta que nos liberaron. Probablemente tenían miedo de que alguien nos oyera. Cuando nos soltaron corrí rompiendo el suelo, no necesitaban modelos, cuantos días nos quedaban.
- Pero, ¿crees que vas a llegar a ser una estrella? ¿Así de fácil? –preguntó Eduard de modo travieso. Yo tengo un actor que me ayuda, me da dinero. Él dice que llegare a ser una estrella – completó la discusión un adolescente guapo, con un tocado negro, grande y moderno, gesticulando como una mujer. Aprendí en pensiones, sonrojándome como una artista del maquillaje.
- ¡Ahhh! ¿Él te da dinero para perfumes y cosméticos caros? –preguntó Violeta.
- Pero ¿Y a ti que te interesa? ¿Dime tu madre lo veía bien? –completó la serie de preguntas el adolescente.
- La mayor tenía treinta y cinco años, ¿Qué pensáis, que por algo así os quería el señor convertiros en estrellas? ¡Él quería vendernos! ¡Vivas o muertas! ¡Podía ser para los órganos!¡No le importaba nada más que la belleza! –explicó la adolescente.
- Yo tengo ambos padres. No se golpean, pero se pelean todo el día. Mamá dice que con mi padre ya no va y ha encontrado otros hombres en la iglesia más viriles. Mi padre se queja que mi madre se va. Él me coge a mí para ser testigo, para estar a su lado cuando jura sobre la Biblia que es fiel. Pero sé que está mintiendo. Papá tiene como amante a Daniela, la vecina, una morena con formas apetecibles. Está muy buena, como si fuera sacada de una revista de las estrellas. Me encantaría, pero ella prefiere a mi padre. Él incluso está muy bien como hombre, es alto, moreno y guapo. Mi madre está enfadada con él, que se lo estén comentando las vecinas del bloque, que envidian a mi madre. Están celosas de mi madre, porque tener a un hombre tan guapo. Papá me coge a mí, la Biblia y jura que es un hombre serio, y que no está mirando a otras mujeres. Pero yo sé que no es cierto. Lo vi cuando se iba con Daniela y cuando regresaba con ella. Incluso puso nuestro apartamento como aval en el banco, por nuestra vecina. Nos dejó sin hogar a mí y a mi madre por ella. Yo también tengo circo en casa cada día. Ya no sé cuánto tiempo más van a estar juntos.
- Mis padres son muy serios –dijo Iliuta- Mi problema sois vosotros, mis compañeros, porque me golpeáis. Soy el mejor estudiante de la clase y no quiero faltar a ellas. Voy a la escuela para aprender, pero ¿vosotros? Tengo que recibir golpes y bofetadas diarias, solo me golpeáis en la cabeza, para que yo sea tonto también. Voy a ser como vosotros y no vais a tener a nadie de quien copiaros en los exámenes.
- Deja, tú no tienes solo diez –dijo Fernando.
- Pero, Alan ¿Qué paso, por qué te fuiste de tu casa? –preguntó Negruta con curiosidad.
- ¿Yo? Yo no me fui –respondió el adolescente, saltando de un pie a otro.
- ¿Cómo es eso? Vino tu madre llorando, hacía tres días que no ibas por casa –dijo Alina.
- ¡Ah! Falte una semana. Me secuestraron los estudiantes del campus universitario. Es una crisis de chicos enorme, por tipos como yo –dijo con orgullo. Estaba como en el seño de Abraham. Yo comía solo cosas buenas, las traían las chicas de las zonas rurales donde estaba viviendo. Me lo pasé muy bien –contó Liviu con la figura cómica, como si todo el mundo fuera suyo – mi padre me dijo que cuando era joven, todos los hombres eran virile. Solo los hombres sobre los años 50 y 60 eran inpotentes tranquillas. Este fenomeno era muy raro a los joven. Pero ahora, los chicos de 18 y 20 años son violentos, golpean a las chicas por placer. Ellos lo han visto en internet. Se sienten bien golpeando la cabeza de las chicas en las paredes, porque son impotentes.
- Tú puedes tener un mal día, como Alex cuando estuvo el dos de mayo.
- Yo estoy consciente, no bebido como lo estaba Alex. Él no sabe con qué mujer se fue a la playa. Podía ser una vieja –se rió Liviu – ¡Pobre Alex, ahora tiene que hacer un tratamiento!
- Si eres inteligente como yo, puedes ganarte un ordenador portátil –contaba Radu – Me llama mi vecina, ella tiene 35 años pero es muy bella. Yo le reparo alguna cosas en su casa, porque ella está sola y ella me regalo un Toshiba nuevo.
Una chica, Adriana, que tenía la cara llena de granos, empujó al chico y puso su pie sobre su cabeza, Cosmin.
- ¿Cómo es Irinel, el chico que me gusta? preguntó la adolescente con curiosidad.
- Ahora estoy con Flaviu –dijo Adriana.
- ¿Por qué estás pendiente todo el tiempo de los hombres? –preguntó Fernando. –Creo que has estado con 100 de hombres este año.
- Es mi hermana y yo tengo que cuidarla. Ella me cuenta, todo lo que hace con los chicos –dijo Cosmin- yo debo protegerla, de que no le pase nada malo como a mí, que estoy asustada de cómo me quedo mi piel del rostro.
- Te pasó esto por ir todo el tiempo, donde no debías ir, Comprende todo lo que te ha pasado – explico una chica, Negruta, comenzando a cantar una melodía encantadora.
- Negruta, ¿pero a ti que te pasó con el empresario? – preguntó Fernando, curioso – nunca dijiste nada. Tienes una voz preciosa.
-Me acerqué a él y no hemos resuelto nada. Me llamo cuando estaba solo en su casa, sin su esposa y sin sus hijos –contó la muchacha- y esto no era bueno en absoluto.
- Pero ¿Dónde y cómo lo encontraste? –preguntó Alina.
- En internet, me enteré de su teléfono y cuando entré en su casa, el me dijo “querida” y comenzó…
- ¿Y? – dijeron a coro los adolescentes curiosos.
- Y… nada. Ya no os cuento nada, necesito encontrar a otro empresario. No voy a renunciar. Aunque me dijo que no tenía talento en absoluto, dijo Negruta. Y yo simplemente me enamoré de él.
- Pero tiene más de cincuenta años, esposa y tres hijos –completó Alina.
- A mí, mi padre me compró un estudio de grabación, contrató a la gente para que se ocupara de mi película, director, empresario… y había hecho un casting para los niños por mí –dijo una morena con el pelo largo y rizado, con la figura mimada.
- Si –dijo Fernando- tu padre trabajaba en el Ministerio y tiene dinero en abundancia.
- Y mi madre es directora de una agencia pública y yo hago presentaciones en un programa de televisión –dijo Larisa, una chica de cabello oscuro, delgada, con el pelo largo, lamiendo.
- Quería ganar dinero por mi misma –dijo Angela, una chica con piel oscura y el pelo teñido de rubio platino. Solo tengo madre, que trabaja pero gana muy poco. Leí un anuncio en el periódico, ponía que pagaban a chicas de compañía para extranjeros. Yo llamé y de inmediato me llamaron, me mandaron con un italiano, muy viejo, a una mesa en un restaurante de lujos. Me encantó, había un montón de comida, disfrute de carne carbonara deliciosa, pasta, bebimos champán y whisky, comí incluso una ensalada de frutas con helado. Después, cuando terminamos, el italiano me llevó a su habitación. Entonces me asusté. En el anuncio ponía solo de compañía, nada más.
- Jaja –dijo Fernando- Qué te creías, ¿qué hoy te dan algo gratis?
La conversación se interrumpió. En la habitación entro un hombre de unos treinta y cinco años de edad, alto y bien constituido.
- Andrea, vengo a buscarte –dijo a una chica delgada, con el pelo rubio y los ojos azules.
- Todavía no he terminado, espérame una hora, por favor –dijo ella.
- Vale, estoy dando un paseo por los alrededores y vuelvo más tarde –dijo el hombre de la habitación.
- ¿Quién es? –preguntó Negruta con curiosidad.
- Mi amigo –respondió la muchacha – vivo con él.
- ¿Qué dicen tus padres? –preguntó Violeta con curiosidad–solo tienes 16 años.
- Yo solo tengo madre y ella no se preocupa por mí Trae constantemente hombres extraños a la casa y cuando mamá no está en casa, ellos no me dejan en paz. Se lo dije a mi madre y no se lo cree, ya no soporto más. Conocí a Adrián y se enamoró de mí a primera vista. Le conté mi situación y se quedó impresionado. Yo quería quedarme con él, en casa de su madre. Así no estoy en peligro y ya no tendré que vivir con miedo, durante más tiempo.
- Y con su madre ¿Cómo te llevas? –preguntó Alina.
- Muy bien. Ella me quiere, yo lavo la ropa, cocino y limpio –respondió ella.
- Bueno, ¿pero tú eres su sirvienta? ¡te pusieron a trabajar!  – exclamó el revolucionario de Fernando - ¡Te explotan!
- ¡No! Yo solo pensé que debía de ayudar en algo. Si la gente me tiene en su casa, me da de comer, es agradable conmigo, algo tenía que hacer de alguna manera –explicó Andrea.
- Está bien que Adrián sea un buen hombre –dijo lentamente María, una chica débil del pelo marrón.
Un solo adolescente, Andrei, muy hermoso, de pelo oscuro, alto, de ojos grandes y pestañas largas, se volvió oscuro, evitando contar su historia, porque habría fracasado aunque quisiera. Era muy infantil y aunque creció, amaba las máquinas tragaperras. Hubiera dado cualquier cosa por unas cuantas monedas para jugar. Sus padres, que eran personas muy religiosas le enseñaron a ser bueno y justo, pero no le dijeron que tuviera cuidado con los malos. En el apartamento de al lado vivían unos vecinos extranjeros de la misma religion. Su padre estaba feliz cuando su hijo lo visitaba ocasionalmente. Y estaba feliz de conseguir algunas monedas de un centavo para las ranuras, tan queridas por él. Pero a ellos les costaba demasiado caro. ¡Demasiado caro! El desconocido se aprovechó de la ingenuidad y la buena fe del niño. “Este hombre me arruinó para siempre” –pensó el muchacho- “no sólo mentalmente, sino también físicamente, porque me dio una enfermedad incurable. Mi cabello hermoso, oscuro como un cuervo negro, se cayó sin la menor posibilidad de recuperación… es mi secreto, mi tragedia.
- ¡Ya he terminado! ¿Nos vamos a la mesa? –dijo Fernando victorioso.
Los adolescentes alegres y ruidosos subieron al comedor, donde toques delicados de luz solar, que escindían los tonos azules de los pelos del cielo mágicamente despertándolo todo a la vida. Se llevaron bandejas bien limpias para servir, un plato de sopa, que emanaban erráticamente los vapores, un plato con croquetas de carne, puré de patatas apetitoso y un pastel de chocolate dulce, muy dulce, que parecía encantado, como lo hizo a todo durante unos momentos, todo para hacer unos adolescentes felices.
 
Amor asesino
 
 
Eugene se estremeció ante la visión del hombre con la máscara de metal de verdugo. Delante de sus ojos estaban dos globos amarillos, iluminados que tiraban rayos rojos, bajo la máscara estaba Consuelo, la chica de la cual se había enamorado locamente, el amor de su vida.




Gritó fuertemente cuando los rayos le tocaron, era como si le hubieran quemado con un hierro caliente, entonces se desperto, estaba sudando, era tarde, el reloj marcaba las nueve.


- “Dios, que pesadilla horrible” –dijo el chico frotándose los ojos con las manos.


Eugen recordó que tenia que venir Ronaldo, su primo, esa mañana, el timbre sonó al momento.


-¿Qué estás haciendo? ¿Te acabas de despertar? –preguntó el recién llegado alegremente.


- Sí, primo, te estaba esperando –respondió el adolescente.


-Dime, ¿qué tal estás con tu novia? La tía Jenny me dijo lo que está pasando, ya no estás tranquilo y no tienes paz –dijo el muchacho.


- Primo, una chica tan romántica, no la habría encontrado por aquí. Algunos dicen que es bastante fea, pero escribe de maravilla. ¿Cómo no me voy a enamorar de ella? Estoy enamorado locamente. ¡Solo pienso en ella! Estoy celoso de todos los que la miran. Me preguntan que encontré de especial en ella, creo que están celosos. Me parece muy hermosa y canta y baila maravillosamente, es tan sensible. No puedo pensar en nadie más –confesó Eugen- Podríamos ser una pareja maravillosa y ser un magnífico dúo con mi talento como cantante y ella por supuesto. Las chicas de mi escuelas van con todos, ninguna es tan Buena para que tengan un solo novio, los cambian cada dos o tres días, como quien se cambia de calcetines, y tu sabes que soy muy romántico –continúo deprimido- me gustaría una más seria, pero ¿dónde encontrarla primo?


