Cornelia Păun Heinzel “Sesiones de formación en Sinaia”
Traduccion: periodista Jero Crespí y
Cornelia Păun Heinzel
En frente, había una fascinante mezcla
de cuerpos geométricos, protegidos por delicados velos –desde el verde claro de
las primeras briznas de hierba al eterno y oscuro verde de las agujas de los
pinos- que se enredaban formando formas increibles, pareciera que un nino
jugaba con gigantes hiperboloides, con enormes elipsoides y paraboloides y los
lanzaba aleatoriamente en el aire, y estos caían de forma caótica sobre las
cimas de las montanas. Lo más sorprendente
eran las curvas resultantes de la intersección de las dos formaciones
montanosas que había frente a nosotros.
Le hice esta observación al colega que estaba en nuestro grupo,
que se acerco a mi para admirar el paisaje que estaba frente al hotel.
Nosotros asistiamos fuera de las sesiones en Sinaia, como expertos
de formación del Ministerio de Educación.
- Asi que, tu admiras el paisaje? Tu eres con matemáticas, -dijo
sonriendo encantado el profesor. Anteriormente, durante el socialismo, en la
Universidad Politécnica estaban unicamente los mejores en matemáticas.
Me explicó su observación, pensando, que él era un admirador
de la naturaleza, como yo, pero su formación professional le hacía ver imagenes
totalmente diferentes, de una extrana belleza, frente a nosotros.
- La verdad es que en el colegio y en la Universidad
Politécnica yo era la mejor en matemáticas, había sido olímpica en matemáticas
y solucionadora de la revista “Gaceta Matemática” desde que tenía 10 anos.
Después en la Politécnica, entre en 1991 en el Departamento de Informática de
la Facultad de Matemáticas de Bucarest, fui de los primeros; y no solo eso, mis
conocimientos los utilice cuando realice y
defendí mi doctorado en robótica en 1998 –respondí. Mi
director del doctorado era el profesor doctor docente, que fue el rector de la
Universidad además de embajador en Japón durante dos legislaturas, un hombre de
gran valía. Todas las personalidades que yo he conocido a lo largo de mi vida
no eran solamente muy buenos profesionales, con un alto grado de inteligencia,
era gente con un buen corazón, muy modesto y siempre educado. Otro profesor muy
documentado en el área del departamento, me dijo que mi tesis doctoral era la mejor
que había leído.
Antes de 1990 eran pocas personas las que accedían a la Universidad,
los criterios eran muy difíciles, pero ahora tras la revolución, todas las
personas en Rumanía podían acceder a la Universidad porque había muchas
Universidades.
- Tú has hecho tu investigación universitaria, no es así? –me
preguntó el profesor.
-Mis proyectos de investigación los he llevado como jefe de
los institutos de investigación y los he finalizado.
- Y tu talento para escribir? –me preguntó el profesor.
- Mi abuelo me ensenó a leer cuando era muy pequena, tenía
unos cuatro o cinco anos. Cuando yo entre en la escuela ya había leído todos
los libros de mi casa, que era una colección muy numerosa y valiosa,
representativa de la literatura universal. Tengo la licenciatura en filología,
fui la mejor estudiante y un Máster. Mi madre era profesora de lengua rumana y
mi abuelo profesor de filosofía.
- Y de gestión y evaluación de la educación? –me preguntó mi
colega.
- Yo he leído siempre en todos los estudios existentes de la
ensenanza, siempre estoy al tanto de cualquier novedad en el campo de la
educación, emergente en el extranjero. Realice el Máster en Gestión y
Evaluación de la Educación por la Universidad de Bucarest, en su Facultad de
Psicología, en el curso de día. Por esto estoy aquí, en el ano 2000, sólo la
Universidad de Bucarest tenía experiencia y todos mis colegas eran licenciados
en Ciencias de la Educación. El examen de admisión era escrito y constaba de
dos pruebas y yo obtuve un 9.80. Yo aprendí sola, estudié por el placer de todos
los datos que había en los libros de referencia para los exámenes, después del
curso publiqué un libro de gestión de educación, tema de mi tesis del Máster.
Fue el primer studio publicado en Rumanía, realizado sobre la gestión de calidad
en la educación. El director de mi trabajo me dijo que él publicó solamente diversos
estudios realizadas en el extranjero, pero yo deseaba hacer solo
investigaciones originales. Mi trabajo fue la base para muchas tesis doctorales
en educación.
- Tu abuelo tuvo una gran influencia sobre ti cuando eras pequena,
en tu formación, verdad? –continuó el
hombre- tú has estudiado toda tu vida. Qué curso vas a realizar ahora? Es
interesante?
- Tengo una beca en Alemania, yo estudio en un grupo internacional
especial.
Oímos ráfagas de disparos, nos despertó a la realidad, del frío
metal de la vida.
- La caza aquí es permanente –senaló el profesor- En esta zona
de bosque hay muchos animales salvajes. En Bistrita, en realidad nunca he visto
nada igual.
Estábamos fuera de Sinaia, en el Valle Ancho, en un hotel donde
el ajetreo era enorme. En el vestíbulo había una exposición específica del
campo de la medicina, alcanzando el final de todas las actividades de formación
realizadas. Yo llegué pronto al hotel y disfruté paseando por el patio de
butacas con folletos y equipos médicos. Había representantes con cosméticos
naturales, no podía perder esta oportunidad.
- Así, con esta formación, yo pensaba que jamás me iban a
coger – se dirigió una colega a un grupo de expertos que se había formado en un
instante en el vestíbulo.
- En realidad, confirmó que dijo otras palabras, la
selección había sido correcta, basada en el valor… una rareza hoy en día… un
concurso sin dinero y sin sobornos. Raramente se seleccionaba por el mérito de
la Senora que dirigía el programa, una persona inteligente, muy profesional en
educación y sobre todo, una persona honesta. Por lo tanto, las actividades del
programa fueron intachables.
Llegaron pronto los formadores británicos, el programa era
muy denso, cargado durante todo el día, agotador pero muy agradable.
Entre en el apartamentto de lujo del séptimo piso, donde estaba
sola, porque mis colegas eran de Ploiesti y ellas volvieron a casa en su coche.
Desde las dos habitaciones podia acceder al balcón equipado con un banco y dos
sillones de estilo esponjoso. Me sumergí en el material blando y mis ojos se
hundieron en el paisaje que había admirado momentos antes. Aquí, en el séptimo
piso, todo parecía más cerca, más fascinante, se veía disminuida por la
grandeza geométrica montanosa, yo no encontraba una combinación que no se veía
antes tan variada de cuerpos sólidos geométricos lanzados de forma caótica…
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