Era alto, atlético, de pelo negro y ondulado ligeramente, con rasgos faciales regulares, agradable, Eugene fue siempre de una sensibilidad e inteligencia poco común en comparación con otros jóvenes de su edad. A pesar de que era muy alegre, era difícil, ya que encontraba a sus interlocutores, pero hablaba con todo el mundo. Incluso si el pensamiento era completamente diferente, aún así los entendía. Ahora estaba con Ronaldo, su primo, un poco tonto, amable, digno de ser amado.


-¿Tu no ves que con el talento y la inteligencia, no puedes afirmarte hoy en día en cualquier campo? Especialmente las nulidades se promueven en todas partes y las chicas de hoy en día, no se debe enamorar de ninguna, como hago yo, primo. ¿Pero todavía no han llegado las más jóvenes? –preguntó Ronaldo.


-¿Las jóvenes? Estas son peores que las mayores, están todo el día en los aseos esperando a atrapar a algún chico, ya sabes lo que hacen, aprendieron en la escuela secundaria para niñas, en las revistas, en las películas, en la televisión, son tan sofisticadas –respondió el chico.


- Encontré una en Internet, diciendo que era millonaria y crea una película que quiera que juegue como actor. Me citó en los Campos Elíseos, en una sala de arte de la que era dueña. ¡Hay que ver que sorpresa! Cuando miré sus datos, la mujer había nacido en 1800 –contó Ronaldo – y su madre según Internet estaba presa en una prisión de maxima seguridad en los Estados Unidos.


- ¿Quién, la señora Florica? –preguntó Eugene con curiosidad.


-Papá se ríe de ella, ya que no puedo –dijo Ronaldo – Sin embargo, hay que ver a tu chica de Uruguay, podrías enseñarme algunos poemas y canciones suyas, quiero verla bailar, vamos, abre tu tableta y su página web. Tal vez tengas razón, me preocupo por ti, soy tu primo y te deseo que sea la buena. Los ancianos siempre ven las cosas de manera diferente. Mira, yo estoy de tu lado, pero quiero convencerme de hecho, que estás en el camino correcto –continuó Ronaldo.


-Mira su último poema, la última canción. ¿No es hermosa? Es como ella me describe en sus letras. ¡Qué romántico! Esa voz es mágica, mira como baila –exclamó Eugene soñador.


-Primo, mira qué bello es el idioma español, te puedes enamorar rápidamente, yo mismo que no soy de tan sensible, estoy fascinado por ella. El hombre te puede escribir cualquier cosa, incluso algo peor, insultos y si juras en español, todo suena maravilloso y melodioso. ¿No será qué te has enamorado del idioma? Lo que escribe suena demasiado bueno, demasiado encantador, pero vamos a ver la traducción. Pon en traductor para que yo entienda algo –exclamó Ronaldo.


-Mira lo que me escribió aquí: “busco en ti el amor ideal,/ Te doy mi amor sincero, profundo, inocente/Te quiero, te deseo con locura,/ Mis labios te quieren tocar/ Mis dientes blancos y afilados, apenas esperando sentir su gusto./ Mi lengua quiere sentir cada pieza dulce de su cuerpo/Te voy mordiendo profundo, hasta el último trocito,/ Voy a oler la piel con entusiasmo por toda tuya/ Voy a comer tus labios rojos/ Voy a chupar la sangre de tus venas, hasta la última gota/ Y todo lo que quedará de ti/ Voy a cubrir con lirios mágicos… ¿No es magnífico? Así escribe ella, ¡Qué romántico y que talento tiene! –exclamó Eugene soñador.


-Eugene, pero no veo ningún romance, no hay amor en esos versos –dijo el chico- No seré demasiado inteligente, pero me doy cuenta de algunas cosas. La mujer lo dice claro: “Te voy a morder profundo hasta el último trozo, voy a chupar la sangre hasta la última gota. ¿Esto es amor? A mí no me lo parece. No soy demasiado inteligente, pero es como lo veo. Creo que solo es una psicópata asesina, que otro significado pueden tener estas palabras. ¿Qué metáforas quiere ocultar? ¡Aquí no hay metáfora! Todo está claro como la luz del día, no es una poetisa tu novia, mejor dicho esta cosa, no sé quien es o qué es en realidad. No escribe ningún poema. Ella escribe exactamente lo que piensa, hace lo que hizo a su manera –dijo el chico- Se que eres un chico listo, pero también muy romántico, con una imaginación extraordinaria. Creo que quieres amar y tu imaginación ha creado a esta chica perfecta que amas, utilizando esta red social donde entraste.


-Ronaldo, lo sé, a lo mejor tienes razón. Pero quiero convencerme. ¿Y si es mi alma gemela? Una oportunidad como esta solo aparece una vez en la vida –dijo Eugene triste- ¿Será una estafa? Señor, es posible, ¿me he encontrado con una psicópata? ¡Solo me podía pasar a mí! Pienso que es un talento natural –continuó el chico triste, alto con bellos rasgos oscuros- Escribe metafóricamente pero tal vez eso no es verdad, puede escribir con figuras de lenguaje. Es como estar en una película de ciencia ficción. Incluso más que eso –gimió el joven.


-Primo, creo que todo está muy claro, no se habla de ningún amor. El amor está en tu cabeza, es lo que tú quieres, se parece mucho, mucho. Es algo que tú necesitas y en la sociedad de hoy en día es difícil de encontrar. Como se dice “no hay lugar para encontrar el amor/ tal vez solo historias”. Las chicas quieren dinero, muchacho. No están interesadas en otra cosa, te lo digo que ya me paso, cuando mis padres no me dieron dinero, la chica me dejo inmediatamente –explicó su primo con orgullo.


-Pero, ¿ahora qué hago? Estoy enamorado –dijo Eugene- Incluso esperaba que me llevara a Uruguay, estaba haciendo planes de futuro, ir a trabajar allí, cantar y que mi talento sea apreciado por su justa valía. Sonamos en que vamos a tener muchos éxitos juntos y que voy a estar con ella toda la vida. La chica me ha dicho que tiene un estudio de grabación, me lo enseño en las fotografías que me mandaba.


-Déjame ver estas fotografías –dijo Ronaldo – Me has causado curiosidad.


Mientras miraba con interés las fotografías en la tableta.


-¡Dios, pero en realidad es bastante fea! ¿Dónde la encontraste? En mi escuela secundaria, cualquier chica es más hermosa que ella. Creo que no es la persona de las fotos, mira con atención la configuración de la cara, los huesos, los ojos, características que no se cambian nunca. Hizo trampa hermano. Tengo un programa que verifica esto, espera un minuto. Mira la confirmación. Son fotos de diferentes personas –exclamó el muchacho.


-Me envió tres fotos y a mí me gusta. Me fascina, es incredible y no puedo explicar el por qué. A lo mejor admiro que me quiere y como me escribe. Pensé, sin embargo, que escribía metafóricamente, poética… ni siquiera pensé que ella escribía exactamente lo que pensaba. Tu sabes que soy un romántico y soñador. En Rumania no hay ninguna chica que me haya escrito alguna vez estas palabras, que me haga versos, que me baile y que me cante como un ángel. De hecho, sabía que mandaba los vídeos a muchos usuarios. Me dijo esto y pensé que era la chica ideal, la chica de mis sueños. Nunca podría explicar por qué a veces, parecía muy inteligente y a veces que tenía una mente muy limitada. ¿Cómo puede ser una persona al mismo tiempo muy inteligente y muy limitada? Como si se tratara de dos personas. A lo mejor tiene un trastorno de personalidad múltiple. Pero, ¿Cómo piensas que me dijo realmente lo que quería hacer exactamente conmigo? Señor, me debe de odiar si piensa así ¿no es cierto? Me odia muchísimo y ahora tengo miedo. ¿Cómo me voy a recuperar de la impresión? –preguntó desesperadamente el joven.


Ronaldo le dijo molesto:


-Bueno, ¿Por qué no te has dado cuenta desde el principio? ¿Nadie te dijo que no estaba bien?


- Si, todos –colegas, amigos, parientes, pero pensé que mentían, me enfadé muchos con mi madre y mi padre, que querían separarme de ella, que suerte contigo –dijo Eugene- y pienso que parezco un estúpido, pero no del todo porque soy inteligente, el primero en darse cuenta es un chico inteligente, mi primo.


- Espera, que voy a buscar de donde es esta novia tuya –dijo Ronaldo al fin. Y comenzó a buscar febrilmente en Internet - Aquí he encontrado que tu Consuelo está en la cárcel, en una prisión de máxima seguridad de Pennsylvania.


¡Mira lo que dice aquí! Veo por lo que ha sido encerrada, buscando en Internet en los medios de comunicación, he encontrado un artículo hablando de ella, es ¡Una asesina en serie!


- De ninguna manera –exclamó Eugene -¿Mi novia Consuelo? Es cándida, inocente, tan romántica y sensible.


- Sí, Consuelo, pero no creo que sea tu novia, su imagen de la prisión no se parece en nada a las fotos que te envió. ¡Enséñame las fotos de sus ex! –Dijo el chico- ¿No serán sus víctimas? Son sus fotografías de los periódicos.


Eugene abrió las fotos del archivo enviado por la chica.


- ¡Chico, estas personas están muertas! ¡Son las víctimas de tu novia! Mi programa no se equivoca, pero deberías cortar cualquier conexión con ella para que no llegues a estar entre ellos. Se dice que hace poco escapó de la prisión, apuñaló a un guardia y consiguió cruzar la frontera de México. ¡Estás en peligro, se puede centrar en ti! Tengo que sacarte urgentemente de la red social. Pero, ¿qué has encontrado en ella? Algunas mafias –japonesa, italiana, rusa; grupos terroristas, sectas religiosas, están todas presents en tu red –observó Ronaldo- Sólo podía pasarte a ti Eugene.


- Pero sí yo solo acepté a chicas hermosas, suaves y románticas –explicó Eugene.


- El único romántico eres tú, primo. Es lo que parecía, pero si miras mejor, ¿piensas que las cándidas y angelicales están en las redes sociales? ¡Uff! ¡Mira que estos ni siquiera te quieren borrar ahora! –dijo Ronaldo molesto.


- ¿Y por qué pude entrar rápidamente en la red? –exclamó Eugene, pasados unos minutos.


-Mira, sin embargo, si te quieres ir, ya no te dan permiso, pero al final lo vamos a conseguir. Voy a intentarlo de nuevo –el chico continuó luchando- ¡No va! Pero no voy a marcharme hasta que solucione el problema. ¡Creo que la cagaste, hombre!


Son el demonio en carne y hueso –continuó Eugene lo bueno es que va internet, el mío solo funciona cuando quieren los proveedores y por la general no hay mucha voluntad, cuando se recogieron las firmas en el barrio fue bien, había red permanente, estaba dañado y llegaban inmediatamente y eliminaban los fallos. Las grandes empresas, sin embargo, ganan dinero, hacen un contrato contigo y luego no te proporcionan nada, mienten que el problema lo tienes en tu ordenador, fui a su sede y algunos jóvenes antes de arreglar el servicio que yo había pagado, me echaron bruscamente, pero el dinero si lo quieren por un servicio que no han facilitado.


- Puede ser que sean trabajadores sin contrato, por lo tanto no les importa –explicó Ronaldo.


Es posible no se puede hablar con nadie para la gestión, tienen contactos y hacen lo que quieren –se quejó el muchacho por tantos problemas.


Después de unas horas, de muchos intentos fallidos, de salir de la red, al salir de la red se escuchó una voz triunfante de Ronaldo:


- ¡Logrado hermano! Escapaste de la peste, he eliminado la cuenta de la red social, el correo electrónico, los textos escritos, música, fotos enviadas por la asesina. Ahora depende de ti, ¿qué vas a hacer ahora? Solo queda limpiar tu mente, tu corazón, tu alma de este diablo de mujer, lo vas a lograr primo, te conozco, eres un chico inteligente y fuerte, no te hará nada a ti, una mujer así. Tengo algunas amigas y si las invitas a tomar un pastel, seguro que son tuyas. ¡Parece increíble! Se te pasará enseguida la añoranza de la mujer de Uruguay, además en Internet si buscas encuentras mujeres suficientes, que se desnudad y te enseñan todo lo que quieras y lo que no quieras.


En el pasillo del bloque se escucho un ruido y los adolescentes salieron. Un sacerdote salió del ascensor maldiciendo como si estuviera en el infierno:


- ¡Tres horas y media encerrado en el ascensor y nadie me ha ayudado a salir! ¡La madre del ascensor!


- Pero hoy ha pasado otro sacerdote por el bloque –dijo Eugene susurrando a Ronaldo.


-¡Competencia, Eugene, competencia! –explicó Ronaldo en voz baja.


-¿Tú crees que han arreglado el bloqueo del ascensor? –le preguntó el joven.


- Es más que probable –respondió su primo- así se procede hoy en día si quieres hacer algo de dinero.


Eugene se sintió mal los siguientes días, muy mal, como si estuviese gravemente enfermo, le dolían todos los órganos internos, todos los miembros, tenía mareos inexplicables y un dolor inundaba su cuerpo.


Era un chico guapo, moreno, alto, con unas características interesantes, inteligente, caminaba como un drogadicto sin consumir, en realidad, de todos los alucinógenos.


Los maestros de la escuela estaban intrigados por el comportamiento del joven desde que comenzó a hablar con la chica en la red, creían que tomaba drogas.


- Mamá, ¡estoy muy mal! ¿Qué hago? –dijo Eugene a su madre.


- ¡Vamos al médico! Puede que padezcas alguna enfermedad –dijo su madre, que también era profesional de la medicina.


Eugene se fue con su madre al médico, este lo consultó y lo envió para que se hiciera un análisis, cuando se termino, después de una semana, el adolescente fue con los resultados de nuevo al médico.


- No puedo hacerte nada, estás sano y fuerte, no padeces nada –dijo el especialista después de examinar con atención las pruebas.


-Y ¿entonces, cual es el problema? – preguntó la madre preocupada.


-No sé, señora, no sé. Hay fenómenos inexplicables que la medicina todavía no ha dilucidado –respondió el médico.


Salieron de la consulta del doctor y le dijo a su hijo:


- Vamos, a la abuela ¿puede que alguien te haya embrujado? Vamos a ver qué hacemos con este caso.


La abuela, escuchando los problemas de su nieto, se quedo pensativa.


-Eugene tiene que estar encantado por alguien, pero lo mejor, cuando te encuentras mal debes hacer la señal de la cruz sobre ti, en el lugar donde te duele y decir “vete demonio” –le aconsejó la anciana.


Y vaya si lo hizo, observó con sorpresa que el mal se le pasaba como por arte de magia, tal vez era “sugestión” –pensó.


Eugene siempre estaba enfadado debido a los problemas familiares, durante todo el día hubo peleas en la familia, el padre, un experto en la materia, era un buen artesano, pero no encontraba trabajo.


El amor por la mujer de Uruguay le ayudaba a olvidar sus problemas.


- La elaboración de presupuestos con los que se había comprometido a sobornar y solo llegar a los que no querían comerciar en absoluto, pero pagar su estación, y los privados era lo mismo. En todas partes los hombres profesionales no tienen trabajo, lo ineficaz tiene lugar por el


soborno, hasta el aprendiz era mejor visto, incluso si se hacía el dulce. Mis antiguos compañeros de trabajo, buenos profesionales, están en la misma situación. Solo nos consolamos cuando nos encontramos juntos y recordamos con nostalgia los días en que estábamos haciendo nuestro trabajo, siempre éramos respetados y teníamos un trozo de pan que llevar en la mesa –siempre se quejaba su padre.


-Con manos expertas y duras como las que tienes, además eres honesto y diligente, solo que eres demasiado fino –dijo su esposa- eso te impide encontrar trabajo.


-¿Eso es lo que tú crees? ¿En qué época estamos? –dijo el hombre enojado – no ves que solo los malvados están bien en la actualidad, mujer. Hoy en día no necesitan a nadie, no necesitan a un profesional, a un hombre honesto que vaya a su trabajo. Tú has tenido suerte, podías ver la situación de los demás, no eres nada tonta. Pero el dicho


“el lleno no entiende nunca al que no ha comido” no se dice por decir, tiene su significado, tiene un poco de mí, veo la realidad. No seas cruel, todos mis amigos están en la misma situación y lo entienden perfectamente, sus esposas están con ellos, porque están en la misma situación –explicaba Elias.


- ¿Qué crees que no lo veo? Lo veo todos los días dijo Jeni la esposa- Hoy en una operación, el nuevo doctor fue pillado alegremente, cortando por la izquierda, lo detuve y le dije ¿Qué haces señor médico? La apendicitis está en el otro lado, veo como las plazas en las facultades no son limitadas y todo el mundo accede a la facultad, y ¿qué pasa? El no tiene ni idea, nunca aprendió, pero paga, despierta en el poste y se puede matar a alguien si eres médico, no saben cuáles son los órganos internos y no saben donde se encuentran en el cuerpo. A este ritmo no vamos a saber dónde ir a curarnos.


-Parece que el juez hoy está y le dije diez veces cómo ocurrió el accidente –relató el hombre – y todavía no ha entendido eso.


-¿No era el Firfirica, de mi pueblo? –preguntó Jeni- ¿Pero, ella no es una mujer de la limpieza en la corte? Y su marido ¿no es portero de allí? –continuo haciendo una serie de preguntas.


-Ella y su marido estuvieron en la universidad “Debilu Mind y Espíritu” junto con Lenuta, que es una mujer de la limpieza del Village Hall. Firfirica es más inteligente y paso a ocupar el cargo de juez, pero su marido seguía siendo el portero –dijo Jeni.


- ¿Y Lenuta? –preguntó de nuevo, Elías.


- Lenuta, sigue trabajando de mujer de la limpieza en el Ayuntamiento, era la más trabajadora y no le gustaban los chismes, aprende mejor que Firfirica, pero fíjate que me ha pasado hoy, estaba en la peluquería y se llevaron una gran cantidad de dinero, es una peluquería de lujo y se burlaron de mi pelo, yo les dije que no me gustaba nada lo que me


han hecho en la cabeza y ¿sabes qué me han dicho? “Vaya a quejarse, que el propietario conoce a gente y nadie puede hacer nada”.


La madre de Eugene, lo hace bien, tiene una profesión reconocida, como enfermera tenía problemas en el trabajo, pero en casa, tenía peleas con su marido, no podía entender como no encontraba trabajo.                                                                                                                                  Eugene su hijo, ya no podía soportar las discusiones en casa, lo volvían loco y en la escuela no encontraba la satisfacción que necesitaba, el era un muchacho inteligente, no era apreciado en su justo valor. La profesora de lengua rumana era la ex mujer de la limpieza del hospital donde trabajaba su madre, no sabía ni siquiera escribir correctamente, después de la revolución asistieron a una Universidad privada religiosa, que se encuentra en ninguna casa, sin pasar ni un solo curso en la universidad, solo pago los impuestos y el diploma. ¡Ahora con religión puedes enseñar rumano! Lo especifica la ley, una persona como ella, no tiene ningún libro en su hogar, no leía en absoluto ningún libro de literatura porque no leía, no podía notar el talento de la escritura de Eugene. Y las matemáticas, el profesor de secundaria tenían como vecino, un ex trabajador, que hacía anteriormente tornillos en la planta, pero esta especialización, como la física, la química, la geografía, la biología, no había demasiado candidatos para estudiar. Los profesores estaban contentos, que tienen un pedazo de pan y están satisfechos que cualquiera se pueda inscribir a la universidad. Eugene supo que el último invento, en este campo era internar los ancianos en hogares de ancianos, como los estudiantes. Y los graduados en secundaria se dejan ahora, para poner las carpetas a diez facultades a la vez y todos lo consideran simultáneamente, estudiantes para poder recibir dinero del Estado, incluso si están allí realmente. Cuando era verano, el primo mayor, eliminaba los archivos, retirándolos donde quería, encontró que los profesores no querían ir. Además lo inscribieron en las especializaciones donde no se había apuntado nunca.


-Me gustaría ir, en nuestra peregrinación junto a nuestro guapo sacerdote –dijo después Jeni, la madre de Eugene.


– Todas las mujeres lo quieren, además es controlador empresarial e iremos en minibús. ¡Dios, todas las fieles fanáticas se enamoran de él! Quieren ir con él a los lugares sagrados ¡a limpiar! Pero en realidad quieren al sacerdote y algunas, que son peores, si no lo consiguen, reclaman al cura de la parroquia.


Alguien llamaba insistentemente a la puerta del apartamento.


Eugene abrió la puerta.


-Vine a comprobar la caldera, es obligatorio, solo es un momento –dijo el hombre- ¿Dónde está la habitación?


-Con celo la comenzó a desmontar- Ahora necesito volver a instalarla –dijo el hombre avergonzado, parecía perdido y trato de montar dos partes pero no encajaban en absoluto.


Intentó unas pocas veces más sin obtener ningún resultado.


- ¿Cómo está señor, no sabe ponerla de nuevo? –dijo Jeni.


-Parece que sí –respondió el artesano enredo.


-Bueno ¿qué hacemos? –preguntó Elías.


- No sé, voy a firmar que hice la verificación y que está en regla –dijo el especialista.


- ¿En regla? ¡Al demonio! Nosotros ahora ¿cómo nos calentamos? –Dijo la mujer enojada- ¡es invierno!


-Yo solo no sé hacerlo –dijo el artesano.


- Déjalo, lo intentaremos nosotros después del plan de instalación según las instrucciones –dijo Elías.


Después de varias horas de tortura, la familia logró instalar la caldera en su lugar, se sentaron en las sillas cansados.


Cuando Jeni se recupero, se la escucho de nuevo con su voz gruesa:


-Eugene, deja que te encuentre algo para trabajar, para ganar dinero, que solo encuentras trabajo sin cobrar nada en organizaciones benéficas, asociaciones, partidos, donde explotan a todas las personas, sin escrúpulos. No has recibido ninguna camisa o un sombrero siquiera. Han encontrado en ti a la persona perfecta, para “KFC” se trabaja incluso si se hace durante todo el día, puedes ganar dinero, te voy a decir algo, no te engañan como los demás –dijo su madre- ¿estás interesado?


- Vale –acepto el chico, confundido por todo lo que había sucedido, podía creer que entre tantos males, hay muchos más, tengo que trabajar para que salga de mi mente Consuelo, ella se apoderó de mí, de mi corazón, de mi alma, ¡qué difícil será borrarla de la memoria! Voy a trabajar mucho, cuando esté cansado no podré pensar en nada, ni en ella como hago ahora.


Recordaba con nostalgia, la chica que había conocido en la red hace un año para las fiestas. Estaba solo en casa y jugaba un poco. Entraba en las redes sociales, y conoció a una bella japonesa con una imagen preciosa; una turca atractiva; una china fascinante; una polaca dulce y… Consuelo, en América del Sur, desde Uruguay o más bien, como ella dijo, mejor dicho como dijo mi primo Ronaldo, la encontró en Pensylvannia. En la magia de las fiestas de invierno ¡parecía todo tan romántico! Para conocer a una chica desde el ámbito de las telenovelas; esas películas que su madre y las vecinas veían todos los días con tanta pasión. Y ¡qué idioma más romántico y melodioso! Te puedes enamorar de la persona que habla a primera vista incluso sin entender gran parte de lo que diga. ¡Qué encantadoras pueden ser las fórmulas de empezar y la vocalización parece maravillosa! Utilizándose en la escritura igual que en el lenguaje cotidiano.


Eugene comenzó a conversar en principio con Consuelo solo en inglés, no era una belleza, pero escribía de un modo tan romántico, no había visto ninguna persona del sexo femenino que fuera así hasta ahora. Era exactamente como él quería, era la chica de sus sueños.


Las vacaciones y el Año Nuevo los pasaron en éxtasis, felicitándose entre ellos. “¿Tú no siente la magia que hay entre nosotros?” La chica le había escrito un mensaje perturbador.


Y entonces recibió el primer poema de Consuelo, ¡Qué letra maravillosa! ¡Qué sensual! Y cuando cantaba, fue finalmente conquistado, leyó el primer poema recibido y lo aprendió casi de memoria: “Si miraras mi cara de chica / Y mi cuerpo sensual de mujer,/ Si tocaras mi piel delicada/ Mis labios rosados y húmedos,/ Sentirías mis susurrus / Mis gemidos cuando sueño que me acaricias./ Si abrazarás el perfume de mi cuerpo / Y el aroma de mi piel de bebe / Si pudieras besar los estremecimientos de mi cuerpo / cuando nos amemos, / Y las vibraciones de mi corazón cuando esté contigo, / Entonces yo sería tuya / Para siempre, en tus pensamientos, en tus sueños”…


¡Qué sensual es la chica! Algo así es extraño –pensó Eugene.


Y desde entonces, sus letras no habían estado fuera de su cabeza. Tampoco Consuelo, le había agitado en el fondo de su alma, había llegado a obsesionarlo. “Una chica de una gran sensibilidad que escribe poemas, ¿Qué podría ser más maravilloso?


Los poemas solían ir acompañados de vídeos, con canciones interpretadas por ella y las imágenes lo acercaban a la locura. Se iba a dormir y con muchas ganas esperaba el amanecer para poder abrir su ordenador portátil para hablar de nuevo con Consuelo. Durante toda la noche solo soñaba con ella. Estaba loco de amor. Ninguna chica le había hecho hasta entonces que su corazón latiera tan fuerte. Sólo que veía su foto en internet su imaginación se desbocaba, se sentía borracho de felicidad, en éxtasis, que había conocido el ángel de su vida, a Consuelo. Intentaba estar a su altura y le respondía de la forma más romantica posible. Busco en internet y aprendió para ella mejorar su inglés, pero él quería conversar en español, así parecía más romántico, “te quiero…abrazos…besos…mi alma y mi corazón…”, fueron las palabras que utilizó Consuelo con sus amigos conocedores del idioma con encanto. Entonces observó que un porcentaje muy alto de palabras en español, parecían estructurarse como el rumano. ¡Uff! Era más fácil de escribir y entender este lenguaje, así que debía aprender el idioma y complacer a Consuelo, para eliminar toda posible competencia –pensó Eugene. Solo después podría hacer frente a la chica, tanto como los que tienen que compartir el mismo idioma. Tímidamente trató de transmitir algunas formas en español y lo logro a la perfección, ellos se entendieron, y recibió como premio “Besos y abrazos”. Día a día el joven mejoraba cada vez más.


Llegó a conocer palabras mínimas comunes, que pudieran entender perfectamente, incluso sin tener que utilizar el traductor de internet. Y Consuelo, la chica romántica, le enviaba regularmente letras, poesía magnífica, puro amor, pura como nunca creyó que sería lo que algún día encontraría.


Eugene estaba en un estado permanente de éxtasis. Caminaba como si flotara, algún día incluso se cayó en un cruce del centro de Bucarest y estuvo a punto de ser atropellado por los coches. Su familia, en su casa, se dieron cuenta que algo le sucedía, pero como siempre estaban peleándose, no prestaron mucha atención al fenómeno.


Las fotos de Consuelo, las imágenes transmitidas, pasaban constantemente ante los ojos de Eugene. Escuchaba la música que le mandaba la chica, sonaba permanentemente en sus oídos y no podía oír otras canciones. Consuelo se convirtió en el todo para él, era la cima de la felicidad.


Sus compañeros de clase le envidiaban por su inteligencia y por su físico, observando la condición en que se encontraba, comenzaron a burlarse de él.


-Eugene ¿qué te ha pasado? –ellos se burlaban, sabiendo la causa tan extraña del comportamiento del muchacho.


-¿Esperáis que os enseñe una foto de mi novia? –les dijo Eugene orgulloso, abriendo la tableta.


- Uff ¡pero qué fea es! –Exclamó su compañero de banco, riéndose –¿dónde la has encontrado? ¿No había una más guapa? Hay muchas mucho más guapas que ella.


- Pero no hay ninguno como mi Consuelo, ella es la chica de mi corazón, es romántica y me escribe poemas, ¿Os escriben poemas a vosotros?


- Poemas necesitas tú, jajaja –rió otro compañero – yo necesito una chica de carne y hueso, con la que hacer lo correcto. ¡Qué poesía! Esto es para las chicas, para las chicas tontas, creo que estás loco muchacho. Mirad la novia que tiene Eugene, y convocó a todos los chicos para que vieran la foto de Consuelo.


- Sois malvados y celosos, como siempre –dijo el adolescente enojado.


Cuando llegó a casa, contactando de nuevo con Consuelo.


La chica le pidió que le mandara más fotos de él.


Eugene era un chico muy guapo, alto, moreno, de pelo rizado, grandes ojos negros, pestañas largas, labios gruesos y nariz delicada. Inmediatamente le mando una foto a Consuelo.


Ella le escribió enseguida que se veía muy mal, que no era muy agraciado, que si lo pensaba era un poco feo.


El chico negó con sus lágrimas, siempre le habían dicho que era muy guapo, nadie le había dicho lo contrario. La misma Consuelo, la chica de la que estaba enamorado, le dijera esto. Lo intentó con otra foto. La chica le respondió después de una semana. Te ves mejor.


Eugene volvió rápido y le mando otra “no se parece a la primera, pero también estas bastante feo” –pensó Eugene, pero él sentía una gran atracción hacia ella como nunca había sentido por ninguna otra chica. No tenía tranquilidad ni siquiera por la noche. Se durmió con ella en su


mente, se despertaba con ella delante de sus ojos y toda la noche soñaba con ella. Soñaba despierto todo el día, no importaba lo que estuviera haciendo. De camino a la escuela, en clase, no importaba donde estaba. Consuelo estaba en su mente, en su corazón, en su alma y en cada rincón de su cuerpo. Su corazón latía por ella, por su respiración, la sangre circulaba con fuerza por sus venas para ella, el gran problema, es que no podía concentrase ni hacer otra cosa. El estaba en el último año de Colegio, tenía que terminar el bachillerato, pero se había olvidado.


Las maestras del estudiante de secundaria, se dieron cuenta de su estado de sueño y concluyeron que tomaba drogas. Como resultado, lo dejaron de lado, y sus compañeros de clase se burlaban de él:


-Eugene se fue en balsa, mal pero muy mal. Seguro que toma algo por la nariz, porque de lo contrario no podría estar enamorado de una chica tan fea –decían.


El adolescente continuaba sus charlas con Consuelo. De vez en cuando, ella lo solía hacer llorar. Él que era tan masculino, tan duro, esa chica sabía que decir exactamente y tocar las partes sensibles de su corazón. A Eugene todo lo que le escribía Consuelo, las fotos, las canciones que le mandaba, le parecían fascinantes, sensuales, atractivas, ninguna chica que había conocido hasta entones no le había excitado, no sentía una atracción tan grande como con ella, como en éxtasis. Toda su vida giraba en torno a su chica. Vivía por ella, sentía por ella, ella lo era todo para él. Además de la poesía, la chica ponía fotos con antiguos novios, o eso era lo que pensaba Eugene, pero no se lo preguntó nunca para no molestarla.


De pronto un fin de semana Consuelo le dijo que no estaría unos días. “Me voy unos días al mar, estoy loca por tomar el sol, playa, arena suave y caliente, olas, por el país y no hay conexión a Internet, no podré hablar contigo durante un par de días”.


Lo que pensó Eugene aquellos días.


“Consuelo habrá encontrado a otra persona. ¿Solo irá el fin de semana? Por supuesto. Pero ¿Qué debo hacer? Hay miles de kilómetros entre nosotros y un océano, y la sangre latina es caliente, ¿Qué le puedo pedir en estas condiciones?” –pensó Eugene.


El lunes por la noche se calmó, llegó un mensaje de Consuelo, le mando una foto en la playa, con un caniche en sus brazos, junto al mensaje: “Es mi perrito, ¿te gusta? –le escribió. Y desaparecieron todas las dudas de Eugene, era un escape de presión. ¿Cómo no podía creer que ella era un ángel? Solo la culpa era de él, por dudar de su honor.


Durante las semanas siguientes, se repitió cada vez con más frecuencia y las pausas eran cada vez más largas. Para Eugene eran periodos de intenso sufrimiento y la confusión.


La idea de perder a Consuelo no le daba la paz. Básicamente molestaba su alma, se convirtió en un hombre atormentado. En la casa, su madre fue la primera en darse cuenta y alarmarse del estado de Eugene.


-¿Qué te pasa, muchacho? No estás enfermo, lo dijo la mujer, pero entonces, ¿qué te pasa? ¿Te ha embrujado alguien? ¿Cómo has llegado a esto? El lunes empiezas a trabajar en “KFS” y se desaparecerán los fantasmas de tu cabeza.


Eugene empezó a trabajar a principios de la semana, desde la mañana a la noche, y todas las noches ya no soñaba con Consuelo. En su cabeza solo escuchaba tocando todos los pedidos que se repetían durante el día, la comida rápida: “Un menú aquí; alitas de pollo.”


Al día siguiente, volvía al trabajo. Eugene escucho la lengua en que hablaban algunos nuevos clientes. Una mujer joven exclamo “soy de Uruguay”, el joven la miró y reconoció la imagen de miedo de la cárcel, se quedó sin palabras, por unos instantes sus piernas largas no se podían mover. Cuando pudo moverse se fue corriendo a la habitación de atrás, donde se preparaban las comidas. “Señor no, la mujer de Uruguay”. Su pesadilla comenzó de nuevo. Voy a deshacerse de ella. Si se las arregló para escapar de la prisión y me sigue –pensó Eugene asustado – “voy a correr rápidamente, que no llegue la canción y la poesía, como otros”.




La escalofriante viuda negra árabe

Leila soñaba feliz. “Esta es la tierra prometida y esta es la época de la historia más maravillosa posible de la humanidad. Mis conocidos residentes árabes viven en Francia por una larga temporada, aunque tienen tanto talento como yo, con los engaños y estafas, incluso aquellos que viven en los Estados Unidos, estando en riesgo de pobreza”. Pero aquellos de nosotros que estamos establecidos en esta tierra maravillosa, son los empresarios más ricos que pagan. Yo tengo más de cincuenta apartamentos y negocios que los tontos hombres rumanos, ingenuos y engañados por mí. Yo nunca he pagado y ahora tampoco voy a pagar ningún impuesto, además tengo una pensión del Estado, sin necesidad de trabajar en toda mi vida, solo trabaje cuando era prostituta en Libia, pero esos años no contribuyeron a mi pensión. Fueron unos años negros para mí. Mi madre murió cuando yo era pequeña. Nunca conocí a mi padre.  Parecía que yo había sido el fruto de una noche de aventura de mi madre con un ladrón turco perezoso, perdido en tierras árabes. Pareciera que había heredado una parte de su talento y había sido útil para mí. Cuando era pequeña, me reclutaron en un burdel, con solo ocho años. Fue entonces cuando aprendí lo que significaba la violencia y la crueldad de los hombres árabes, como yo, que a pesar de ser árabe de origen, lo odiaría siempre hasta la muerte. Empecé mi vida sexual tras una violación agresiva, después de la cual, estuve inconsciente durante varios días seguidos. Cuando desperate, me llevaron los primeros clientes –unos viejos pervertidos y violentos, que hicieron de mi vida una pesadilla continua de la que nunca pensé que podría escapar-. La suerte me sonrío cuando tras pasar la puerta del burdel, un borracho sin saber qué hacer. Era Vasile, un rumano que llegó con un grupo de constructors, que llegaron a Libia para trabajar. Vasile estaba casado y tenía dos hijos. Para ganar más dinero para su familia, decidió trabajar fuera de su país, para proporcionarle una vida major. Para su trabajo, él. recibía dinero en Libia y la familia recibía su salario en Rumanía. Por otra parte, constantemente les mandaba regalos, alimentos y ropa, artículos de decoración de origen árabe. El hecho de que no estaban juntos, era un sacrificio que estaba haciendo para tener unas mejores condiciones de vida. Vasile trabajaba de la mañana hasta la noche, al igual que sus compañeros, por lo que tenía pocas oportunidades de entretenimiento. Erróneamente fue al burdel. El hombre fue enviado a Leila. En su país de origen, no había estado en un lugar así. En su país no existían. La ley no permitía el funcionamiento de estas prácticas y la ley no se violaba, para practicar dicha actividad en secreto. Por otra parte, Vasile amaba a su esposa y no sentía ninguna necesidad de engañar a su mujer. Pero ahora, estaba solo. Desde hacía cinco año, desde que llegó a Libia y estaba borracho. Todavía no era consciente de lo que estaba ocurriendo, Vasile tenía la sensación de que había caído en los brazos de la sensual Scheherazade. El encanto de la mujer árabe, su experiencia con los hombres, representaba algo nuevo para él. Pensó que parecía estar dentro de unos de los cuentos fascinantes de “Las mil y una noches”.

Leila también se sorprendió del comportamiento del hombre. Nunca nadie la había respetado antes y ningún hombre no había sido amable con ella, como Vasile. “Así que no todos los hombres son como mis compatriotas“, pensó la mujer. “Los rumanos son gentiles, educados y saben cómo comportarse con una mujer, incluso con una como yo“.

En los días siguientes, Vasile fue con regularidad yendo como cliente frecuente de Leila. Incluso comenzó a conversar con ella, porque durante el trabajo había aprendido un poco de árabe, tanto como para entender a los que hablaban ese idioma. Leila fue el motivo que le impulsó a mejorar este idioma. La atracción que ejercía la mujer sobre él era mortal. No podía renunciar a ella. Vasile se había olvidado de su esposa y de sus hijos, de su tierra natal, de sus parientes, de todo lo que le unía al pasado. Vivía solo el presente junto a Leila.

Los días los pasaba trabajando con celo, mientras que sus pensamientos eran para Leila, la mujer que había robado su corazón y su mente, porque sus pensamientos eran solo para la mujer árabe. Era una mujer de treinta y cinco años. No era una belleza, pero tenía el encanto asiático. Para Vasile era muy atractiva. Con el pelo teñido de rojo brillante, con una nariz prominente, labios gruesos, Leila parecía una princesa árabe sensual de los cuentos árabes orietnales. A Vasile estaba empezando a gustarle las tierras árabes lejanas. Aunque ni había pensado en volver a su casa, a su país, donde no iba ni siquiera en vacaciones.

Cuando llego la revolución, tuvo que regresar en su país. Pero no podía volver solo. Siempre estaría ligado a Leila y no podía concebir la vida sin ella. Por lo que le propuso a la mujer que lo acompañara a ir con él. Leila sabía que estaba envejeciendo y que su vida era cada vez más difícil. Las mujeres de edad avanzada en su situación generalmente terminaban trágicamente. Vasile representaba su tabla de salvación para ella. Pero era difícil deshacerse de sus patronos del burdel. Si ellos hubieran sabido que pensaba hacer ella, la habrían sacrificado inmediatamente. Ella debía planificar en todo detalle la fuga, su fuga del burdel.

 La ocasión apareció con la fiesta, cuando todos los musulmanes iban a rezar en la mezquita, excepto Alí, el hombre era viejo, delgado y bastante estúpido. Leila fue hacia el hombre, girando alrededor de él, lanzándole miradas traviesas y lo golpeó fuertemente con una barra de hierro, que escondía en sus manos detrás de ella. A continuación salió fuera y busco un taxi para ir al aeropuerto, donde Vasile la estaba esperando con dos billetes de avión para ir hasta Bucarest, Rumanía.

El camino le pareció corto a la mujer.

En la capital se alojaron en un hotel de segunda categoría, más barato. El apartamento estaba habitado por la esposa de Vasile y sus dos hijos, y según la ley socialista, no había ninguna posibilidad, ningún derecho sobre el apartamento. Los niños tenían prioridad. Desde que había iniciado el divorcio mientras estaban en el extranjero.

Los siguientes días encontraron un apartamento donde vivir de alquiler. Vasile buscó un abogado que lo representase durante el proceso de separación y contrato a una joven mujer, muy astuta que le hizo una propuesta:

-Yo sé que hay muchos jueces,. Si usted paga bien, va a valorarlo.

-Pero los niños son con la madre. No puedo conseguir el apartamento –dijo el hombre.

--Eso fue en la época de Ceausescu. Ahora, quien paga, gana, dijo la abogada.

Y la mujer mantuvo su palabra, obtuvo el apartamento y su esposa e hijos fueron desahuciados. Vasile debía darles una parte de dinero, unos cien mil.

-Es una gran cantidad de dinero –dijo Vasile.

-No hay problema, voy a aplazar el proceso. La devolución tendrá la duración desde que empiece, así que le va a favorecer mediante la extensión de la fecha límite –dijo la abogada.

– No cuesta nada, pero merece la pena. Va a ganar diez veces más.

Leila se hizo amiga de la señorita Adina, intuyó que era tan inteligente como ella. La  mujer sabía cómo manejar la situación. Había venido desde el campo y había ido a una universidad privada famosa de “Mente y Espíritu” hecha para el éxito. Logró encontrar la ramificación para poder concursar y ocupar el puesto adecuado. Con los antiguos profesores de los centros privados, funcionaban como jueces que sabían cómo resolver los problemas. Solo era una estudiante y tenía experiencia en aprobar los examines, sin tener que aprender algo de ellos, ya que nunca lo había hecho. Y por supuesto, a continuación, compitió, para obtener la licencia, para ocupar el puesto de abogado.

Adina trabajó duro en el supermercado, para pagar los exámenes y concursos  porque su madre, que estaba sin empleo, no la podía ayudar, como hacían otros padres.

Leila pensó que Adina había tenido una vida como la suya. Entre las mujeres cuajó una unión fuerte.

Los procesos duraron hasta los cien mil que Vasile debía darle a su esposa e hijo. Leila reivindicando preparó una bolsa de monedas. Ahora era el momento de poner en marcha los negocios y Adina podía ayudarle con trucos que conociese. Podría eludir la ley  y no pagar impuestos. Tenía ventajas únicas, con una ganancia máxima posible. Entonces Leila pensó soñadora: “Esta es una tierra de oportunidades, puedes ganar dinero sin tener que trabajar duro”, Solo mediante el engaño que era innato en ella, el truco, el robo, el engaño era parte de ella misma. Era una característica suya. “Al igual que muchos de mis compatriotas en este país que había convertido a empresarios muy ricos. Los que emigraron a Francia estaban en riesgo de pobreza y en Estados Unidos apenas lograban sobrevivir. Pero allí, como en mi país de origen las leyes ahora eran más estrictas”.

Leila convertida en experta en la dirección de su negocio con su marido, pero pronto empezaron los problemas. La compañía era más rentable para ellos, ganaban más dinero tanto que el éxito de Vasile con las mujeres creció. Su secretaria, una hermosa rubia siempre le echaba miradas delicadas, sin ningún recato, a la cara de ella, de su esposa. La mujer contable, una mujer morena, alta, que constantemente buscaba al patron, para trabajar juntos,

Leila sabía que Vasile era un hombre que no podía resistirse a las tentaciones de una mujer. Ella actuó de esa manera hasta que lo acabo conquistando. Últimamente tenía problemas. Ella se ponía nerviosa porque Vasile siempre faltaba en casa.

 - Estoy ocupado como siempre – le explicaba el hombre. Pero no fue suficiente. Su secretaria, su contable y otros empleados los observaban, incluso a ella misma. Con las mujeres de negocios, que entraban en contacto con Vasile, era difícil seguirle la pista. Las bellas y atractivas eran jóvenes y Leila empezó a sentir el gusano de la envidia. Día a día, ese sentimiento crecía. “Tengo que hacer algo. No puedo seguir así. Se lo que es una vida insegura, no quiero dejarlo en las manos de otros. Un detective, por supuesto me voy a explicar cómo son las cosas y que decisiones debo tomar“, pienso la mujer.

Leila abrió su ordenador portátil, conectándose a Internet. Para buscar una agencia de detectives, no era difícil en absolute. La cantidad de dinero que pedían eran demasiado grande, pero valdría la pena. Más de dos horas, Leila estaba en la sede de la agencia de detective, dando los detalles relacionados con sus intereses.

-Quiero saber dónde va mi marido, con quien se encuentra, dónde, por cuánto tiempo y lo que esté haciendo ese tiempo. Y si es posible, me gustaría tener fotografías como prueba –dijo la mujer enfadada.

El Sr. Isopescu le llamó a los poco días.

-Tengo noticias para usted. Nos encontraremos en el restaurante Edelweiss, a la una –dijo el hombre con seriedad.

El restaurante estaba cerca a la sede de Excro Internacional, la firma de la familia Liga. Leila esperaba con impaciencia el encuentro, desde el momento en que recibió la llamada. Consideró que el flujo del tiempo era muy difícil en ese momento, como si entrase en el laberinto de Mynos y no tenía ninguna escapatoria. Pero llegaría pronto y volvería a reencontrarse con el detective.

-El Sr. Vasile tiene muchos encuentros empresariales con muchas damas, son estas –el hombre dijo y le entregó una lista de nombres de mujeres y un paquete de fotos donde estaban ellos. Señaló los nombres con el lápiz.

“Dios, que hermosas son” –pensó Leila- “Todas, una a una”.       

    -Con esta se reúne la mayor parte del tiempo, no solo se dedicaban al negocio –explicó el hombre, extendiendo algunas fotos de la mujer. Una de ellas era en la playa de Mamaia y el modo de comportarse no parecía de ninguna manera la forma de hombres de negocios.

Leila recordó que la semana pasada, Vasile se había ido por negocios en Constanza. A continuación, la foto de un restaurante, donde los dos se besaban en la reunión, unas cuantas fotos con los dos delante de una villa de lujo.

- Es la casa de la mujer, Carla Holstein, una mujer judía –dijo Isopescu  mostrando una foto de una mujer hermosa, rubia con los ojos azules como el mar.

 “Señor, que atractiva es” –pensó Leila – por supuesto que Vasile no puede resistirse a sus encantos. Ahora entiendo porqué está tan soñador últimamente, como en el periodo en el que me encontró en el burdel.

-Quiero seguir –determinó Leila – continúe, le pagaré. Deseo firmar un contrato con su empresa de detectives.

La mujer se fue rápidamente a su casa y comenzó a examinar las cosas que trajo de su país de origen. Hurgó en cajas con botellas, polvos y pociones hechas en oriente. Aprendió como nadie como se utilizaba cada sustancia, de su vieja amiga Aysha. Cuando tomaba sus pociones podía hacer de todo, con todo. Solo cuando atraía a los hombres, los utilizaba al máximo. Cuando quería aturdir a uno o quería dormir a otro por un tiempo o para siempre, nadie sabía mejor que Leila lo que hacía. Las plantas asiáticas hacían su efecto de una forma rápida y sin temor al fracaso. Leila pensó que podía obtener nuevos materiales de algunas empresas árabes en la capital. Simplemente tenía que hacer una lista de lo que necesitaba y ver quien se los traía del país. “Esta es mi solución para resistir. Necesito escapar de Vasile,  para permanecer con la firme y en el apartamento. Si de alguna manera lo dejaban, porque podía estar peor en la calle que en tierras árabes“. Cuando era más joven tuve la oportunidad de sobrevivir. “Ahora, sin embargo, debía usar otros talentos de los que estaba dotada“, pensó la mujer. “Voy a dejar caer poco a poco gradualmente, hasta que pueda finalmente deshacerme de Vasile. Tengo que sobrevivir. Debo luchar por mi vida“, se decía Leila. “Soy una luchadora y no me dejaré derrotar por ningún hombre, nunca más. Sea Vasile o cualquier otro”.

Vasile llamó por la noche:

- Tengo trabajo en la empresa y no puedo regresar a casa por la noche. Voy a trabajar todo el tiempo –dijo el hombre con inquietud.

 -Se que lo haces –dijo Leila y llamo al detective, para seguir los pasos de su marido. Por supuesto, que iría a ver a Carla. A  la mañana siguiente Leila iría al despacho de detectives.

-Has trabajado muchísimo –le dijo la mujer, sosteniendo la taza de rosas color de rosa, en la cual había vertido unas gotas de licor de la botella, que tenía guardada en el bolsillo. Ella espero cuidadosamente mientras observaba, como el hombre se tomaba el café. Vasile bebió el líquido, animado por la charla de la mujer, no necesariamente porque quisiera el café, sino más bien para darle placer a la esposa engañada, de  la cual se sentía en deuda.

- No me siento demasiado bien. Tengo palpitaciones y no puedo respirar –dijo el hombre.

- Te lo parece a ti. Es solo una impression. Estas cansado. Las trabajado duro toda la noche, pero… bebe un poco de agua fría –la mujer le sirvió agua mineral en un vaso de cristal transparente y se lo dio al hombre.

-Sal y respira un poco de aire fresco en la terraza –le dijo Leila mientras abría la puerta del balcón.

Vasile volvió, pensar en Carla le tranquilizó y le hizo feliz por un momento. Entonces oyó la voz de Leila y la tensión volvió a crecer. La sangre subió a sus mejillas de nuevo. Su corazón comenzó a latir de nuevo rápidamente.

 Durante las siguientes semanas, Leila colocó en los alimentos y las bebidas consumidas por Vasile, sus mezclas. “A mí no me vas a engañar” –dijo Leila como de costumbre.

Acababa de terminar un contrato lucrativo a largo plazo, en la empresa en la que trabajaba, como celebración del término de las negociaciones, el propietario abrió el champán. Leila cogió el primer vaso, introdujo el polvo que llevaba en su bolso y lo entregó a Vasile, luego cogió un vaso lleno. Observo como Vasile se mareó, tropezó y cayó. Se acercó a él para aguantarlo. El hombre se apoyo sobre ella.

-Rápido, ayúdame. Creo que tiene un ataque al corazón –gritó Leila desesperadamente. El personal médico llegó en quince minutos. El médico comenzó la maniobra de reanimación. Sin éxito.

- No podemos hacer nada, está muerto –dijo el doctor.

“No me engañe ninguna persona“, dijo Leila, mientras estalló en un llanto histérico. “El negocio ahora es mío. Seré multimillonarios”. Y pidió a la abogada para que redactase los actos de herencia de la propiedad.

- Si quieres ayudarme –rogó a Adina.

-En mi escalera hay un vecino que vive solo, sus hijos trabajan en el extranjero. Creo que podemos hacernos con su apartamento, para nosotras. Si trato de conquistarlo, no tengo ninguna posibilidad. Yo soy demasiado joven para él. Podría dudar por si quiero engañarlo. Pero si tú te presentas como una rica extranjera, la reacción del hombre sería distinta.

- Claro que sí. Voy a coger el abrigo del Viejo. Podemos echarlo a perder, sin que nadie se dé cuenta de nada. ¿Puedes presentarnos esta noche? -le pregunto a Leila.

El señor Troiescu estaba encantado en conocer una mujer árabe. Él trato de hablar de literatura, música y de historia, todo lo que sabía de la historia de Asia.

Leila se mostró encantada, cuando el hombre ingenuo pensó que conquistaría a las asiáticas con su inteligencia, sus conocimientos, como hombre culto que era. “Ven que soy diferente” –pensó el hombre alegremente.

Leila lo visitó frecuentemente en los días siguientes. Preparaba café y le llevaba pasteles comprados en una confitería, donde poderle ofrecer sin cesar gotas de sus pociones árabes.

-Son orientales, son hechos por mí. Mi madre me enseñó a cocinar, antes de casarme –explicaba la mujer.

El señor Troiescu estaba en el séptimo cielo. Se enamoro con un loco, estaba viviendo una segunda juventud. Parecía que no se había enamorado nunca, ni siquiera de su esposa. Sin embargo, se sentía muy cansado, a menudo tenía palpitaciones y con dificultad para respirar. “La edad, que se le va a hacer“ –se decía el hombre. “Buena suerte con Leila”.

-Debes tener un contrato firmado por el hombre viejo –le dijo Adina, la abogada- debes pedirle que firme un contrato de arrendamiento.

En los días siguientes Leila le propuso al viejo irse con él.

-Puedo cuidar mejor de ti y así estaré constantemente contigo –le dijo la mujer, pero como no estamos casados. Quiero que sea de una forma legal. Nosotros firmamos un contrato de arrendamiento y no hay ningún problema.

La propuesta para unirse a Leila para todo el tiempo, después de pasar tanto tiempo solo, desde que su esposa murió y sus hijos se habían ido a trabajar al extranjero le pareció tentador. Habría podido hacer cualquier cosa por ello, pero sin embargo, ¿firmar un contrato de arrendamiento y nada más?, “la mujer me ama y …

-Yo firmaré seguro –dijo Troiescu, mientras con el lápiz esbozaba su nombre sobre el papel.


Al día siguiente el médico de urgencias declaraba la muerte del hombre. El corazón, la vejez por supuesto y las mujeres encontraron un inquilino para la casa del viejo.


 -Me gusta –dijo Leila- ¿Conoces entre tus clientes a posibles víctimas? Yo no conozco a ningún otro anciano.


-En mi empresa de compraventa de viviendas vienen suficientes clientes. Hoy me he encontrado con un ex oficial, que estaba solo. Pero el negocio está si se hace pareja. Podemos hacer que se pierda –dijo la mujer.


Las mujeres fueron de cliente en cliente y el negocio funcionó sin problemas, continuando hasta el día de hoy.


 


- “En mi caso, no puedo dejarme engañar” –dijo Leila, mientras estallaba en un llanto histérico. “El negocio ahora es mío, soy multimillonaria”. Dijo a Adina, la abogada, que tramitaba para llevar a cabo todos los actos de la herencia, de las propiedades.

Cuando se informo a los hijos de Vasile de su muerte y surgió que eran los herederos de Vasile, Leila no concebía que debiera darles ningún dinero a los jóvenes.

Adina le dijo que no se tranquilizara: “Sabes que yo conozco a muchos jueces, por lo que será fácil conseguir un veredicto a tu favor. Únicamente necesitamos a alguno de tus compatriotas, que declare que tu ya eras muy rica en tu país, que tenías mucho dinero de tu padre y de tu madre. Si no podemos encontrarlos, no hay problema. Tengo a algunos conocidos y por un poco de dinero ellos dirán lo que queramos.

Leila no tenía contacto con los árabes, la mayor parte de los que había conocido en su país, la evitaban. Ellos se habían dado cuenta que era peligrosa.

 

- Si quieres ayudarme –rogó a Adina- en mi escalera vive un vecino, que vive solo, sus hijos trabajan en el extranjero. Creo que podemos agenciarnos del apartamento para nosotras. Si trato de conquistarlo, no tengo ninguna posibilidad. Soy demasiado joven para él, podría dudar que quiera engañarlo, pero si tú te presentas como una rica extranjera, la reacción del hombre sería distinta.

- Claro que sí, voy a coger el abrigo del viejo y podemos echarlo a perder sin que nadie se dé cuenta. ¿Puedes presentarnos esta noche? –le preguntó a Leila.

El señor Troiescu estaba encantado de conocer a una mujer árabe. El trató de hablara de literatura, música e historia, todo lo que sabía de la historia de Asia. Leila se mostró encantada cuando el hombre ingenuo pensó que conquistaría a las asiáticas con su inteligencia, sus conocimientos, como hombre culto que era. “Esta mujer es diferente a las otras –pensó el hombre alegremente.

Leila lo visitó a menudo en los siguientes días. Preparó el café y compro pasteles en una confitería turca, donde servía incesantemente sus licores árabes.

-Son orientales, los he hecho yo misma, mi madre me enseñó a cocinar antes de casarme –explicaba la mujer.

El señor Troiescu estaba en el séptimo cielo, se enamoró locamente, estaba viviendo una segunda juventud. Pareciera como si nunca se habría enamorado, ni siquiera de su esposa.

Sin embargo, se sentía muy cansado, a menudo tenía palpitaciones y dificultad respiratoria.

- “¡La edad! Que se le va a hacer –se decía el hombrebuena suerte con Leila”.

- Debes tener un contrato firmado por el viejo hombre –le dijo Adina, la abogada- debes pedirle que firme un contrato de arrendamiento.

En los días siguientes, Leila lee propuso al viejo irse con él.

- Así podré cuidar mejor de ti y estaré constantemente contigo –le dijo la mujer, pero como no estamos casados, quiero que sea de una forma legal, nosotros firmamos un contrato de arrendamiento y no hay ningún problema.

La propuesta para unirse a Leila para siempre, después de pasar tanto tiempo solo desde la muerte de su mujer, además sus hijos habían marchado a trabajar al extranjero, le pareció tentadora. Habría podido hacer cualquier cosa por ello, pero sin embargo, ¿firmar un contrato de arrendamiento y nada más?, “la mujer me ama y es tan honesta y maravillosa” - le dijo al hombre feliz.

-Yo firmaré seguro –dijo Troiescu, mientras con el lapis esbozaba su nombre sobre el papel.

Al día siguiente el médico de urgencias certificaba la muerte del hombre. El corazón, la vejez por supuesto y las mujeres encontraron un inquilino para la casa del anciano.

- Me gusta –dijo Leila- ¿Conoces entre tus clientes a posibles víctimas? Yo no conozco a ningún otro anciano.

- En mi empresa de compraventa de viviendas vienen suficientes clientes, hoy me he encontrado con un oficial que estaba solo, pero el negocio está si puede ser su pareja, podemos hacer que se pierda –dijo la mujer.

Pronto Leila comenzó a encontrar solo víctimas en la iglesia. La mujer no respetaba a las personas y se comportaba con todos como reacción a sus patrones, del burdel árabe. No amaba a su país de origen y en el que ahora vivía, le estaban dando muchos privilegios inmerecidos. La religion no tenía ningún significado para ella, pero ella fue quien trajo ventajas, de que podría sacar el máximo provecho. En los servicios religiosos, ella podía conocer muchos hombres.

Las mujeres obtuvieron mucho dinero después de los clientes y el negocio iba sin problemas. Llegaron pronto a ser multimillonarias, pero su avaricia crecía día a día, cada vez más. Era la diversificación y el coraje que las determine a encontrar incluso a viejos, que vivían junto a sus hijos, como fue el caso del señor Ispas. con el hijo médico, pero que recientemente había sufrido un accidente de helicóptero, siendo miembro de una tripulación SMURD.

Leila pensó que el médico no iba a sobrevivir.

El señor Ispas, era el dueño de un apartamento en Bucarest y un hogar que había heredado en un pueblo de montaña.                                                                                               

- Organizamos un proyecto POSDRU y propondremos una colaboración en la granja del viejo. Así lo atraparemos de forma permanente, el no podrá escaper, dijo la abrogada.

El hombre, estaba retirado, había sido profesor de historia, era presentable y distinguido. Tenía en él algo de la antigua dureza de las personas del antiguo “Seguridad Comunista”, combinado con el engaño, la característica de los ganadores de esa época. Y Leila fue atrajo involuntariamente por ese cosa.

- Hay pocas posibilidades de que sobreviva –dijeron los médicos de la ambulancia.

Michael, cuando escucho la noticia, inmediatamente pidió que mandasen al paciente al hospital. De esta manera se podría garantizar el tratamiento más eficaz posible.

Cuando el hizo los análisis médicos de su padre, descubrió que había sido envenenado. Comprendió todo lo que había ocurrido.

-Leila es una mujer peligrosa” –le dijo el a su padre, con la intención de romper la relación con la mujer, y prohibió que en el hospital la mujer pusiera un pie.

Leila espero en vano, las señales de vida del hombre, pero cuando vio que no había ninguna llamada, ella se consolo sola. “Gabriel escapo del accidente, pero mis licores han hecho daño en su cuerpo, lo destruirán, pronto lo llevaran a la tumba”.

Era la primera vez que su malvado plan, no había tenido éxito. Pero eso fue el principio del ocaso. Ella trato de llamar a Adina, la abogada, pero no la encontró en ninguna parte. Ella había huido con su dinero y liquidado sus negocios.

-¿Qué voy a hacer? –pensó Leila –soy tan pobre, como cuando llegue a Rumania. No hay nadie que me ayude. Y fue cuando se dio cuenta de lo mal que se había portado con sus ex empleados, lo cruel que había sido con sus socios, los cuales habían terminado trágicamente. “De ninguna manera, mis compatriotas han logrado enriquecerse con estabas, no con trabajo. Y yo ¿Por qué no? A mí nadie me engaña“.



 

Las enseñanzas de la hija adoptiva del cura y de la profesora de psicología para sus nuevos compañeros de clase


 
La psicóloga Alice Ţârcovnicu miraba curiosa la pantalla del ordenador portátil, leyendo el correo electrónico de María, su hija adoptada. La adolescente olvidaba cerrar el correo electrónico de su ordenador.
La mujer estaba contenta de poder conocer más sobre su hija adoptada, la persona que había cambiado por completo su vida de familia. Sin su existencia habría arruinado su vida, incluso su comportamiento con los alumnos, líderes de la enseñanza del colegio, en el que ella trabajaba desde hacía muchos anos.
María parecía ser un enigma indescifrable, no solo para ella, como psicóloga, sino también para otros adultos.
- “¡Dios!, ¡`Senor !que palabras pornográficas! –exclamó la mujer sorprendida. ¿Dónde habrá mi hija aprendido a hablar así? De hecho yo no lo hago. En nuestra familia no utilizamos esas palabras, ni yo, ni mi marido, ni mis hijos. Su madre biológica era una prostituta, que frecuentaba a muchos hombres, le hicieron los hijos cada uno de estos hombres, vivía en un ambiente promiscuo. Sin duda, la mujer había tenido un comportamiento indecente y un lenguaje vulgar. Pero yo críe a María bien, le había ensenado lo major que podía. ¿Qué influencia increíble tenía el factor hereditario? El dicho “la manzana no cae lejos del árbol” demostraba en este caso, como una venganza. ¿Qué imágenes había enviado a los hombres con los que ella hablaba en internet? Yo creía que ella solo se desnudaba y caminaba así frente a mis hijos y a mi marido. ¿Qué diría un sacerdote sobre esto? Pobres Ilie, me dije cuando pensaba en las posiciones de María. “¡Protégeme Senor del pecado!”.
“Pero, ¿Qué hace María cuando no estoy en casa? si ella se desnuda y envía fotos en distintas posturas a los hombre por internet y ella les dice las cosas que he leído. ¿Qué harán los hombres de mi familia en casa? Cuando la adopté, sabía que su madre era una mujer frívola, que iba con muchos hombres, todos sus hijos, tienen un padre distinto. Pensé que si ella se criaba en un ambiente diferente, educado, religioso y amante de la paz, como el nuestro, el resultado sería positivo. El silencio en el seno de nuestra familia desapareció, sin embargo, con la llegada a casa de María. En este caso, se demuestra claramente la herencia, los rasgos heredados son decisivos; el medio ambiente no tuvo ningún efecto sobre ella“ –dijo la mujer enfadada.
- ¡María, ven aquí! ¿Qué significan estos mensajes y estas fotos? –gritó Alice- pensé que eras seria. Hice todo lo que querías, te he comprado todo lo que has querido, sin importar lo caro que era. Mis hijos son mayores y nunca hablaron así, nunca han causado problemas pero tú…
- ¿Qué haces con mi correo electrónico? –gritó la adolescente con tono acusador- has violado mi privacidad. ¿Qué si mi padre es un sacerdote tiene que usar panuelos y besa reliquias? No soy vieja como tú. Soy joven y tengo que disfrutar y entretenerme con los hombres. No tienes ni idea de cuantos fans tengo en internet y por supuesto en la casa. Estás obsoleta, no tienes ni idea de lo que les gusta a los hombres, no sabes en absoluto como dibujar a los hombres.
La senora Ţârcovnicu había pasado de los cuarenta anos, pero seguía siendo una mujer bella, rubia oxigenada, con la nariz y los labios finos, con el rostro con un tono oliva y un cuerpo equilibrado. Parecía incluso más joven que cualquier mujer de su edad. Nadie tuvo ante ella esa crueldad. Con esa afirmación, María tocó un punto sensible. “¿Tanto he envejecido?–pregunto de pronto ella.
Alice quería asesorar a la chica y de repente, ella era la única que necesitaba ser consolada. “Si María lo dice, quizá lo sea. Puede que Ilie cuando mira a María, se olvide de las cosas sagradas, cuando María está caminando completamente desnuda por la casa y realizando unas posturas increíbles, que revelaban sus más íntimas y profundas regiones. Entonces la chica empezó a reír histéricamente, como si fuera a vengarse de alguien. Pensó en la posición preferida de la adolescente, con una pierna bajo la parte inferior, postura que le permitía mostrar sin pudor sus intimidades, en la que se hizo numerosas fotografías, que había expuesto descaradamente en Internet. “Me pregunto, ¿Quién le ensenó esto? ¡La chica llevaba el pelo color rosa!, ¡ Mira lo que le pasó en su cabeza! y les gustaba a todos los hombres Aunque no hubiera visto eso, pero lo que escribía, hacía volverse completamente locos a los hombres“.
Alice Ţârcovnicu pensaba como debía actuar como madre y psicóloga para asesorar a su hija adoptiva, pero las cosas tomaron un giro inesperado. “Esta chica sabe que decir perfectamente para manipular a todos”.
Ahora Alice necesitaba tener unas sesiones de tratamiento con un psiquiatra. Tenía el problema con su hija adoptiva y ahora había aparecido un problema mayor. “Debo tomar todas las medidas para mantener a mi marido a mi lado”. Alice pensó preocupada. “Manana iré a un nutricionista para mi, para tener una cintura de avispa, como la de María. Tengo que competir, en mi casa con una adolescente. Me cree yo el problema, ¿Quién me obligó a adoptar? Es cierto que obtuve muchos beneficios de ello“. En esta época, en que todo el mundo puede ir a la facultad y ser licenciada, especialmente en psicología, sobre esta base, yo era profesora titular de psicología sin concurso, con la simple recomendación de que yo había adoptado. E Ilie había recibido cuando terminó la carrera de teología, recibió una parroquia, que costaba como un helicóptero. Por supuesto, que nos pagamos los puestos, al igual que todos hicieron lo mismo en esta época. Yo había pedido préstamos a los bancos, como el caso, que llegué a trabajar casi de forma gratuita. Nosotros pensamos que sería fácil ser padres adoptivos, pero no fue así. No era fácil, incluso para los que recibieron ninos buenos y sanos. Pero por desgracia para nosotros, nos cayó una psicópata. El médico lo había diagnosticado a María en una consulta reciente.
Alice se agitó tanto que necesito cambiar a María, de escuela donde ella estudiaba. Las madres de los companeros de clase, a los que estaba unida, preguntaron si el motivo del cambio de escuela de María era porque los chicos la estaban acosando sexualmente. Las costumbres de María de hablar de forma pornográfica y de desvestirse no tenían ningún efecto sobre sus companeros varones. Ellos no estaban interesados en ese aspecto. Ellos solo querían divertirse con los juegos del ordenador. Las acciones de la chica solo afectaban a sus padres, que estaban en sus casas, cuando María los visitaba sin ser invitada. Quizás debido a esto, las mujeres entraron en pánico, estaban preocupadas más de las reacciones de sus maridos, que de las de los hijos. Los padres estaban muy contentos, encantados de las atenciones de la adolescente.
La chica era alta, medía más de 1,70 cm con tacones, su cara era de una mujer de más de treinta anos, pelo negro, lamiendo el corte inferior del cuello, con piernas largas y carnosas, con la cintura baja, bien desarrollada. “Tiene que enseñársela a los hombres” –pensó la profesora celosamente.
Con el fin de poder supervisarla, Alice decidió llevarla a la escuela, donde tenía su trabajo, en un colegio. La llevó a la escuela, pero no podía hacer más. Una profesora tuvo una gran idea; decidió que María se quedase en el mismo centro, para recibir asesoramiento, dirigido por Andrei, un colega, modelo de moralidad y líder de religión en la escuela, para que la adolescente cambiase completamente su comportamiento. Las cosas que había aprendido el companero de la chica, estaban muy implantadas, más fuertemente, que cualquiera que él había conocido hasta la fecha. Cuando los padres del nino, descubrieron las imágenes, donde se veía un baile voluptuoso, sexo, temblando, le pidieron a su hijo que se mantuviera alejado de María, diciéndole al director del centro escolar:
- Destruirá a nuestro hijo, él nunca había hecho una cosa así, lo que ha aprendido lo ha cambiado por completo.
La adolescente aprovechándose del hecho, de que su madre era profesora del colegio, abusaba de esto. Los chicos de secundaria estaban orgullosos de su amistad con la joven, la hija de la maestra. Los mejores amigos fieles de María fueron reclutados de entre las chicas, que se comportaban muy bien. María les explicaba y las asesoraba sobre diversas cuestiones, que ellos no tenían ninguna noción y de lo que nunca habían oído hablar. Eran cosas nuevas, que ejercían una atracción irresistible y fuerte sobre ellos.
En realidad, cuando entró en el colegio, María se reunió por primera vez, con los chicos revoltosos, sin disciplina. A ellos les encantaba el comportamiento vulgar y desafiante, pornográfico de la chica. María creía que era el tiempo de mostrar sus partes íntimas, como lo hacía a los hombres, a través de internet. Ella pensó que los chicos estarían encantados y que la admirarían por encima de todo, convirtiéndose en dependientes de ella. Así podría hacer lo que quisiera con ellos. Pero el efecto fue bastante diferente. Para los adolescentes su único divertimento eran los juegos de internet. Sus risas desaparecieron cuando vieron las fotos. Durante las horas de clase, uno a uno recordaban una imagen, riendo en voz alta, hipando y otras relacionadas con los chicos, que habían visto las imágenes. María enojada, gritó:
-¿Vosotros, no habéis visto nada así, idiotas? A los hombres les gustan mis fotos, pero vosotros sois tontos.
María recordaba también que así lo hicieron los hijos del sacerdote y la maestra, cuando les mostró por primera vez, sus partes íntimas, en la casa. Ellos se reían con una risa tonta, como si le hicieran cosquillas a alguien en el cuerpo. A continuación, por lo general no reaccionaban de ninguna manera. Todo parecía normal, especialmente el hijo mayor, que ahora estaba estudiando “medicina”. El pequeno mantuvo una sonrisa tonta, como si fuera un discapacitado. Ni el rubor en las mejillas del curo, cuando se desnudo a su paso. El cura se precipitó desenfrenado y María disfruto excesivamente de la reacción del hombre. Así se vengó ella de Alice, su madre adoptiva, que se creía la mujer perfecta, pensó María : “¡Ella y sus muchachos ingenuos!”.
En el colegio, sorprendentemente, a las ninas que les enseñó, muy educadas, les encantó las historias de María y sus consejos.
- Yo les daré instrucciones de cómo hacerse las fotos y enviarlas a los hombres en internet. Les enseñaré, que palabras utilizar, que decir a los hombres que se irán enamorandos de vosotros –dijo María- ellos se convertirán en vuestros esclavos para siempre. ¿No veis el gran éxito que tengo en facebook? Cuantos me desean.
Las ninas que habían escuchado diligente, esto no podían aprender en ningún sitio, no podían leerlo en cualquier libro, ni haberlo oído en ningún lugar. Las enseñanzas de María fueron más útiles incluso que los consejos,  que les daba la psicóloga, cuando iban a su consulta y que, como a spus su hija, ella no sabía de estas cosas.
-Yo sé más cosas que mi madre. Con mis enseñanzas, vosotras os convertiréis en expertas de los hombres –dijo con arrogancia María.  Vosotros vais a tratar a los hombres como marionetas.
Las chicas escuchaban atentamente con las bocas abiertas y los ojos abiertos, como preparadas para no perderse ninguno de los nuevos conocimientos, que tenían que aprender y que les sería muy útil en la vida, no con los conocimientos que se adquirían en la escuela.
-¿Qué os enseñan estas profesoras tontas, que son inútiles? –dijo María, refiriéndose a los maestros- pero con mis enseñanzas, vosotros tendréis un éxito garantizado en la vida.
Pronto, las muchachas traviesas de clase, estaban tan acostumbradas a María y sus fotos indecentes. Las fotos atraían a los hombres adultos en internet, necesitaba que les gustase. Las chicas invadieron y rodearon a la adolescente, porque aquellos la adoraban, como a una diosa, eran chicas tranquilas, con premios de enseñanza. Había pocos adolescentes en clase que no les gustaba María y ellos manifestaban su desagrado públicamente.
-¡María, déjate de tus tonterías! Desde que llegaste, ningún maestro no puede enseñar nada los alumnnos de sus clases. Los estudiantes más callados se convirtieron en rebeldes, porque no podían aprender. Ellos solo podían hacer cosas malas.
Las admiradoras de María eran numerosas y de todas las clases del centro.
La adolescente se hizo amiga de los estudiantes, de diferentes clases, siendo atraídas desde el primer momento, en que ella era la hija de una maestra de la escuela y luego los conquistó completamente por lo inconformista que era la adolescente.
-¡Esta chica es mejor incluso que yo! –dijo la maestra- tiene algo más con los estudiantes de secundaria, que yo no les doy en el despacho de psicología de la escuela. Con ella aprenden mucho más rápido y de forma eficiente cualquier objetivo, además maneja como quiere a todos, ya sean ninos o adultos.
Diariamente María gastaba enormes cantidades de dinero, ella hacía pedidos en internet de alto valor, no aprendía, pero tenía una beca por mérito, pero solo hacía tonterías.
            El sacerdote y su esposa pensaban no darle dinero a la chica.
-¡Nosotros debemos no darle dinero a ella! Así ella estará más tranquila y que aprenda de nosotros que son las recompensas –propuso Alice a su marido.
-Es una buena idea –confirmó Ilie. Incluso ella gastaba una gran cantidad de dinero realizando compras innecesarias.
Pero la adolescente encontró una solución inmediata.
-¿Quieres que vaya conmigo? –dijo María. Conozco donde guardáis la tarjeta y el PIN.
La adolescente robo inmediatamente la tarjeta y sabiendo el pin, podía sacar todo el dinero que estos tenían. Existía una cantidad enorme de dinero, ahorrado por sus padres en los últimos anos.
El cura y la maestra no habían sonado, que alguien de su propia casa, podría robar su dinero. Sus hijos habían sido educados de tal modo, que no tocarían el dinero de ninguna manera. No habrían utilizado las tarjetas bancarias de sus padres, sin su consentimiento.
- María, ¿Qué has hecho? Si coges todo el dinero, que nosotros hemos ahorrado de forma tan dura. En verano no podremos hacer ningún viaje al extranjero y no podremos comprar nada que necesitemos. Nosotros no podemos –dijo el cura enojado- por lo menos gástalo en algo útil. ¿Compra con este dinero algo que realmente necesites? ¿O juégalo simplemente? como tu has hecho con nosotros.
-¿Cómo te sientes quedarte sin dinero? ¿Por qué me habéis adoptado? ¿Para obtener ventajas? Yo solo siento carencias, yo se que por eso tu eres un cura. Me dijo esto Ángel, que merecía el trabajo, porque estudio en una universidad seria, no como tú. Y para que esté Alicia enseñando en un colegio, ahora cuando está lleno de psicólogos, en todos los terrenos, y yo les digo a todos que estoy oprimida. Y a tu iglesia –dijo María a su padre- y en tu escuela –le dijo a Alicia.
La adolescente había comprado ropa de diseño a unos precios exorbitantes, que ni el cura, ni su esposa, ni sus hijos se podían permitir. Los miembros de la familia estaban muy molestos. Pero ellos no sabían qué hacer, cuando en la tarjeta ya no quedaba más dinero.
La chica de inmediato encontró otra solución.
María llevó bombones al despacho de su madre en la escuela, para venderlos a los estudiantes de más éxito en la escuela. Sabiendo que era la hija de la profesora, los estudiantes comprarían todos los bombones caros y la adolescente ganaría una gran suma de dinero, para sus gastos. Pero la mayoría de sus ganancias las obtendría de las ancianas feligresas de la iglesia.
María robó algunas velas de la iglesia, donde su padre era sacerdote. Fue allí con la excusa de que iba a rezar con diligencia. A continuación las vendería por un precio más elevado a las mujeres mayores de la iglesia, declarando enfáticamente que ella era la hija del sacerdote y que las velas estaban bendecidas por él. Además también pediría algo de dinero para la iglesia, indicando que era para realizar algunas mejoras, que debían realizarse con urgencia la construcción del lugar de culto, por lo que María reuniría una buena suma de dinero para satisfacer sus necesidades materiales.
“Soy una fuente inagotable de ideas a la hora de estafar y robar” –pensó ella- “yo uso la psicología más que mi madre y además soy hija del sacerdote, por lo tanto, siempre puedo conseguir dinero de los conocidos de mis padres adoptivos, sin ningún problema”.
Ilie, el cura, dividía este con su rol como padre, que quería enderezar a su hija adoptiva y el hombre atormentado eternamente con las imagines, que la adolescente le ofrecía a diario. Todo lo que hacía aparecía ante sus ojos.
-¡Vete al diablo! –dijo el cura. Pero fue en vano, las imágines lo atormentaban. La joven se acerco con una sonrisa sádica, vengativa, ofreciendo cierto striptease a su padre, observando la debilidad del hombre, María disfrutaba tanto de sus tormentos y constantemente probaba cosas nuevas en lugares diferentes, que le parecía más difícil, caminaba desnuda en el bano, disculpándose por el error que ella cometía. Lo hizo, pero deliberadamente mostraba sus formas rubicundas, bien desarrolladas. De esta manera no solo se vengaba de él, sino especialmente de su madre y de sus hermanos a los que odiaba a muerte. Ella, una chica adoptada quería venganza y quería que sufrieran todos los miembros de la familia. A ellos, sobre todo a ella era a la que más odiaba; especialmente cuando ellos eran felices. Ella solo estaba satisfecha cuando había problemas en casa, y más cuando los hubiera producido ella.
-¿Cómo está María? –preguntó a Alicia un profesor que rondaba los sesenta anos, que él también había sido un chico adoptado. Mis padres adoptivos hicieron por mí, todavía los odiaba. Y ellos, a su vez, tenían esa misma sensación para mí. Una alianza así, no podía tener éxito. Era una conexión desafortunada, que sufría tanto el nino adoptado, como los padres adoptivos.
- Y tú, ¿Cómo lo haces? –preguntó sabiendo que la mujer tenía problemas con la adolescente.
Ella suspiró con resignación:
- Es difícil, pero nosotros vamos a resistir, tal vez podamos hacer algo de esta chica y yo he envejecido –pensó trastornada la mujer. En mi cabello, con toda la picardía de María, ha aparecido un poco de pelo cano, pero no tengo otra opción, me tinto para poder corregir esta situación. Pero con las arrugas es más difícil de tratar.
- Pero te estás debilitando gravemente –senaló el profesor.
- Estoy a dieta. Nosotras, las profesoras debemos mostrarnos como las adolescentes, necesitamos mantenernos –dijo Alicia, orgullosa cuando explicaba a sus colegas, cuando le preguntaban cómo se había debilitado y envejecido tanto.
Alicia empezó realmente el tratamiento, que quería, contra la debilidad y estaba empezando a obtener sus frutos. “Necesito mostrarme como una adolescente, para no perder a mi Ilie“, pienso la mujer asustada. Y la profesora estaba tomando de forma constante, pociones, polvos, todo lo que le había prescrito su nutricionista.
-Estas plantas, no te pueden hacer dano –dijo él. Yo tomo de vez en cuando algunas, como un poco de planta de consuelda, es buena para la bilis, para el estómago… a pesar de que es una planta venenosa.
Sin embargo, Alicia sabía que había una estudiante, que su hermana había muerto por tomar tés adelgazantes. ¡Tuvo cáncer por ello! Debo adelgazar hoy, como una sílfide –dijo la mujer, fomentando permanentemente su tratamiento.
Habían pasado unos meses desde que Alicia hacía las dietas. Había conseguido una silueta envidiable. Sin embargo, cada vez se sentía peor, ella no tenía fuerzas, se sentía débil.
 
Epílogo
 
“¡Esto es solo el comienzo del final!” –pensó la adolescente feliz, mirando el cuerpo congelado de Alicia. “¡Los hombres son muy estúpidos como ella, los míos lo son!”.
Ahora María era la única persona del sexo femenino en la casa.
“¡ Ahora yo voy a manejar como quiera a los hombres de la casa! ¡Ellos van a hacer exactamente lo que quiera! Ellos harán lo que quiera. Voy a jugar con ellos entre mis manos. Me vengaré con ellos finalmente, como hice con Alicia, finalmente por fin, me deshice de ella. ¡Maldita!



 
 







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BISTRITA UNU



BISTRITA DOI



BISTRITA TREI



BISTRITA PATRU



BISTRITA CINCI

Strong sensations (Science – fiction)

Cosmin, Tudor, Iulian, Tiberiu, Andrei, Cristian and Adrian like real teenagers looking for strong sensations, in search of thrills, found the ruins of the former socialist factories „Hammer and Sickle” a true mammoth industrial derelict place which stretced on several acres. The former industrial buildings, halls, located in a high degree of destruction had became for them the ideal place to play. After several explorations, along several years, they managed to know every nook and cranny to discover any secret place of gigantic industrial buildings.

As usual, they spent the weekend watching their favorite movies, horror and science fiction or by going through the strangest routes traversing more unusual plant space.

It was dusk and full moon made his appearance shy mysterious in darkness of the night, a few stars shining through. The teenagers reached the double wall, masked a hall, recently discovered one of them and went up to the floor, when suddenly they saw a blinding light and heard a deafening noise.

Edi climbed onto a pillar and saw a gigantic conical body lightening as he landed, spinning speedily on the ground of the former plant. The conical cap at the tip of the flying object was aside and out of it, and they began to descend strange, metallic creatures, clothed in colorful conic cloaks, hooded, striding loudly and talking loudly. When they reached the power sources existing all over the plant field, they connected to them and lit up strong, releasing strong energy around them. .

- You, the ones downstairs, hide well and stay there. Some strange things appeared. The top fugitives break the earth and stop at the walls of the plant.

-       You low, you better hide and stay there. Wine freaks here. The break above flee from the land and do  not stop until the plant walls.

-       The boys scared and tried to flee.

Tudor, Andrei, Tiberiu and Adrian, ahead of you, sportsmen, managed to sneak in and leave the place.

But Iulian, Cosmin and Cristian did not succeed. They were stuck in a twist of the double, masked wall.

When the group came into the room, they all froze for fear, and from that moment they did not say any more.

Tudor, Andrei, Tiberiu and Adrian stopped only when they reached the land of the former 'Sore and Hammer' plant.

- We escaped, brother! What a pity I fired! said Andrei, panting. And we, who thought the current owners of the plant were at a loss. That he won nothing. When I go, I will make money with a shovel. These aliens probably pay well for doing their menders here.

-       What are they doing? asked curiously Tiberiu.

-        I do not know or I do not care. And you should not be interested in yourself, answered Andrei.

-       I do not know and I do not care. Nor should you not interest you, replied Andrew.

-       - But Iulian, Cosmin and Cristian, what do they do? Adrian asked uneasily, worried.

-       Let them do it! They're smart boys! But we have to let the parents know not to look for them at night! Especially Cristi's father, that's a cop! said Tudor. And not to call her parents on the phone, I'm sorry.

And the teenager took the cell phone and called the phone numbers.

- Good evening, Mr. Buturuga. I'm Tudor. You know that Cristi stays with me overnight, learning for the mathematics. We have difficult issues and together we can better understand and solve them.

-       All right, boy, there was a bored voice. Just do not do anything stupid, make trouble

-       Mr. Buturuga. We are good, good-natured boys, "replied Tudor.

-       How so, sir stump. We are boys behaved, earnest, Tudor said.

-       I let you know what your skin can do! Whatever ! Only tomorrow Cristi to appear alive and unharmed, "said the cop.

-       Good, earnest, las’I know that you can skin you! Whether! Only tomorrow Cristi will appear alive and unharmed, police said.

-       Cosmin has only a mother! Just call her! Andrew told his friends.

-       Mrs. Cinteza, I'm Tudor. Cosmin stays overnight at me. We want to learn together, better.

-       I do not know what you're going to do, except you're bad, said the worried woman.

-       You know me ! Cosmin is safe with me ! replied courageously Tudor.

-       Do I know what you are doing? I hope you do not deceive me! said the adolescent's mother. Good luck with that!

-       Iulian's parents still remain, said Tiberiu. I call them, I call them better.

-       Good evening, Mr. Papuc. I'm Julian's friend, Tiberiu. We are preparing a project in physics, in a group for school, and we have to work together to look for information on the internet, "explains the boy.

-       And you can not work in the day? In the middle of the night your teaching has taken hold. It was as if I did not know that silly, said the man in a thick voice.

-       Internet works=goes better at night. It has higher speed,  explains Tiberiu.

-       Do not do anything else on the internet! I know you, it's not your head alone ! If you do not feel bad, it's okay ! hate Julian's father

-       Okay, I've done it! I solved! Let’s go home! Andrew told his friends. We find out tomorrow what our friends did! They do it! And do not forget and call them ! He finds, discovers those strangers and who knows what they do! And keep your beak! And you hold on to it! Do not tell anyone what happened! You're putting your boys in danger! Tomorrow, brothers!

 Iulian, Cosmin, and Cristian stood squat, clinging to each other as they were trapped by the huge group of strangers, of foreigners, in the twin wall, turning double wall. Julian stood with his ass on Cosmin's head, and Cristian with his head on Julian's knees. But they could no longer move from fear. Nor could they talk to each other. And neither could no longer converse among themselves.

……………………………………………………………………………

There was a loud, gruesome music, a lugubrious music,  whose sounds and vibrations were greatly amplified by the double walls, were strongly enhanced. The cold metal resonates and vibrates more and more like a funeral.

             The boys were so scared so hard, that their eyes were red, vascularized. All of them had the white of the eye caught by the thin lines of blood in sinuous trails. Their eyes were blurred. And their bodies trembled involuntarily, frightened.

           Foreigners / Aliens began to mourn creepyly. From time to time they screamed scary. And the screams had the frequency of ultrasounds. They were drilling the bodies of the boys, like drilling installations that searched for oil deposits feverishly at great depths.
Only in horror movies did the teenagers hear that. But when they watched films with such a theme, it seemed fun to them. Now, however, it did not seem at all. Instead of smiles, they were involuntarily sketching out of fear. They could no longer control the facial muscles, which contracted rhythmically, unceasingly,  relentlessly.

          At one point, people's grumbling screams, they began to hear screams of pain a person and a motorized device , a machine motor sounds.

The scream intensity increased. The intensity grew screams.They seemed more and more upsetting. They looked in increasingly heartbreaking. And the noise of the device synchronized as  a device in a creepy as possible with them.
           
As if we had a drink bottle, Cosmin remembered us. Let's all get a shower to come back. Strong alcohol, boys' stress quickly took effect and quickly subsided. Only Andrew remembered his mother's advice, a history teacher, that in cases of risk he would never drink. He was awake. But it cost him so much. =But this has cost him a lot. He was the only one who was shocked the most. His physiognomy and psyche have been strongly, heavily marked by what they heard and seen and visible hearsay.

Suddenly, the sounds of pain disappeared. There was a brief moment of silence, and then a loud choir of sinister voices began, then began an eerie chorus of voices sinister. Again, the double metal wall amplified the sounds and made the teenagers to feel everything was high.
          Iulian made him and Cosmin not hardly notice it. Was he in the same situation. However the toilet could not walk and were apparently waiting for hours in the
terrible place where they were awful. They could not sleep, they ould not stand still and tension was increasing.

            Sounds of varying intensity, different harmonies, they created permanent shocks, holding their bodies in constant suspense , keeping them in suspense bodies continuously.

From moment to moment they expected something more furious. But the greatest possible evil were to be discovered. They did not even want to think about what they could have done, about what could happen. Under no circumstances is they were soothing. The landscape, the scenery the sounds they heard, did not imply anything good.

           Time dilates and teenagers it seemed that everything lasts incredibly long. That he’s been there for a very long time... and that have never end...

After that, the boys had forever been the quest of adventure, adventure.
           After this, the boys had lost forever their appetite for novelty, adventure.

            Cristian sad thought "If I get out of here alive, I do not set=put my foot in the old plant, how many days you have. If my father knew, would come here with special forces, troops after me. No forensic investigations do not think he's seen something terrible.  =I think he saw such a terrible thing . Or not he told, me? "= Or did he not tell me? ".

Julian meditates wisely "From now on, I'm a good boy. I'll always listen to my mother and father. They were right when they told me not to walk the potato through unknown places. The poor have warned me. And I, bad boy, did not listen to them. Here's what happened ! Look what happened to me! It's like being in a horror movie failed. Like I'm in a horror movie. But now I do not find fun at all. I have, myself being come to be the protagonist! "
              Cosmin flashed his thoughts to his mother and sister. Whatever will be done without me? Both love me more ! I would suffer if I were anything wrong! = if something bad would happen!  From now on I will be a good and obedient boy. It's over with the braves. Here's what happened to my adventure ideas!
            Look what happened with my ideas of adventure!

The noises disappeared, and the boys had/did not realize what was happening =going on. They did not recover from the shock.
          
It was quiet, and no one could talk. None of them moved, though they had been numb as they stood without moving.
            There was silence, and none could talk. None of them moved, although numb when sitting not budge.

Edi woke up scared by Cosmin's roar that was terrified. And he had a nightmare. A terrible, dreadful dream in which he was with all his friends. Everything seemed so real... but they would not tell them anything to scare them.
           
Cosmin woke up at his friend's hoarseness. He still does not realize what is real and what is a dream.           

"Do not let brothers watch horror movies," he said, scowling. That's why we were with them in the dream, the boy thought.
- Yo, brothers we need to stop watching horror movies, he said scared. That's why I was with her in a dream, thought the boy.

-No science-fiction, Alin said. Who had woken up, too= complete that he was awake, sweating, like a terrible , dreadful nightmare. I was with everyone, but what I was scared of! I will not tell them anything. What scared me! I do not tell them anything.

 - None of the plant abandoned lands 'Sickle and Hammer' let's go, Iulian complete. Who knows what can happen teenager he said, thinking of dream that woke shocking.

- Indeed, the sayings strengthen his friend, Cristian, with his face red and eyes vascularized. It thought it was real. And I was with them in my sleep.

-I agree, said Tiberiu. We must to change our habits. With some more quiet, without risks, safe, Tiberiu said, as he still shuddered= while still shaking, under the impulse of the dreamers, watching his playmates, if he had not had anything wrong, as it had happened in his dream= is something bad had happened, as it had in his dream.

What was surprising and the adolescents did not know was that they had dreamed with everyone the same dream they were together...                                                                                                   What was surprising and adolescents did not know was that all dreamed the same dream, they were together...

Epilogue                                                                                                 A few days later, Edi went back to the mysterious place. Curiosity overcame fear. At the place where he had seen the huge cone, all vegetation was burned. Also, instead of the power sources, where strange creatures that fed...